17 May Murió Humberto Volando
El gremialismo rural, en general, y la Federación Agraria Argentina (FAA), en particular, perdieron a uno de sus dirigentes más importantes. A los 84 años, murió Humberto Volando.
Don Humberto, tal como lo conocían sus compañeros federados, había nacido en James Craik, pequeña población ubicada poco más de cien kilómetros al sur de la ciudad de Córdoba, el 22 de mayo de 1927.
Quien fue presidente por 25 años consecutivos de la FAA comenzó a trabajar desde muy chico en la pequeña chacra que sus padres, inmigrantes italianos, habían comprado a 17 kilómetros de su pueblo natal. A los 7 años ya se dedicaba a la cosecha de granos y luego, cuando su padre puso un pequeño tambo, comenzó a ordeñar.
También trabajó de boyero: “Como no había alambrados, su trabajo era vigilar para que no se escaparan las vacas y los chanchos”, recordó ayer a La Nacion José Luis, uno de sus hijos.
No bien cumplió 18 años y obtuvo su libreta de enrolamiento, se afilió al Partido Demócrata, fuerza política local de la provincia de Córdoba. Su paso como dirigente de la Cooperativa Agrícola de James Craik fue el trampolín para asociarse a la FAA en 1954.
Como sólo pudo completar sexto grado, su reconocida capacidad intelectual se debió a que don Humberto “fue un autodidacta”. Fue un gran lector, y como ejemplo recordó su hijo que cuando su padre regresaba de las habituales diligencias que debía realizar en el pueblo, se subía al sulki y dejaba que su caballo lo llevara al campo, mientras él se leía todo el diario para llegar bien informado a su casa.
Pero no leía uno, sino cuatro o cinco diarios por día, de manera muy rigurosa, y “a eso le sumaba una gran capacidad de interpretar esa información, como muy pocos lo hacían”, acotó el actual conductor de la FAA, Eduardo Buzzi, quien lo recordó además como “una persona muy carismática, con un gran conocimiento de la realidad política y económica de nuestro país”.
Desde 1971 hasta 1996, ocupó la presidencia de la FAA en forma ininterrumpida. Su incansable lucha, su coherencia y su compromiso con la causa chacarera fueron un ejemplo de militancia y solidaridad para pequeños y medianos productores.
Durante su gestión se destacó por enfrentarse públicamente a la dictadura militar entre 1976 y 1983. En los años noventa, lideró una multitudinaria marcha a la Plaza de Mayo en repudio a las privatizaciones fomentadas por el entonces presidente Carlos Menem , recordada como “El grito del interior”.
Renunció para asumir en 1997 el cargo de diputado nacional por el Frepaso, lugar desde donde continuó su lucha en defensa de los pequeños productores y del campo argentino.
A él se le atribuye también la histórica frase: “El país se recuperará con el campo, nunca sin el campo y menos aún contra el campo”, que volvió a resonar en la Argentina en el conflicto del Gobierno con el agro en 2008.
Estaba casado con Elina Lucía Volando (que era una pariente lejana), con quien tuvo tres hijos, Liliana Andrea, José Luis y Marcela Beatriz, y siete nietos.
LA NACION