19 Sep El embarazo, clave para la bronquiolitis
Por Fabiola Czubaj
Las infecciones y las deficiencias alimentarias durante el embarazo pueden aumentar la vulnerabilidad de los bebes a desarrollar una infección respiratoria grave en los primeros meses de vida: la bronquiolitis. Por esto ya se está empezando a alentar su prevención desde la gestación.
“Durante muchos años, la pediatría y la infectología estuvieron enfocadas en prevenir el contagio y fortalecer el sistema inmunológico para evitar la infección. Pero en ambas fracasamos. Quizá porque la clave esté en el desarrollo de los pulmones del bebe. Y ese desarrollo está nueve meses en manos del obstetra y unos cuatro en las del pediatra, es decir que [en el período de riesgo] los bebes pasan dos veces más tiempo en manos del obstetra que del pediatra”, señaló el doctor Fernando Polack, director de la Fundación Infant y profesor de la Cátedra César Milstein del Departamento de Pediatría de la Universidad de Vanderbilt (EE.UU.).
Existen más de cinco gérmenes que circulan todo el año y causan esta inflamación y obstrucción de los bronquiolos, pequeñas ramificaciones de los bronquios son las que desembocan en sacos de aire agrupados en racimos o alvéolos. El virus sincicial respiratorio (VSR) encabeza la lista, con la mayor cantidad de casos en los chicos de hasta dos años.
Hasta ahora, el pensamiento tradicional indicaba que la mayoría de los factores de riesgo de la bronquiolitis estaban relacionados con la cantidad de virus a la que había estado expuesto un chico. “Hoy, en cambio, sabemos que en la aparición de la enfermedad también influyen factores como tener muchos hermanos, ir a una guardería a edad temprana o vivir en condiciones de hacinamiento, por ejemplo -dijo Polack-. Pero también empezamos a comprobar que la exposición al humo de cigarrillo es dañina para el desarrollo pulmonar del bebe, no sólo después del embarazo, sino también durante la gestación. O que las toxinas que producen las bacterias maternas tampoco ayudan al crecimiento de los pulmones.”
En cuanto a la alimentación materna, debe ser equilibrada, rica en frutas y verduras. Aún queda por determinar cuáles son los alimentos más protectores para los pulmones en formación, aunque sí está demostrado que lo que come la madre influye sobre ciertos factores de crecimiento pulmonar fetal. “Todavía faltan suficientes datos como para decir qué comer y qué no para ayudar al bebe -aclaró Polack-. Pero si uno piensa que llevar el embarazo a término, controlar las infecciones maternas [urinarias y de la placenta] y no fumar, así como las condiciones de vida de la mujer, son factores tan importantes para el desarrollo pulmonar de los bebes, es lógico pensar que, en el futuro, el primer pediatra será el obstetra.”
Por otro lado, un estudio publicado hoy en Pediatrics y realizado en nuestro país revela que el rinovirus, y no el VSR, es la principal causa de bronquiolitis en los bebes prematuros con muy bajo peso al nacer (menos de 1250 gramos). Más de la mitad de los 119 bebes internados en el Hospital Garrahan y la Maternidad Sardá no recibían leche materna y uno de cada cuatro tenía displasia pulmonar, un trastorno que aumenta el riesgo de desarrollar infecciones respiratorias.
El estudio, en el que participó un equipo de Infant, de la Universidad de Vanderbilt y el Instituto Nacional de Ciencias de la Salud Ambiental de EE.UU., demuestra que los efectos del rinovirus estaban subestimados. “Tiene más de 150 serotipos, así que, probablemente, nunca vayamos a tener una vacuna -aseguró Polack, que dirigió el estudio-. Por lo tanto, hay que promover más la lactancia y mejorar los cuidados en la terapia intensiva. La leche materna puede proteger de todos los virus a la vez a un chico cuyo sistema inmunológico nunca se enfrentó a uno. Probablemente, gran parte de esa protección vaya a completar el crecimiento del pulmón de los bebes.”
LA NACION