27 Oct ¿Hasta cuándo?
Por Sebastián Cutugno
La Copa UTTA significó (y significa) levantar bien alto dos banderas que cualquiera que sea bien nacido no debería dejar nunca de lado: la de la dignidad y la del “se puede”. La dignidad por partida doble, porque los trabajadores, históricamente el sector más postergado de la hípica nacional, pasó a tener protagonismo, y gracias a su participación efectiva (y en efectivo) se ubicó en la cresta de la ola. La del “se puede”, porque con el aporte de un gremio bien manejado y una obra social que hace bien los deberes, el turf del interior recuperó la alegría.
Pero los “popes” del turf chacarero parecen no haberse dado cuenta de la lucha de los trabajadores, para que, de una vez por todas, la hípica de tierra adentro sea auténticamente federal. Y suena lógico, ya que dichos popes no logran romper viejos lazos que de alguna manera los atan a la creencia de que los hipódromos centrales son “amigos” del turf del interior. Pero no suena lógico que los profesionales, periodistas y todos aquellos que viven del caballo, miren hacía otro lado y no se manifiesten ante un nuevo avasallamiento de los “poderosos”. ¿En qué mente cabe que la Copa UTTA, con todo su mensaje libertario, no tenga simulcasting en su país y tenga que recurrir a Maroñas para mostrar su grandeza? ¿Por qué los dirigentes de siempre niegan el apoyo a tan magno evento? ¿Por qué, y esto es lo más doloroso, la gente de tierra adentro no sale a enfrentar este atropello que, seguro, debe hacer que la gente de la UTTA esté pensando, seriamente, si vale la pena seguir?
El próximo domingo la Copa nos visita, y todo es fiesta en la tierra del sol y del buen vino. Pero no debemos dejar de lado, ni siquiera por un instante, que esto es una lucha en contra de un turf unitario, que lo único que está logrando es que el nivel del deporte de los reyes esté por el piso (sino que se remitan a los resultados de los últimos clásicos internacionales que, por lo general, quedan en poder de caballos extranjeros).
Hoy, lo único que importa es vender boletos, no importa la calidad de las carreras. Mientras más anotados haya (y en esto colabora mucho el interior), más lindo para recaudar fondos. El INTERIOR no debe perder de vista que es ahora o nunca. Debe aprovechar la aparición de los trabajadores que se animaron a intentar el cambio porque, esto está más que claro, si la dejamos pasar, seguramente no habrá otra oportunidad. Este humilde “chupatintas” todo partido, sin dudarlo un momento, por la dignidad y el crecimiento del turf del interior: simulcasting ya para la Copa UTTA. Basta de atropellos del poder central. Ustedes, amigos chacareros, tienen la palabra.
REVISTA ALMA BURRERA