Decidirse antes de quedarse solos

Decidirse antes de quedarse solos

Por Gustavo González
Aunque confirmó el resultado negativo de la contraprueba, emitido en el laboratorio de la Facultad de Veterinaria de la Universidad, en los casos de Original Girl y Storm Rancher, Luis Capellini, a cargo de la Dirección de Hipódromos bonaerense, no descartó que “en pos de la transparencia” podrían realizar nuevos análisis entre los laboratorios que usan San Isidro, Palermo y La Plata.
Pero ¿quieren los hipódromos un centro único de control del doping? Y los profesionales ¿querrán hacer a un lado el corporativismo, para que ellos mismos señalen líneas de conducta e investiguen si una sustancia fue dada para encubrir otras, que sí influyen en el rendimiento del caballo? ¿Hasta cuándo se va a escuchar la retahíla de la pomadita y el peón saboteador?
Ya se dijo más de una vez aquí mismo: el apostador se aleja cuando se cansa de la trampa. De que gane su caballo en un laboratorio, pero él ya no pueda cobrar su apuesta. porque su plata se la llevó el infractor. ¿Por qué protestamos si la gente baja a las tragamonedas y cambia su eje de diversión y el lugar donde gasta su dinero? ¿No será que se cansa de que las reglas del juego lo avasallen, no lo defiendan?
Siempre que se habló de un solo laboratorio para los tres hipódromos se miró al de San Isidro. Pero hoy parece que no alcanzan todas las certificaciones que empapelan sus paredes. Los intereses son más importantes que la verdad.
El escritor Mario Vargas Llosa defiende la no imputabilidad del uso personal de marihuana, para tener controlado el tráfico, entre otras cosas. El veterinario Fernando García (h.), desde su experiencia en el turf de Arabia (donde nada se permite) y de los Estados Unidos (con similares reglas a las de Argentina) dice que es imposible aplicar aquí el sistema asiático y europeo, libre de todo medicamento el día de la carrera. “Pero en la Argentina cualquier sustancia es de venta libre, se consigue en todos lados”, compara. Y propone analizar la modalidad estadounidense: “Si sale un medicamento que no influye en el rendimiento, como la buscapina o el atenolol, el cuidador es multado. Eso sí, a la tercera vez lo suspenden por varios años”. Y es titular enorme en todos los medios hípicos, agregamos. Luego, el que presenta los caballos del sancionado está obligado a tenerlos en su propio stud. Nada de pantallas.
Hasta que no se unifiquen criterios, umbrales y métodos, parece que todo análisis va a estar cuestionado. La cuestión es decidirse antes de quedarse solos.
LA NACION