20 Oct Antes de viajar, una pequeña ayuda virtual
Por Manuel Castrillón
Observo absorto, a mi izquierda, los muros del Kremlin. Al frente, el Mausoleo de Lenin. Giro y me encuentro ante las cúpulas acebolladas de San Basilio. Tomo por la calle Varvarka para ir a la Casa-Museo de los Boyardos Romanov.
Hago un clic y estoy en París caminando por los Champs Elysées. Cliqueo de vuelta y me encuentro transitando por la avenida Broadway hacia Time Square, en Nueva York, tratando de elegir una obra de teatro de entre las decenas de opciones que hay en esta arteria de la Gran Manzana.
¿Teletransportación? ¿Magia? No, la virtualidad que ofrece Google con su herramienta Street View , disponible en PC y smartphones que utilizan Android como sistema operativo. En este último caso se necesita poseer una cuenta de datos. El smartphone se convierte en un guía de turismo digital a tiempo completo.
El Street View es un instrumento para paladear de antemano un viaje y planear qué ruta callejera nos gustaría hacer en nuestro próximo tour por una ciudad de Europa, América del Norte o Asia. También para alimentar la nostalgia o recordar hermosos paseos por otros países.
Pero también nos ayuda a saber cómo es el acceso a un hotel, una casa de huéspedes o un restaurante. También nos permite tener alguna idea de cómo es el barrio en que nos vamos a alojar. No sea que terminemos en un lugar abandonado de la mano de Dios. ¿Podré entrar a ese hostel con el carrito del bebe si hay una escalera inmensa?
A esta función podemos acceder tanto desde Google Maps como del Google Earth, y es gratis.
Pese a no costarle ni un peso al usuario, Google ha armado una red mundial de vehículos y carritos manejados manualmente por técnicos que recorren las ciudades tomando millones de fotos al nivel del suelo, que son, en definitiva, un gigantesco y casi infinito rompecabezas de imágenes que serán por donde nosotros anticiparemos un viaje o lo recordaremos. Si usamos el Google Earth como medio podremos, además, grabar como video el trayecto virtual que hicimos y reproducirlo cuando queramos.
De estas imágenes, si se toman el trabajo de mirarlas con detenimiento se podrá advertir que se han pixelado o borrado los rostros de los transeúntes y las chapas de los vehículos. No sea cosa que el Street View muestre personas que no deberían estar acompañadas o en algunos lugares determinados. A ver si la tecnología es también cómplice de detectives privados dedicados a problemas conyugales.
Mr. Pegman no ha llegado
No todas las ciudades del mundo pueden visitarse con el Street View. Para conocer cuál de ellas tiene esta función en forma rápida -por ejemplo, ni Buenos Aires ni otras ciudades de la Argentina pueden recorrerse aún de esta manera- tendremos que observar si existe a la izquierda o a la derecha un pequeño personaje anaranjado bautizado por sus creadores como Mr. Pegman , algo así como el Sr. Broche para la Ropa.
Si esto es así, cuando cliqueamos sobre Mr. Pegman aparecen trazas de las calles que se ponen azul. Lo arrastramos hacia cualquiera de ellas. Allí comienza nuestro recorrido a la altura de la superficie. Con la ruedita del mouse avanzaremos o iremos en el sentido opuesto, siguiendo cualquier línea amarilla que aparezca pintada en el piso. También se puede agregar o quitar las indicaciones que tenemos en pantalla, y que en la vida real no vemos.
En el caso de usar Street View desde el Google Maps, si presionamos el botón derecho del mouse sobre cualquier punto veremos que se despliega un menú en el que se ofrece la posibilidad de emprender un recorrido en 3D. Con cualquier TV 3D podremos ver estas travesías en tres dimensiones. Sin embargo, quien esto escribe probó la función con una pantalla común, con unos anteojos bicolores (azul y rojo) y, aunque con ciertos fantasmas, se percibía el volumen de edificios, vehículos y personas.
Nokia, en camino
Si vamos a http://maps.nokia.com/3D encontramos que hay en línea 25 ciudades con recorridos virtuales a la altura del vuelo de un pájaro. Hasta hace unas semanas se ofrecía en la mitad de ellas la posibilidad de caminar en forma similar a lo que encontramos en Street View , pero al cierre de esta edición no era posible hacerlo. No pudo obtenerse precisiones oficiales de cuándo se repondría el servicio, aunque se anunció que sí se haría.
Mientras tanto, Barcelona, Berlín, Londres, Florencia, Las Vegas, Madrid y Viena son algunas de las ciudades que podemos recorrer como si fuera a 100 m del suelo. ¿Cuál será el próximo paso? Es difícil decirlo dada la velocidad a la que avanza la tecnología, pero tal vez será la realidad virtual. ¿Recorrer una Londres o Nueva York virtual?
Inmersión total
¿Recuerdan el cuento de Ray Bradbury La pradera o La sabana , del clásico El hombre ilustrado ? En él, en un futuro indeterminado, en los hogares no sería difícil encontrar un playroom, pero con una característica particular: la realidad virtual llegaría hasta el extremo de que la imaginación se confundiría con los hechos reales.
Hace unos días, la BBC publicó en su versión online una nota ( http://bbc.in/RPcmmO ) sobre el patentamiento por parte de Microsoft de un sistema que permite proyectar imágenes del videojuego en la sala donde está el jugador. También habla sobre un proyecto de Sony para un dispositivo o casco con pantallas en su interior y una cámara afuera para transmitir lo que ocurre en el exterior. Si sirve para videojuegos, puede hacerlo también para el turismo virtual.
Hasta ahora, los cascos de realidad virtual han sido impracticables por su peso, lo que los hace muy incómodos. Por esto, la solución de Microsoft, que no necesitaría de ellos, sería lo ideal.
Algún día, tal vez, podremos recorrer ciudades a las que fuimos o no. Soñar que uno está de vuelta por la berlinesa Unter den Linden o por la vienesa Grabben. Una recreación de La s abana. Pero sin el peligro y leones que nos puedan molestar.
LA NACION