Internet, ¿un tercero en discordia?

Internet, ¿un tercero en discordia?

Por Sebastián Ríos
“Informarse en Internet sobre temas de salud es una forma de nivelar la consulta médica para arriba. Uno va a la consulta con preguntas para hacer, que es algo que no les gusta mucho a los médicos”, dice Néstor Loreto, de 47 años de edad y 30 años con diabetes. “Estar informado te da más seguridad, pero, sobre todo, más independencia, que es fundamental para una persona con diabetes, que debe ser activa en el control de su enfermedad.”
Un paciente más informado, seguro e independiente, ése es el modelo de paciente que propone Internet. Pero ese paciente que pregunta, que cuestiona y que no siempre acepta lo que su médico le dice representa todo un desafío para los médicos que se ven obligados a estar por lo menos tan informados como la Web y a dedicarle al paciente un tiempo del que no siempre disponen para responder las inquietudes que de allí surgen.
“Internet representa un gran desafío para los médicos, porque nos obliga a estar bien informados, pero también a tener la capacidad para separar la paja del trigo, porque no todo lo que el paciente encuentra en Internet es confiable”, dice el doctor León Litwak, jefe del Servicio de Diabetes y Metabolismo del Hospital Italiano.
Determinar cuáles son los sitios de salud confiables, de entre los millones que pueblan la Web, y cuáles no, es una de las dificultades más frecuentes que los médicos observan en sus pacientes. “Existen muchas páginas, cuya única finalidad es comercial, y que incluso en muchos casos no tienen ningún fundamento científico”, advierte el doctor Adolfo Casabé, médico urólogo del sector Disfunciones Sexuales del hospital Durand
“Cuando el paciente sabe dónde buscar y sabe filtrar bien la información, para mí es mucho mejor. Porque viene mejor informado, y si le tengo que hablar de un implante peneano, por ejemplo, ya sabe de qué le estoy hablando y no piensa cualquier cosa”, agrega Casabé, para quien las sociedades médicas que hoy ofrecen poca o nula información a los pacientes en Internet deberían comenzar a hacerlo.
“Creo que tendríamos que ser más proactivos y tener una presencia más importante en Internet -opinó el urólogo-. Incluso, ofreciendo la posibilidad, como hacen muchas sociedades de cirugía plástica, de que el paciente pueda consultar si un médico pertenece o no a una sociedad médica.”
El uso de Internet como fuente de información es muy frecuente, coinciden los médicos consultados. “En mi consultorio, nueve de cada diez pacientes que atiendo buscan información de salud”, cuenta el doctor Gustavo Leguizamón, jefe de la Unidad de Embarazo de Alto Riesgo del Cemic.
Para Leguizamón, información no es sinónimo de conocimiento.
“Internet aporta información pura, pero para que eso se traduzca en algo útil uno tiene que agregarle conocimiento, que es el que surge de la literatura médica, de la experiencia de haber tratado la patología y del contexto propio de cada paciente. La información de Internet que desencadena una consulta, bien canalizada por el médico, es algo muy útil; de lo contrario, puede traer consecuencias negativas, como intervenciones innecesarias que el paciente demanda.”
“Creo que los médicos tenemos que empezar a ayudar al paciente a encontrar recursos útiles, ya que existen muchas páginas web serias, con buena información de salud, o incluso sitios de grupos de pacientes que pueden transmitirles trucos y herramientas para el manejo de su enfermedad o de alguna situación compleja que pueda estar atravesando.”
Otro aspecto de la relación médico-paciente que, en virtud de la accesibilidad y la portabilidad que ofrece Internet, está actualmente en activa reformulación es el del manejo de la información propia del paciente. Hoy varias instituciones que realizan estudios de diagnóstico ofrecen la posibilidad de acceder a los resultados de los estudios a través de la Web.
“El poder acceder online a los resultados es un servicio valorado por los pacientes -dice Laura Álvarez, gerenta de Relaciones Institucionales y Marketing de Diagnóstico Maipú-. Los pacientes adoptaron muy rápidamente el sistema y hoy más del 50% imprime los resultados desde su casa.” O no los imprime, pues el médico también puede acceder a los mismos datos a través de Internet. “Esto nos permitió ahorrar más del 50% del papel utilizado en la confección de los informes”, agrega Álvarez
“Cuando yo era estudiante de medicina, los pacientes no abrían los sobres con los resultados de los análisis -agrega Litwak-. Hoy no sólo recibe los resultados a través de Internet, sino que, incluso, en nuestro hospital, en donde las historias clínicas son electrónicas, nos planteamos si
el paciente no debería sentarse del mismo lado del médico a la hora de redactar la historia clínica.”
LA NACION