06 Oct Araceli González: “me divierten los desafíos”
Por Mariel Diez
Después de una larga pausa regresa a la TV con un ciclo de entrevistas en Utilísima. ¿Qué piensan los hombres? la coloca en el rol de entrevistadora, algo que la divierte y le genera respeto al mismo tiempo. Una vez más, Araceli sorprende con una nueva faceta.
¿Cómo llegó esta propuesta del ciclo de entrevistas?
El año pasado hice cuentos para niños junto a Editorial Atlántida, entonces una persona que trabaja allí sabía que yo estaba en busca de un programa de entrevistas, de hacer algo vinculado con las inquietudes que tengo en la vida. Como la editorial le iba a hacer la revista a Utilísima, tuvimos una reunión y a partir de noviembre pasado empezamos a trabajar. Me encanto la idea porque lo bueno de esto, de estar en un canal de cable, es que uno trabaja mucho más relajado. No hay tanta obsesión por el rating y se trabaja con mucho profesionalismo.
¿Y por qué los hombres como objetivo?
En un principio no iba a ser sobre hombres. Iba a ser en mi casa, donde recibía al invitado y le cocinaba, porque a mí me gusta cocinar. Después fue cambiando porque empezó a tener como una apertura mucho mas internacional ya que se va a ver en toda Latinoamérica, en los Estados Unidos y España. A partir de ahí empezamos a buscar gente de todo el continente americano y pensamos que sería bueno que solo sean hombres para darle una impronta distinta.
¿No te da pudor a veces preguntarles ciertas cosas?
El programa está hecho a mi medida, o sea que, pregunto lo que a mí me parece que tengo que preguntar. Soy muy respetuosa por¬que al ser conocida hay cosas que no me gustan que me pregunten. La idea es que ellos se relajen, que podamos ver un costado que no estamos acostumbrados a ver. El hombre, cuando se relaja, es muy seductor, porque ves su parte patenta, su parte más sensible, y es mucho más humano verlos así. A mí me gusta.
¿Hay una guía de preguntas que les haces a todos?
Hay una guía que para todos es igual. Al final hay una pregunta que ellos me hacen a mí, y eso es muy divertido.
¿Y hasta ahora qué fue lo más raro que te preguntaron?
¿Por qué las mujeres somos tan manipuladoras?” (risas) Me dejo un poco descolocada.
Y ahora que estás en esta especie de rol de entrevistadora te hace ver a los periodistas que vienen a entrevistarte de otra forma…
Lo más divertido es que no soy periodista, entonces lo hago desde un lugar muy relajado. Realmente quiero conocer al ser humano, y siempre hay un punto de interés o un punto de conexión con él.
¿Y te da un poco de pavor dar este primer paso, como entrevistadora, para toda América Latina?
¿Sabes que no? Me gustan los desafíos, me aburre hacer siempre lo mismo. Por ejemplo, me cuentan d ela presentación que van a hacer en toda Latinoamérica, y para mí es muy fuerte, pero a la vez es un desafío entrar en un nuevo mercado. Está buena esa sensación de vértigo, de ver qué pasa, y que me pregunten cosas porque no me conocen.
¿Alguna vez te googleaste a vos misma?
Sí. Me pasó hace poco que fui a NASCAR a hacer una entrevista a Juan Pablo Montoya y había un periodista deportivo. Como me vio que me estaba maquillando me preguntó qué venía a hacer. Le contesté que venía a hacer una entrevista, y me dijo: “Escribime tu nombre en Google”. Apenas lo hice, salí en pelotas en todos lados (risas). Pensaba: “¡Por Dios! ¡Qué papelón!”. Nunca sale “Escribió 3 libros infantiles”. Todo era campañas de ropa interior. El tipo se quedó duro, me miró y después quería que tomemos un café.
¿Qué es lo que más te sorprendió que esté en Internet de vos?
La verdad es que no sé, todo lo que sale es lo que realmente hice. Quizá la cantidad de veces que me embarazaron. En un año me embarazaron un montón de veces, no sé cuántos crios tengo ya (risas).
¿Sentís que estás así corriéndote del lugar de actriz y modelo para entrar más en el rol de conductora de televisión?
Realizar este tipo de notas, donde hacemos mucha producción de fotos, me gusta por¬que tiene que ver con mis inicios, y me es divertido jugar y hacer personajes. Como modelo, una vez intenté salirme cuando empecé a hacer televisión en La banda del Golden Rocket, pero después volví. Me encanta, me divierte. Hacer publicidades, hacer gráficas, es algo que me gusta.
Mostraste un rol de empresaria muy pujante últimamente. Tenes un perfume, una línea de ropa interior… ¿Te agobia hacer tanto?
No. Me encanta poder hablar 10 temas a la vez (risas). Anoto todas las llamadas que tengo que hacer en el día y es muy gracioso, desde el plomero hasta el productor.
¿Todavía tenes tiempo para hablar con el plomero?
Soy muy obsesiva con mi casa, hablo con todos los gremios. Me gusta que mi casa esté perfecta, divina. Desde ir a la florería hasta armar los jarrones. Me encanta ir al supermercado, pasear por las góndolas y que no me molesten (risas).
Sos muy hogareña y te encanta estar con los chicos. Ahora que estás viajando tanto, ¿sufrís mucho?
Sí. Fabi (Mazzei), por ejemplo, está haciendo 39 escalones en teatro, y hace como 6 meses que entre lo que hace para la RAÍ en Italia y la gira, sólo está en casa 2 días. Yo cada 10 días me voy por dos semanas, y a veces me angustia. Me gusta que todos trabajemos, pero a la noche quiero llegar a casa y cenar con todos. Mi casa me ordena, es mi base. Cuando siento que llego a casa y a Fabi, quizá, por 5 días no lo veo, y luego tengo que dejar a mi hijo, y mi hija que se fue a Boston 3 meses, y quizá se vaya 4 años… Eso a mí me descontrola. Ellos me equilibran, me bajan, me tranquilizan.
¿A Flor la extrañas mucho?
Muchísimo, sí. No soy pegada porque ya está grande, tiene su vida. Pero también me gusta saber que si quiero verla, puedo.
¿Y usásSkype…?
Sí, Skype, Twitter, Facebook, mensajes de texto, WhatsApp, todos los medios de comunicación posibles. Pero no soy una madre castradora en ese sentido. Me encanta que ella amplíe sus estudios y que pueda hacer distintas experiencias. Ella hace cosas que me hubiesen encantado hacer, pero mi historia fue diferente. Me encanta lo que está haciendo por más que la extrañe.
Cuando hablas de ella se nota que la admiras.
Muchísimo. Es una persona que, por su corta edad, ha pasado por diferentes cosas. Mucho desengaño. Fue una persona que tuvo una entereza muy importante desde muy joven. Ella escucha, sabe lo que quiere, va a la búsqueda de lo que desea Y Toto es igual. Me parece que trabajé bien con ellos (risas).
Hace ya 5 años que estás con Fabián. Tuviste relaciones largas, muy profundas y comprometidas. ¿Te da vértigo qué puede pasar con él?
No, esta es la que menos vértigo me da. Esta relación es la más relajada que tuve, no hay que hacer ningún tipo de esfuerzo. Creo que tiene que ver con la edad, con la experiencia que uno ya tiene y sabe lo que no quiere repetir. Fabi es un gran compañero de vida y eso es muy difícil de encontrar hoy. Tampoco es un hombre que exige. Si tenes unos kilitos de más te dice: “Gordita, ya lo vas a bajar”. No es un tipo que mira, calcula si te salió un poco de celulitis. Es muy cuidadoso. Yo también soy así con él. Conocí a un hombre que no tiene hijos, entonces mis hijos para él son muy importantes.
¿Sentís que a él, en algún momento, el no tener hijos le va a pesar?
Yo creo que no, porque Fabi está en una edad avanzada (risas). Muchas veces hablamos de esa posibilidad, pero ya tuve mis dos hijos, estoy en otra etapa. Obvio que si viene antes de que se me vaya el reloj biológico va a estar todo bien, pero así estamos bien.
REVISTA MIRADAS