Repetir los buenos deseos

Repetir los buenos deseos

Por Bernardo Stamateas
En el transcurso de la realización de tus metas puede haber imprevistos, sorpresas o retrocesos, pero ninguno de estos hechos puede hacerte abortar lo que tienes planeado.
Si te equivocaste, vuelves a empezar, una y las veces que sea necesario. Cuando repites lo bueno, lo bueno cobra fuerza. La visión debe ser intensa, clara, frecuente y funcionar como un horizonte al que nunca llegas, porque cuando ves que te acercas a tu meta, fijas un horizonte más lejano. Visualiza el conjunto y no te detengas en los detalles. El deseo intenso de ver tus sueños cumplidos te hará llegar a la meta y vencer todas las trabas que te habías puesto.
Recuerda que no existen los fracasos, sino que hay resultados imprevistos. Sólo fracasamos a nuestros sueños cuando renunciamos a ellos. No debemos caer en la trampa de la renuncia. Una estrategia ganadora es la que prevé la falla, la que tiene en cuenta que fallar es una posibilidad, por lo tanto puede re-diagramarse y triunfar.Necesitamos aprender a visualizar con frecuencia.
Una y otra vez verlo y reproducir la imagen en tu espíritu, como si fuese una diapositiva, una película. La frecuencia de la visión afirmará ese sueño que está en tu corazón.
Eres el edificador y el constructor de tu propia vida. Las circunstancias difíciles no pueden destruirte sino que deben ser flechas que se disparen con aun más fuerza hacia el objetivo. Muchos esperan la situación ideal para comenzar a actuar, a sentirse bien, a tener todos los recursos, a que todo encaje a la perfección…
Los deseos cobran fuerza cuando los alimentas con confianza. Y de acuerdo a tu confianza será el nivel de tus deseos. Todo aquello en lo que más piensas es lo que se convierte en realidad. Es imposible que des en el blanco si no ves el blanco.
TIEMPO ARGENTINO