La creación de Twitter desde adentro

La creación de Twitter desde adentro

Por Félix Ramallo
Evan Henshaw-Plath (@rabble) nunca pensó que uno de los desarrollos de los que fue parte se convertiría en un gigante con más de 140 millones de usuarios. Menos que existan celebridades exclusivas de esa plataforma. Ni que las acciones que vendió por u$s 7.000 terminarían valiendo millones. Estamos hablando de Twitter. Y Henshaw fue parte de su creación.
La historia de la red social tiene su génesis en Odeo, una plataforma de radio online, en donde Henshaw fue uno de los principales desarrolladores. “Yo comencé a desarrollar en Ruby On Rails, un lenguaje de código abierto que nadie utilizaba en Silicon Valley. Odeo estaba mirando esta tecnología y pensé que podía ser una buena plataforma”, dijo Henshaw a Infotechnology.com, tras brindar una conferencia en el marco de la Flip-Thinking Session organizada por Globant.
Pero como sucede en el mundo start-up, el emprendimiento fracasó. “Cuando lanzamos la plataforma creíamos que iba a ser un éxito total, pero vimos que no logramos competir contra Apple (por el sistema de podcast de iTunes)”, comenta. Fue ése el momento en el que decidieron empezar de nuevo e iniciaron una serie de hackathons (maratones de desarrollo), en los cuales trabajaban “desde las nueve de la mañana hasta la noche, sin parar”.
De esas sesiones surgió el proyecto que culminaría en la red de microblogging. “La idea era inventar nuevas formas de interacción. Con uno de los equipos hicimos un sistema de mensajería, que fue TxtMob, y de otro grupo surgió la idea de lo que hoy es Twitter”, relató.
En cuanto al futuro de la red de microblogging, el emprendedor comentó que haría cambios si fuera, hoy, su CEO: “Le daría (a los usuarios) la posibilidad de agregar información fuera de los tweets, como qué música están escuchando. Buscaría un balance mayor entre los developers y la plataforma. Igual no sería muy buen CEO de una firma tan grande. Del equipo creador sólo quedan tres en el directorio, la mayoría tiene empresas de desarrollo como yo”.
EL CRONISTA