16 Nov Cuando los médicos receten apps en lugar de medicamentos
Por Joshua Brustein
Desde hace años, los teléfonos inteligentes vienen cumpliendo funciones de control remoto de TV, velocímetros de bicicleta y linterna. Pronto también podrían funcionar como dispositivos médicos para ayudar a los pacientes a monitorear su ritmo cardíaco o controlar su diabetes.
La idea de prescribir aplicaciones médicas para móviles entusiasma a la industria de la salud, que las considera un punto de partida para desarrollos más sofisticados que de otra forma nunca se harían. Pero para eso hay una serie de cuestiones previas que resolver, como los exámenes preliminares, el pago del servicio y el control del uso correcto de esas aplicaciones.
Happtique, una subsidiaria comercial de la Asociación de Hospitales del Gran Nueva York, está desarrollando un sistema que permite a los doctores recetar aplicaciones. Lee H. Perlman, directora gerenta de esa compañía, dice que “los médicos pronto recetarán tanto aplicaciones respaldadas por estudios clínicos como otras más modestas que registran la actividad corporal o le recuerdan al paciente que debe tomar sus pastillas”.
Muchos profesionales de la salud y emprendedores están abordando de manera similar el tratamiento de dolencias crónicas como la diabetes y las cardiopatías. Pero a diferencia de un jueguito que se baja al teléfono por apenas un dólar, las apps médicas no pueden llegar al público con errores que luego se arreglan con parches.
Una de las pioneras en este nuevo campo es la empresa WellDoc. Su sistema DiabetesManager, aprobado por las autoridades sanitarias estadounidenses, puede usarse a través de un smartphone o una PC y recoge información sobre la dieta del paciente y sus niveles de azúcar en sangre.
Además, la aplicación -que tiene un costo mensual de 100 dólares- ofrece consejos al paciente sobre lo que debería comer para que la glucosa baje en el siguiente conteo. DiabetesManager es una de las pocas aplicaciones (menos de diez) que lograron el permiso de la Administración de Drogas y Alimentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés).
Para John Moore, médico del proyecto de nuevos medios en medicina del Media Lab del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), “evaluar pros y contras de las aplicaciones médicas es todavía muy difícil porque hay que separar el trigo de un montón de paja mayormente inútil. Pero como visión a largo plazo es una idea interesante”, dijo.
La firma MobiSante, que creó un teléfono inteligente con un sistema de ultrasonido integrado, está probando aplicaciones para diabetes, enfermedades cardíacas, reuma y artritis, entre otras dolencias, y permite que los médicos receten las aplicaciones a una lista de pacientes seleccionados. La empresa monitorea si el paciente efectivamente descarga la aplicación, y puede enviarles un recordatorio automático a quienes no lo hayan hecho.
Regulación
No queda aún del todo claro hasta dónde avanzará la regulación de las apps médicas. La FDA planea divulgar a fines de este año un documento con lineamientos generales; otras agencias del gobierno estadounidense se ocuparán de la privacidad y la seguridad de la información médica. “La FDA no pretende obstruir la innovación científica y sólo regulará las aplicaciones que tomen decisiones clínicas o diagnósticas”, según afirmó Bakul Patel, asesor de políticas de ese organismo gubernamental.
Continua Health Alliance es otro grupo industrial que está trabajando para compatibilizar los formatos en los que recolectan la información los distintos dispositivos, para que los pacientes puedan mover la información de una aplicación a otra. Y también está el problema de las aplicaciones que sólo están disponibles para ciertos tipos de celulares. Después de todo, esto recién empieza.
LA NACION