Cómo descubrir otros nichos

Cómo descubrir otros nichos

Por Ángeles Thorne
Si algo distingue a los emprendedores es su vocación para descubrir alternativas de negocios. “Están muy informados sobre lo que pasa en la industria a nivel global, atentos a necesidades no resueltas”, opina Raquel Arévalo, Service Manager de Endeavor Argentina. Como herramientas claves de un emprendedor, Arévalo identifica: la capacidad de escuchar, de preguntar, de aprender, de tener una propuesta clara y de poder ejecutarla. Y, para ello, el sector de la tecnología resulta el más receptivo, ya que “no requiere, en muchos casos, inversiones elevadas para comenzar”.
Entre los emprendimientos que han logrado escalar y crecer globalmente, se encuentran agregados a soluciones existentes, funcionalidades que permitan analizar o estudiar más información, mejoras para visualizar datos, detección de fallas en sistemas de seguridad, moderación de contenidos, respuestas a través de agentes robot y generación de eficiencias en usos de tecnología para grandes firmas.
Es el caso de Indarra, emprendimiento abocado al desarrollo de indumentaria innovadora, integrando tecnología y tratamientos avanzados, mediante el uso de materiales naturales, biodegradables y/o de fuente renovable. “Las prendas son el reflejo de la era de tecnológica que vivimos”, dice Julieta Gayoso, impulsora de la firma.
La innovación se plasma en la integración de microelectrónica en los textiles, que provee ropa con capacidad de control de dispositivos (celulares, iPod, por ejemplo) y en los tratamientos de micro encapsulados en telas para indumentaria con protección contra rayos UV, repelentes de insectos, anti mancha, secado rápido. “Elegí el mercado textil porque me crié en ese rubro”, enfatiza la creativa.
Internet fue su primera fuente de información a través de revistas especializadas, universidades y empresas con desarrollos en textiles. Le siguieron charlas y congresos y, una tras armar el proyecto base, la colaboración de amigos profesionales que ayudaron a pulir ideas. “Lo bueno de estar muy entusiasmado con tu emprendimiento, es que surgen espontáneamente personas que colaboran desde sus especialidades”, agrega.
Hoy los productos de Indarra, se comercializan a través de su web site y de ferias especializadas y a través de exportación a varios países de América y Europa. Como start-up, se abocan también a proyectos de investigación y desarrollo, además de capacitación y formación, su aplicación e innovación. La firma proyecta una facturación de alrededor de $ 1 millón para 2012.

Cómo descubrir oportunidades
Matías Rozenfarb, fundador de KeepCon, ideó el proyecto con sus socios por las ganas de desarrollar tecnología que aplicara a algún modelo de negocios ya existente en Internet. Un viaje por Europa y el encuentro con un moderador francés fue el disparador para pensar cómo automatizar la moderación de contenidos para la Web 2.0, desarrollando tecnología de punta.
“Hicimos nuestra propia investigación de mercado, un análisis de factibilidad y la planificación del proyecto, para, finalmente, tomar la decisión de renunciar a nuestros empleos e invertir dinero propio”, relata Rozenfarb.
Arrancaron en 2008 con poco capital y mucha incertidumbre. Hoy, KeepCon está integrado por 30 personas, ya recibieron dos rondas de inversión y tienen más de 30 clientes provenientes de España, los EE.UU., Brasil, Ecuador, Venezuela y la Argentina. La facturación interanual crece a un ritmo del 200% desde 2009. “Abrimos oficinas en Barcelona, y San Pablo y el ritmo de trabajo crece de manera exponencial”, detalla el emprendedor.
Más allá de analizar los modelo de negocios, Rozenfarb sugiere a quienes buscan oportunidades innovadores a que se pregunten y repregunten todas las cuestiones para validar el nicho que han encontrado: barreras de entrada, competidores, dificultades propias para desarrollar el servicio/producto más rápido y mejhor que ningún otro, poder de ejecución y dinero para llevar adelante el proyecto. “Y, por último, la dupla pasión-convicción necesaria para tener la motivación suficiente para convencer a clientes-aliados-inversores del proyecto”, resume Rozenfarb.
Diego Pasjalidis, director de Consultoría y Desarrollo Emprendedor de Escuela de Negocios Materiabiz, considera que, usualmente, las empresas de un mismo sector se orientan al mismo grupo de consumidores, satisfacen las mismas necesidades, ofrecen los mismos atributos, lo que termina atentando contra el negocio.
Para evitarlo, el experto sugiere hacerse la siguiente prgunta: ¿Por qué hay gente que no compra nuestro producto o servicio? “Si logramos responder eso, encontraremos un espacio de mercado no explotado: seremos únicos”, sentencia Pasjalidis.
Para encontrar ideas originales, Pasjalidis invita a estar alerta a las necesidades insatisfechas. “No se queden con los que todos ven de un negocio, fuercen generar nuevas miradas”, alienta. Las mejores ideas de negocios son las que solucionan problemas o satisfacen necesidades de mejor forma más fácil, más rápida, más económica.

Colocar al cliente primero
Ricardo Rodríguez, director del Programa Marketing Estratégico del Área de Educación Ejecutiva de la Universidad Torcuato Di Tella (UTDT) sugiere la observación y recomienda empezar por segmentos de alto valor, que generan margen y flujo más rápido.
En cuanto a innovar con ideas que den resultado, Rodríguez se inclina por colocar al cliente primero, entender sus procesos, la forma en la que compra y consume. “No pensar en el producto primero, no salir a encontrar clientes para el producto que ya fabricó, sino fabricar productos/servicios para los clientes que están allí en el mercado”, explica y resume: “Todo el resto (socios, dinero, contactos, mercados, proveedores, clientes) están allí afuera, esperando que un emprendedor los ‘una’ con su pasión”, sostiene. De lo que se trata, entonces, es de abrir los ojos, mirar desde todos los puntos de vista posibles, escuchar todas las opiniones y no cerrarse a nada, concluye.
EL CRONISTA