06 Dec Adiós a un grande
El 5 de noviembre murió Leonardo Favio, director, guionista y actor de cine, cantante, compositor y figura de la cultura argentina. Favio había nacido el 28 de mayo de 1938 en Las Catitas, una pequeña localidad en Mendoza. Su infancia estuvo repleta de dificultades. Además de sufrir el abandono de su padre, su familia era muy pobre, lo que lo llevó no sólo a pasar hambre sino también a robar. Recibió algunos beneficios de las políticas sociales del gobierno de Juan Domingo Perón, lo que generó en él una fuerte identificación con el peronismo. Vivió en reformatorios, ingresó al seminario y más tarde a la marina, pero no se quedó en ninguno de los dos. Su adolescencia estuvo marcada por sus constantes intentos de rebuscarse la vida. Su madre escribía radioteatros y le conseguía pequeñas apariciones; también empezó a tocar la guitarra. De a poco se fue acercando al ambiente artístico. Luego de ver Rashómon, de Akira Kurosawa, se apasionó por el cine. En 1955 se instaló en Buenos Aires, donde apadrinado por el director Leopoldo Torre Nilsson, empezó a actuar. Crónica de un niño
solo (1964), su ópera prima como director, es considerada una de las mejores películas del cine argentino; también El romance del Aniceto y la Francisca (1966), Juan Moreira (1973) y Nazareno Cruz y el lobo (1976) son clásicos donde Favio retrata costumbres y paisajes de la Argentina. En 1968 decide cantar, sorprendiendo a muchos, y tras un debut frustrado, Fuiste mía un verano, su primer disco de 1968, llega a vender 11 mil copias por día. Un éxito avasallador que lo catapulta a la fama internacional. En 1971 conoció a Perón en Madrid, también fue el conductor del acto en donde el político retornó definitivamente al país, el 20 de junio de 1973, y arriesgó su vida para que un grupo parapolicial libere a unos detenidos que estaban siendo torturados en el Hotel Internacional de Ezeiza. Vivió en Colombia, exiliado. En 1993 filmó Gatica, el Mono y en 1999 Perón, sinfonía del sentimiento, un documental de seis horas. Multifacético y sorprendente, Favio dejó un legado artístico que lo trasciende.
REVISTA CIELOS ARGENTINOS