18 May Un hermético partido neonazi, a un paso del Parlamento griego
Por Renee Maltezou
En el puerto de El Pireo, decenas de hombres jóvenes de cabeza afeitada y remera negra se apiñaron una noche en un pequeño salón para escuchar el sueño del partido Amanecer Dorado: una Grecia expurgada de extranjeros y con sus fronteras selladas y sembradas de minas terrestres.
“Queremos a todos los inmigrantes ilegales fuera de este país. Que se lleven su olor a otra parte”, dijo Frangiscos Poriphis, candidato electoral de este partido ultranacionalista y que se mueve en el total hermetismo.
Amanecer Dorado niega ser un partido neonazi, aunque el año pasado su líder, Nikolaos Mihaloliakos, se haya presentado ante la Legislatura de Atenas con el saludo nazi del brazo extendido. Con su mensaje xenófobo y bolsas de alimentos para algunos de los muchos griegos que pasan necesidades, Amanecer Dorado salió en pocos meses del anonimato y ahora es casi una certeza que ingresará al Parlamento con comodidad en las elecciones de pasado mañana.
Rodeados de libros sobre el nacionalismo y la supremacía aria, la audiencia escuchaba absorta. Sobre las mesas, había panfletos con la leyenda “Ni un solo desempleado en Grecia ni un solo inmigrante ilegal en Grecia”, junto a manifiestos proclamando que “Grecia es de los griegos”.
Fuera del recinto, aquí en El Pireo, 10 kilómetros al sur de Atenas, flamea la bandera de la agrupación: un antiguo símbolo griego parecido a la esvástica sobre un fondo rojo.
Las encuestas de opinión sugieren que Amanecer Dorado podría obtener el 5% de los votos, cómodamente por encima del umbral del 3% necesario para alzarse con un escaño en el Parlamento. Sería una proeza asombrosa para un partido hasta ahora considerado por muchos griegos un grupo marginal de agitadores, que en las elecciones generales de hace tres años consiguió apenas el 0,23% de los votos.
Vinculado a atentados racistas contra los inmigrantes, Amanecer Dorado se prepara para convertirse en el partido de derecha más extremista que haya ocupado una banca en el Parlamento desde el retorno de Grecia a la democracia, tras la caída de la dictadura militar, en 1974.
Contra los inmigrantes
El discurso de Amanecer Dorado tiene repercusión entre los griegos que culpan del aumento del delito a los cientos de miles de inmigrantes que se filtran en masa al país a través de sus porosas fronteras.
Nueve de cada 10 inmigrantes ilegales que ingresaron en la Unión Europea (UE) en 2010 lo hicieron a través de Grecia, mayormente desde Turquía, por tierra o por mar. El año pasado, Italia se llevó el primer puesto debido al súbito incremento de gente que escapaba de la agitación de la Primavera Arabe.
Sin embargo, entre legales e ilegales, Grecia tiene un millón de inmigrantes, sobre una población total de 11 millones de habitantes.
Los “manteros” provenientes de Africa Occidental son moneda corriente en las calles de Atenas, en su eterno juego del gato y el ratón con la policía. Sin embargo, también hay muchos que son de Afganistán, Paquistán y el norte de África, y que esperan abrirse camino hacia las economías más prósperas del norte de la UE, donde hay trabajo.
Los esfuerzos comunitarios con las bases populares y el discurso contra la política que esgrime el partido también le han ganado seguidores entre los griegos que están enfurecidos con toda la clase política, a la que consideran corrupta y que sólo sirve a sus propios intereses, según afirman los analistas.
Con sucesivos paquetes de recortes a los salarios y las jubilaciones para intentar salvar al país de la quiebra, Grecia está sumida en su peor recesión desde la Segunda Guerra.
“No es que los griegos se hayan vuelto de derecha de la noche a la mañana”, dijo Thomas Gerakis, jefe del grupo de encuestadores Marc. “Simplemente quieren enviarle un mensaje al sistema político.”
Los candidatos de Amanecer Dorado no son políticos de carrera: hay granjeros, trabajadores y militares retirados. “Amanecer Dorado tiene la ventaja de ser invisible”, dijo un analista político, que prefirió no identificarse. “Aparte de Mihaloliakos, ni siquiera yo, que trabajo de esto, conozco las caras del resto de los miembros del partido. Eso para ellos funciona como un escudo de protección.”
En los barrios populares de Atenas, Amanecer Dorado viene trabajando en silencio para consolidarse como una cara solidaria y confiable entre los griegos más golpeados por la crisis que se sientan abandonados por el Estado.
Hace más de un año que los militantes del partido reparten entre las familias necesitadas bolsas con arroz, fideos, aceite y ropa, que llevan la leyenda “Yo voto por Amanecer Dorado para limpiar el país”.
Katerina Karousi, ex votante del socialismo de 76 años y paciente de cáncer, rompió en llanto cuando los miembros del partido se presentaron en la puerta de su casa con bolsas de alimentos, el viernes pasado por la mañana.
“Me enteré de que están haciendo cosas buenas por la gente. ¿Por qué no votarlos?”, dijo su esposo, Andreas Karoussis, de 79 años.
Además de su abierto rechazo a los inmigrantes, la agrupación siente poca simpatía por la clase política. Según ellos, los políticos que están detrás de la crisis de Grecia deben ser llevados frente a un tribunal especial de justicia, encarcelados y embargados, mientras que todos los griegos que se rehúsen a hacer el servicio militar deben ser despojados de su ciudadanía y enviados al exilio.
“Jamás de los jamases pactaremos con los poderosos que estén detrás del rescate financiero. ¡La guerra es hasta el fin! ¡Vamos a recuperar nuestra patria!”, dijo Mihaloliakos el mes pasado, frente a una audiencia que lo ovacionaba.
LA NACION