14 May HARBOR SONG, en el lugar de Gameiro…
Por Pablo F. Gallo
Una jornada de clima primaveral en el Hipódromo de Tandil. El más antiguo de Sudamérica, reabierto en 2005 tras 20 años de silencio. Y un aceptable marco de público, aunque no el merecido para una nueva realización de la Copa UTTA, la tercera del actual anuario. En este punto vale detenerse, porque el compromiso de cada dirigencia lugareña con el evento resultará decisivo en el devenir del torneo federal, ya arraigado, afianzado y en vías de multiplicar sus frutos. Una cosecha que desborda el mero plano hípico y trasciende hasta los límites de lo esencial en la vida de las personas, si entendemos la solidaridad como un concepto medular.
Luego del almuerzo, llegó la esperada elección de la Reina del Turf, donde el “Galgo” Libré, la queridísima Estela Frutos –radicada en Mar del Plata– y Ricardo Solaro –uno de los hombres fuertes de UTTA Paraná- presidieron el jurado, presentado por la arrolladora simpatía de María Susini y la chispa inconfundible del crack Diego Romero, quien sigue sobrando estas pampas.
Después de la primea pasada de las pibas, subieron al escenario los niños del Jardín 902 acompañados por su Directora Claudia Fuentes, agradeciendo la entrega de sillas para los chicos. Y acto seguido, Mario Raimondi, uno de los titulares del Centro de Referencia “La Tribu”, expresó su gratitud por la puesta en funcionamiento de la panificadora, cerrando su breve discurso con palabras que resumieron el valor de la reciprocidad: “Gracias por ponerse en el lugar de nosotros”.
Con la locución magistral de Diego Notario se emitió el video de las acciones solidarias desarrolladas durante el día sábado, y los aplausos emotivos se multiplicaron en el predio administrado por Vistas Serranas S.A., mientras los conductores repartían remeras, arrojándolas al aire en medio de la concurrencia.
“La patria se hizo a caballo, y estamos convencidos que todo lo que venimos haciendo contribuye para construir socialmente una identidad nacional”, remató el “Tordo” Felice, un fenómeno total al sacarse el saco y colocarse la remera con el logo “En el Lugar del Otro” por encima de camisa y corbata: un gesto cabal de su compromiso. Un gesto de generosidad sin grupo que vale mil palabras y no debe ser ignorado por descreídos, desconfiados u obsecuentes; ni por los falsos predicadores de una perimida parábola hípica con tres décadas de olvido para ese Interior exprimido y vapuleado.
Y en su alocución, el Intendente de Tandil, Miguel Ángel Lunghi, no ocultó su espíritu burrero: “Este hipódromo es de Villa Aguirre, es de Tandil, es patrimonio de todos los tandileros, está vivo y es un orgullo para nosotros que sea el más importante del interior de la Provincia de Buenos Aires”. Enseguida recordó que en 2014 vence la actual concesión, y “será licitado de manera abierta, en una licitación limpia que nos garantice continuar por este camino”.
Charlando con el “Tordo” López Oliva, el “Gordo” Barricala, el “Negro” Sarachi, la simpática Silvina Daniel de San Isidro y Martín Bijio, íbamos esperando el Clásico Copa UTTA. La barra de la casa, con Gise, Mercedes y Gonzalo a la cabeza, “hacía” que laburaba; pero en verdad, mostraba el agotamiento de las obras sabatinas, cuando limpiaron, lijaron y pintaron en “La Tribu”, así denominada porque nació bajo una de las tribunas del hipódromo. En eso me encuentro con Roberto “Tito” Rodríguez, amigazo de las cuadreras de mucho tiempo atrás, y el abrazo de siempre fortificó ese valioso tesoro que une a los hombres por arriba de las distancias.
La cancha lucía muy húmeda, o pesada firme, por las lluvias del viernes; pegajosa, bravona. “Creo que el mío llega, Pablito”, me sopló al pasar el querido “Willy” Huerta, jinete del favorito Gameiro. –¿Le jugamos papi?, preguntó mi nene Lucas. “No me gusta el tiro”, le respondí, explicándole al toque que había varios punteros, y los 1400 metros del Clásico Copa UTTA, a gateras casi llenas –sólo desertó Broken Flowers- significaban un interrogante para el compañero de techo de Mad Speed. Así fue.
El pupilo del “Cotur” no gozó de soledad en la vanguardia, pues el penquero Gran Elit y Harbor Song le metieron presión, y al ingresar al extenso derecho, al crédito del “Choloe” le restaba una hectárea en la impresión. No obstante, trató de escapar por dentro y se bancó la música un prolongado trecho, acusando recién en los 120 definitorios esas dudas preliminares de trayecto. Y en el epílogo, la insistencia de Harbor Song tuvo premio sin luz a más de mitad de pista, en un final de roces mutuos. Flameó la amarilla de reclamo de César Huerta contra el piloto vencedor, Alfredo Luna, y el Comisariato lo rechazó, obrando con criterio inapelable.
“Lo compré en La Plata, era ganador de 3 entre los dos y tres años, pero un caballo con muchos problemas, nos costó ponerlo, lo pudimos recuperar de una atrofia en los glúteos, venía de entrar 2º en Palermo y ahora por suerte se nos dio”, reveló su patrón Aldo Sivero, ataviado con sombrerito tejano.
El hijo de Sultry Song (USA), de las sedas “María Clara”, acababa de agendarse los $ 50.000 instituidos para el casillero de honor. Claudio Lombardo, su cuidador, recibía los abrazos de toda la muchachada de General Alvear. Y el peoncito, Manuel Quintera, le hablaba al oído a Harbor Song, quizás contándole la proximidad de un sueño.
Hubo ½ cuerpo para el zaino sobre Gameiro, con el eterno Grant León –rumbo a las 10 primaveras…- a otros 2½, precediendo el Emigrant afincado en Rauch a Fila Road, Infi Rider –lo condujo “Nico” García, un pibe de enormes condiciones- y Nature Girl.
Llegó la pasada ulterior de las divas, y en reñida votación entre una docena de niñas esculturales prevaleció la rubia Martina Tritiana (Nº1); fue secundada por Yanina Cepeda (Nº8) y por Lorena Moris (Nº9), permitiendo que Aldo Cuccarolo acertara la trifecta derecha. “Esto va dedicado a Luciano Zylber, porque me debe la apuesta de Río Cuarto y no se acercó a honrar la deuda”, subrayó el cronista y cantante rosarino. Si había ventana a mano, me pelaba raso con la Nº2.
La linda María Susini habló un ratito con TAG: “Contenta de estar acá, conocía otros hipódromos como San Isidro y Palermo, pero este no, y me parece re familiar, de ver a la familia, a la gente comiendo su asadito, al final llegó gente y la verdad que la pasé bárbaro por la belleza del espectáculo en un día tan hermoso. Creo que es como dijo hace un rato Felice, acá hay una cantidad muy grande de trabajo que se genera por los caballos, esto va más allá del juego. Y la parte solidaria también me pareció genial”. La bionda, enamoradísima de Facundo Arana, juró estar viviendo “un cuento de hadas con un príncipe azul, que me propuso matrimonio y me llevó a una nube”.
Marito Di Salvatore, firme en cualquier parada con puros o mestizos, tomó materiales con los cameramen de TV San Isidro para su prestigioso Canal Hípico. Y estuvimos intercambiando ideas, o coincidencias genéticas de fondo si leemos el pedigree de uno y otro; ojala hayamos sembrado una semilla para el porvenir.
La última del programa, de recta, fue para una tal Grande Elisa Juana (Seeker’s Reward), apabullante en la Polla de Productos (700 mts.); Gustavo Duprat la retrató ganando por varios, abrigadita a la verja y gritada por la banda marplatense del “Gordo” De Luca.
Mientras la voz de Fabiana Cantilo iba cautivando a adolescentes y cuarentones, con el hombre green Guillermo Taborda y su inseparable copiloto el “Gato” –verdes a fondo que combatieron en el Bosque a la mafia de Caparelli, el ger-ente Harretche y demás “piedritas”…-, encaramos el regreso a la Ciudad de las Diagonales. Cruzamos velozmente la provincia, por supuesto hablando de turf y de la próxima cita de la Copa UTTA, el 3 de junio en el Hipódromo de Santa Fe.
Allí estaremos, para atestiguar el puntapié inicial del único resurgimiento posible de Las Flores. Para observar la pulpa palpitante en la sonrisa de cada niño. Para alimentar el corazón con fibras vivificantes. Para descubrir, desde la impostergable integración, otra hermosa tarde de carreras en el lugar del otro.
TODO A GANADOR