Una fiesta que tuvo de todo…

Una fiesta que tuvo de todo…

Por César Gonseski
El “pueblo” hípico volvió a mostrar su fuego sagrado. Desafiando a dirigentes temerosos que no se animaron a trasmitir – vía simulcasting— la 8ª edición de serie de La Copa Utta, en San Juan.
A pesar de esa circunstancia la fiesta fue un éxito. Las casi 20.000 almas presentes en el escenario sanjuanino vibraron, primero con el turf, y luego, con todo el “embalaje” que propone la OSPAT de la mano del grupo Miranda.
Esta vez fue el turno del modesto hipódromo cuyano. Un circo que fue fundado en 1942, que cuenta con un parque caballar de sólo 100 animales. Tiene una pista de tierra y piedra con 1744 metros de extensión, donde se lucha constantemente con la geografía de lugar para acondicionar el terreno y así poder varear y correr.
El hipódromo se vistió de gala para recibir a semejante evento. Los esfuerzos humanos se multiplicaron . Y un claro ejemplo fue el de Marcelo Muñoz –uno de los propietarios del crack local Fuerte Señal—que se puso a acomodar autos desde temprano. O la del relator mendocino Mauricio Urquiza, quién se “trepó” a la terraza del comisariato, sin monitor ni prismáticos, y bajo un intenso sol, logró contar las incidencias de las carreras, con un exquisito relato, lleno de emoción. Todo el mundo hacía de todo, para que la jornada resulte inolvidable.
También, los precios y la gastronomía acompañaron el esfuerzo con precios módicos. Las deliciosas empanadas – a $ 30 la docena–, pasteles y las distintas variedades locales tenían muchos adeptos y resultaron el condimento ideal a la hermosas tarde. Emoción tampoco faltó. Y basta relatar lo sucedido en la 5ª carrera donde ganó un tal El Fierita, una carrera simple, con un premio insignificante para las bolsas que se pagan en los máximos; pero ésta victoria sirvió para desatar la algarabía de los tres o cuatros involucrados, que entonados por todo los que se estaba viviendo saltaron una y otra vez locos de contentos mirando para arriba con los puños apretados; como si el cielo entendiera lo que es ganar una carrera. Eso también formó parte de la escenografía de la Copa Utta.
Llegó el turno de la prueba más esperada y el crédito local Fuerte Señal hizo su trabajo desatando la reacción de la parcialidad local.
Fue una fiesta donde hubo de todo y para todos. Y aunque muchos directivos de los máximos no apoyen la difusión de la hípica federal, el turf de la patria grande sigue convocando…
CLARIN