Tres multinacionales se disputan el mercado local de cafeteras premium

Tres multinacionales se disputan el mercado local de cafeteras premium

Por Nuria Rebón
La mayor sofisticación en el consumo de bebidas como el vino, la cerveza o las espirituosas también se verifica en las infusiones. Así como hoy más gente conoce de variedades de vinos o de cervezas y se anima a probar productos nuevos y de mayor calidad y precio, también se consumen más tés de diversos orígenes y sabores y distintos blends de café. En este contexto, creció fuerte la venta de cafeteras que funcionan con el producto porcionado (en cápsulas o filtros individuales), que permiten elegir variedades de café diferentes para cada taza, frente a las tradicionales, que operan con café molido.
Mientras el mercado de cafeteras en general cayó 13% en el primer trimestre, a 75.948 unidades, la venta del segmento “porcionado” creció 117%, a 13.175 unidades, según un informe de GfK Retail & Technology. Ese alza sirvió para amortiguar la caída de la venta de cafeteras, ya que el segmento tradicional (filtro y espresso no porcionado) registró una baja de 23% en el primer trimestre, a 62.773 unidades. En todo 2011, se vendieron casi 468.000 cafeteras de todo tipo en el país, en su mayoría de origen chino.
Claro que en el auge de los equipos de café “en porciones” incide su volumen de base pequeño, frente a las tradicionales, porque, si bien este tipo de equipos empezaron a venderse en el país en 2007, sólo había una marca, Nespresso, de la suiza Nestlé. Recién en septiembre de 2010 apareció su primer competidor, Moulinex Dolce Gusto. Ambos equipos elaboran café espresso con cápsulas.
Pero este segmento comenzó a despegar fuerte a mediados del año pasado, cuando Moulinex lanzó dos nuevos modelos, llegó la marca Smart-Tek y surgió otro fuerte competidor a nivel local, Philips Senseo, que –a diferencia de las otras– no elabora café espresso, sino que funciona con porciones individuales de filtro. Así, el segmento capta cerca de un 20% del total, frente al 6% de un año atrás. “Pero en los meses de junio, octubre y diciembre suben su participación cerca de un 5%, porque son las preferidas para regalar en el Día del Padre, de la Madre y Navidad”, precisó Juan Ferlaino, gerente de Proyecto de GfK Retail & Technology.
Su auge no es nada despreciable, si además se tiene en cuenta su mayor precio. Mientras las tradicionales cuestan desde $ 130 (con una amplia oferta de marcas como Atma, Oster, Moulinex, Liliana, Electrolux, entre otras); las porcionadas se consiguen a partir de $ 699 (Philips Senseo y Moulinex) y de $ 1.340 en el caso de Nespresso. Y, también, el café que utilizan –sólo cápsulas de Nestlé para Nespresso y Moulinex; de Lavazza e Illy para Smart-Tek y monodosis de filtro de Cabrales para Philips– son más caras que el café molido tradicional y más difíciles de comprar, sobre todo las cápsulas, que no se venden en cualquier comercio.
Como atractivo extra, también ofrecen un diseño muy moderno. Según el estudio cualitativo de GfK Custom Research, “su consumo se considera prestigiante, ideario de un hábito que requiere cierto poder adquisitivo. Además, se relaciona con tener lo más novedoso, moderno, y también con buscar nuevas experiencias de consumo, probar diferentes sabores de café”.
El auge también es alentado por su mayor publicidad en medios gráficos y catálogos de comercios de electrodomésticos. “Creció 347% su publicación de enero a abril de este año, frente a igual lapso de 2011, y pasaron así a representar del 14% al 40% de las publicaciones totales de cafeteras”, explicó José María Gey, director General de IFR Monitoring Argentina.
EL CRONISTA