Zapateros top

Zapateros top

Por carlina Prioglio
JIMMY CHOO
Es la marca fundada a mediados de los noventa en Londres por el diseñador malayo Jimmy Choo y Tamara Mellon, ex editora de la Vogue británica. Sus zapatos se caracterizan estrictamente por la variedad de estilos, todos muy llamativos, que hoy se extiende al diseño de carteras y a una línea de calzado para hombres, desde 2011. A la firma le encantan las colaboraciones con artistas y fotógrafos: han realizado colecciones cápsula con Nan Goldin, Marilyn Minter y Rob Pruitt. En la última colección primavera-verano 2012, los valores oscilan entre los 500 dólares por unas ballerinas y unas sandalias de gamuza y apliques de piedras de casi 2500.
Cómo seguirlo: www.jimmychoo.com

GEORGINA GOODMAN
Primero se vinculó a la moda a través del periodismo, hasta que a comienzos de la última década se lanzó a hacer lo que más le gustaba: el diseño de zapatos. Y no le va nada mal: sus piezas son favoritas de mujeres como Kate Moss y Gwyneth Paltrow, y han aparecido en revistas como Glamour, Esquire y Harper’s Bazaar. Algunos de los modelos más famosos de la diseñadora inglesa son los que proponen un arco iris de colores en un mismo zapato y los que escriben mensajes a través del diseño (los más conocidos son los que llevan la palabra Love de costado).
Cómo seguirla: www.georginagoodman.com

NICOLAS KIRKWOOD
Luego de trabajar años creando sombreros para Phillip Treacy, a mediados de 2000 decidió que quería dedicarse al diseño de calzado, porque consideraba que no había nadie que realmente dejara volar la imaginación al hacerlo en el mercado. Hoy, el diseñador alemán se ganó un lugar en el universo de la moda con creaciones innovadoras en el uso de materiales, colores y técnicas poco convencionales para la zapatería. Además de tener su propia marca, Kirkwood ha colaborado diseñando accesorios para firmas como Rodarte, Ghost, Pollini y Erdem. Tiene su propia tienda en Londres, pero vende en distintos puntos neurálgicos de la moda en el mundo: en Colettey Maria Luisa, en Barneys y Saks, en 10 Corso Como, Dover Street Market y On Pedder.
Cómo seguirlo: wwww.nicholaskirkwood.com

CHRISTIAN LOUBOUTIN
Desde hace veinte años, su apellido es sinónimo de lujo francés traducido en los zapatos con mayor sex appeal que existen. Cualquiera que sea el modelo, siempre con la característica suela roja y un taco de 12 centímetros, todos están concebidos por el diseñador parisiense para realzar la figura de la mujer. Por eso son tan buscados (Catherine Deneuve, Madonna y la princesa Carolina de Mónaco son fieles clientas) y su valor va desde los 500 dólares hasta casi 7000. Antes de fundar su marca en 1991, Louboutin fue asistente de Roger Vivier, diseñó zapatos para Yves Saint Laurent y Chanel, y hoy asegura que si bien el confort al vestir un par de zapatos es importante, no es el mejor de los halagos que le digan que sus creaciones son cómodas, porque piensa que son mucho más que eso.
Cómo seguirlo: www.christianlouboutin.com

CHARLOTTE DELLAL
Es la creadora de Charlotte Olympia, la firma de zapatos elegida por chicas It, princesas y famosas como Olivia Palermo, Sarah Jessica Parker y Charlotte Casiraghi, la ex novia de su hermano. Lanzó su firma en Londres en 2007, pero antes la diseñadora adquirió experiencia en etiquetas como Ungaro y Giambattista Valli. Fue sólo el puntapié antes de dedicarse de lleno a la creación de zapatos, altísimos y elegantes, que se inspiran en los años dorados de Hollywood y en la estética pin-up de los 50.
Cómo seguirla: www.charlotteolympia.com

MANOLO BLAHNIK
Es uno de los diseñadores de zapatos más prestigiosos. Sus creaciones, conocidas en el mundo de la moda como Manolos, son el accesorio fetiche de mujeres de todo el mundo, entre ellas Marisa Berenson, Sarah Jessica Parker, Dita Von Teese, la princesa Letizia de Asturias y otras que pueden darse el gusto de pagar arriba de 500 dólares por un par de zapatos. Blahnik es considerado como un artesano de la zapatería, muy presente en el desarrollo de cada nuevo modelo que lanza su marca, creada a comienzos de los setenta. Por esos años, en los que abundaban las plataformas, fue que el diseñador -sin un conocimiento formal en el métier e incentivado por la editora Diana Vreeland- se animó a revivir el clásico stiletto, otorgándole el porte elegante y estilizado que convirtió sus zapatos en verdaderas piezas de colección.
Cómo seguirlo: www.manoloblahnik.com
LA NACION