Infidelidad 2.0

Infidelidad 2.0

Por Guillermo Courau
La semana pasada, la Sala M de la Cámara Civil bonaerense rechazó una acusación de adulterio de un hombre a su supuesta esposa infiel. La Justicia entendió que los mails eróticos que la mujer había mandado, y que habían sido presentados como prueba, no bastaban para probar la acusación. Si no hay relación carnal, no hay adulterio.
El fallo, hasta ahora sin precedentes, no sólo sirvió para dejar más tranquila a la dama en cuestión, sino también para colocar en el eje del debate a Internet como el nuevo y poderoso vehículo para la concreción de una infidelidad. El asunto tiene su lógica cuando se analiza que históricamente fueron  los círculos sociales el terreno fértil para un romance de ocasión, una relación paralela o incluso una doble vida. Y hoy, cuando el mundo virtual ha acaparado y casi monopolizado las interacciones entre las personas, es natural que se convierta en el lugar ideal para el armado de la “trampa”.
Si bien el fenómeno reviste un inusitado interés, tampoco se puede decir que sea nuevo. Las salas de chat, la mensajería instantánea (donde mucho antes que el MSN, el ICQ mandaba en cuestiones piratas) y actualmente las redes sociales han sido y son los lugares de convergencia de hombres y mujeres con aspiraciones a la “canita al aire”. Pero hay una diferencia. En el último año han aparecido nuevas opciones orientadas específicamente al escarceo extramatrimonial. Ya no se trata de una interacción general que eventualmente puede convertirse en un amor prohibido. Ahora existen sitios donde el que entra sabe exactamente qué va a buscar, a quién y para qué. Una vez en ellos, es sólo cuestión de minutos u horas encontrarlo.

Doble vida
La infidelidad organizada es el nuevo signo de los tiempos. Y más allá de lo bien o mal que hable esto de nosotros como sociedad, lo cierto es que es un fenómeno innegable. No solamente en la Argentina, sino también en otras partes del mundo, el negocio del sexo sin compromiso crece ostensiblemente. Una de las páginas pioneras en este tipo de oferta es Ashley Madison (www.ashleymadison.com), que al momento de escribir esta nota acusaba más de once millones de miembros de todo el mundo, seducidos por el eslogan: “La vida es corta, tenga una aventura”. Con registrarse y poner las características del objetivo buscado, alcanza y sobra.
Más modesto, pero con idéntico espíritu, en España nació Romance Oculto (www.romanceoculto.com). Aunque la oferta de este sitio se concentra en aquellos residentes de la Madre Patria, sorprenden en su catálogo hombres y mujeres de la Argentina, tal vez seducidos por la congregación de usuarios hispanoparlantes. En ambos casos (como también en los que se reseñarán a continuación) no se trata de encontrar el amor de la vida que mitigue esa sensación de paranoia y soledad. Para nada. Estos sitios están orientados a personas casadas o con un compromiso estable en busca de un poco de adrenalina. La mecánica es simple: luego del proceso de incripción, el sistema busca contactos compatibles. Una vez hallados, se intercambian los datos, y lo virtual pasa a ser real.
La infidelidad hecha negocio, y a la vista de todos. Y tan grande es ese negocio como para traspasar fronteras y pisar fuerte hoy en el Cono Sur.

Idioma Universal
Second Love  (www.secondlove.com.ar) nació en 2008 en los Países Bajos, y muy pronto se diseminó por toda Europa. En 2011 llegó a Latinoamérica, y hoy entre Brasil, Argentina, Chile y México la red cuenta con más de 200 mil usuarios. A pesar de que el porcentaje de hombres inscriptos es superior en relación a las mujeres, Second Love no descuida a su público femenino, y así las recibe desde la página inicial: “¿Sientes que a veces no estás segura de tus sentimientos y que tu vida se está convirtiendo en una constante rutina? Sabes que no quieres un cambio radical en tu vida, pero sí necesitas algo nuevo, diferente y solo para ti. Rompe con tanta rutina y haz algo atrevido. La vida es corta: regálate un Second Love”. De acuerdo a estudios recientes, el 80 por ciento de las mujeres casadas estarían dispuestas a engañar a sus maridos, así que no es extraño que esta página busque convencerlas para sumarse a ella.
Compitiéndole cabeza a cabeza por el primer lugar del podio adúltero local se encuentra Ohhtel (www.ohhtel.com), otra página nacida en el exterior que, aunque llegó hace muy poco a la Argentina, tuvo un crecimiento notable en cantidad de usuarios. Las condiciones son similares a Second Love, pero la oferta local es más sólida.
Cierra la lista una web conocida popularmente como 
“El Facebook de los infieles”. Se llama Gleeden (www.gleeden.com) y es toda una red social armada en torno al encuentro de personas casadas. Fotos, perfiles, mensajes, regalos, todo lo que es habitual en este tipo de comunidades pero en este caso (y de acuerdo a lo que reza su descrpición), en “el primer sitio de encuentros extraconyugales pensado por mujeres”. Una frase más que convincente a juzgar por su casi un millón de miembros que se conectan diariamente.

Seguros contra terceros
Aunque se puede pensar que los avances tecnológicos únicamente promueven las relaciones prohibidas, esto no es cierto. En la vereda de enfrente se sitúan aquellos recursos utilizados específicamente para lo contrario: descubrir a los piratas. Entre los más usados por aquellos que sospechan una mala conducta en su pareja se encuentran los keyloggers (que pueden ser un programa o una pieza de hardware). Estos programitas se encargan de registrar y guardar “silenciosamente” toda pulsación en el teclado de la computadora. El archivo resultante queda en la PC, o en algunos casos puede enviarse por Internet a una dirección específica.
Más complejos pero también más efectivos son los programas de monitoreo, 
entre los que se destaca 
007 Spy Software (www.e-spy-software.com). Este doft pago no solamente puede registrar lo que hace el teclado de la computadora donde fue instalado, sino también capturar chats, sacar fotos de la pantalla cada cierto intervalo de tiempo, registrar qué aplicaciones, carpetas o archivos se abrieron, etcétera. Nuevamente, la lista resultante se puede enviar a un destinatario de correo específico para su control a distancia.
Y si sospechamos que las cosas entre nuestra pareja y su amigo/a virtual pasaron de los dichos a los hechos, TeboCam
(teboweb.com/WebCam.html) permite tener un verdadero centro de vigilancia casero. Este programa activa discretamente la webcam del equipo cada vez que registra movimiento en el cuarto, captura las escenas y las envía a una dirección de correo electrónico previamente configurada.
Los caminos se allanaron. El anonimato, la impunidad, la reducción del riesgo o peligro a ser vistos y descubiertos dio lugar a esta nueva Infidelidad 2.0. Ahora parece que todo es mucho más fácil, sin embargo sin sentimiento o necesidad nada de lo anterior sirve. Como siempre, la última palabra la tenemos nosotros, y eso es algo que se ha mantenido inalterable al paso del tiempo.
REVISTA DEBATE