Póquer, tugurios y crisis

Póquer, tugurios y crisis

Por Diego Batle
Con sus dos películas anteriores, Chopper: retrato de un asesino y El asesinato de Jesse James por el cobarde Robert Ford, el neozelandés Andrew Dominik se consagró como uno de los directores más talentosos del panorama internacional. Narrador virtuoso (y furioso) dentro del cine de género (un drama carcelario sobre un psicópata y luego un western de casi tres horas de duración), conquistó tanto a importantes productores como a grandes estrellas.
Por lo tanto, no sorprendió que su siguiente film tuviera al poderoso Harvey Weinsten en la financiación y, otra vez, a Brad Pitt como protagonista y coproductor. El resultado es Mátalos suavemente (Killing Them Softly), un intenso y violento thriller que hoy llegará a los cines argentinos.
Dominik construye un film de gángsters crudo, seco, potente, pero que no se sustenta tanto en las escenas de acción (tan escasas como sangrientas), sino sobre todo en los diálogos, que remiten en su escritura al cine de Quentin Tarantino y de los hermanos Coen.

La novela de la crisis
Esta transposición de la novela Cogan’s Trade (1974), de George V. Higgins, a cargo del propio Dominik, está ambientada en Los Ángeles durante los meses previos a la (primera) asunción del presidente Barack Obama (es decir, en plena crisis financiera) y, si bien se concentra en los problemas que tiene Jackie Cogan (Pitt) para encontrar a los dos responsables del asalto a un tugurio donde los mafiosos juegan al póquer, la sordidez del ambiente y la degradación económica están siempre presentes en la atmósfera del relato.
Más allá de que es el eje y motor del relato, esta vez Pitt comparte bastante espacio con otros actores, como James Gandolfini, Ray Liotta, Richard Jenkins, Scoot McNairy, Sam Shepard y Ben Mendelsohn, en una historia coral y narrada con múltiples saltos temporales.
Mátalos suavemente -que ofrece una puesta en escena muy estilizada y por momentos con una estética exagerada cercana al cómic- tuvo un ámbito privilegiado para su estreno mundial: nada menos que la Competencia Oficial del último Festival de Cannes. Allí estuvo LA NACION durante la presentación que Dominik y Pitt -acompañados por varios otros integrantes del equipo- hicieron para la prensa internacional.
Según Dominik, “los personajes son típicos de las películas de crimen, pero también tienen un lado cómico”. Al respecto, Pitt -que estuvo en el balneario de la Costa Azul acompañado por Angelina Jolie- opinó: “Los puntos de vista que se expresan en el film no tienen por qué ser necesariamente los míos, pero interpretar a un asesino me incomoda menos que encarnar a un racista. El film puede resultar algo cínico y extremo, sobre todo en un país dividido como el mío, pero es muy poderoso y provocativo en su retrato de época”.
“El libro original describe en detalle el mundo del hampa de una manera simple, con unos personajes maravillosos, pero cuando comencé a adaptarlo, me di cuenta de que también explicaba de alguna manera la crisis del capitalismo y la relación de los estadounidenses con el dinero. Es una historia completa sobre un tema que no se termina nunca, un problema cíclico y recurrente”, añadió Dominik, de 45 años.
Consultado sobre las características de su extremo personaje, Pitt opinó que “Jackie Cogan es un asesino profesional que trata de matar a sus víctimas suavemente, para que ese final no sea demasiado doloroso. Porque esas personas tienen que morir, no importa cómo. En este sentido, es una mirada sobre un negocio que en muchos casos puede resultar bastante cruel”.
Dominik confesó que “me encanta la violencia en las películas -crecí y me formé viendo las historias de gángsters de Martin Scorsese- porque es la mejor manera de exponer situaciones dramáticas. Este es un film sobre la culpa y los rasgos de humanidad dentro del ambiente criminal, incluso con su aspecto absurdo, por momentos cercano al humor negro, que irrumpe en los momentos más inesperados. Allí surgen las contradicciones, los matices, las múltiples facetas que hacen de esta historia una experiencia apasionante”.
Pitt también se refirió a su apoyo -como actor y productor- a la incipiente carrera de Dominik en Hollywood: “Desde hace algunos años me puse como objetivo aprovechar mi lugar de privilegio en la industria para potenciar a directores que me parecen valiosos, más allá de que sus films puedan resultar o no buenos negocios. Mi activa participación en este proyecto va en ese sentido”
LA NACION