19 May Depp, lejos de los piratas
Por Fernando López
odría asegurarse que Diario de un seductor ( The Rum Diary ), que Distribution Company dará a conocer mañana, ocupa en la memoria afectiva de Johnny Depp un lugar muy especial. No sólo porque se trata de la segunda película en la que encarna a un álter ego de Hunter S. Thompson, el creador del periodismo gonzo y portaestandarte de la contracultura estadounidense de los años sesenta, de quien fue admirador y amigo, sino también porque fue él quien, hace años, encontró el manuscrito de la novela entre el caos de papeles acumulados por el autor en lo que llamaba su War Room . Allí, el cuarto en el que se amontonaban desordenadamente cartas, artículos periodísticos y toda clase de escritos y objetos que Thompson había logrado reunir y conservar a lo largo de su anárquica y vertiginosa existencia, estuvo Depp con el periodista en 1997, la época en que iba a filmar otro libro suyo, Pánico y locura en Las Vegas , con Terry Gilliam. Y allí apareció una caja y dentro de ella una gran carpeta en cuya carátula podía leerse The Rum Diary . Naturalmente -según ha contado- Depp se puso a hojear las páginas sueltas y al rato se le sumó Hunter, tan curioso como él: “Nos quedamos mucho tiempo leyendo, sentados en el suelo. Estoy seguro -ha dicho- de que no había vuelto a leer ese texto desde que lo había escrito, a comienzos de los sesenta. A mí me impresionó mucho; le dije que estaba loco si no lo publicaba y me prometió que lo haría (la novela fue editada en 1999), pero se quedó pensando y al rato me dijo: «Sin embargo, creo que deberíamos producirla; deberíamos hacernos socios para convertirla en una película»: ése fue el momento en que esta historia comenzó. Y es lo que finalmente hemos hecho”.
Con alguna demora, es cierto, y alguna obligada modificación. La sociedad productora no pudo ser con Hunter, ya fallecido. Fue con la hermana del actor, Christ Dembrowski Depp. (El periodista que se convertía a sí mismo en protagonista central de sus crónicas; el cronista que con estilo satírico, directo y salvaje criticaba aspectos hipócritas de la sociedad estadounidense; el que algunos han llamado el Bukowski del periodismo había puesto fin a una vida colmada de excesos en febrero de 2005 disparándose un tiro en la cabeza.)
En la novela cuya adaptación cinematográfica Depp confió a Bruce Robinson ( Jennifer 8 ) se narran las andanzas de un periodista norteamericano con aspiraciones de escritor que en los años 50 abandona Nueva York para trabajar en un diario de Puerto Rico y verse envuelto en una historia en la que abundan los negocios turbios, la envidia, los celos, la violencia, el alcohol, los alucinógenos y otros excesos.
La cuestión es que Depp tuvo que volver al Caribe, pero no precisamente como el pirata que lo ha convertido en un ídolo internacional, sino como el periodista que Thompson era a comienzos de la década del sesenta, en este caso con el nombre de Paul Kemp, un álter ego de ficción que Depp diferencia de Raoul Dike, el personaje de Pánico y locura en Las Vegas . “Los dos son Hunter -ha explicado-, pero Paul es Hunter en 1959, cuando todavía está en busca de sí mismo y de su estilo; antes de la psicodelia y del periodismo gonzo; Raoul, en cambio es un Hunter más definido: ya ha encontrado su válvula de escape, su vía para expresar la ira.”
Depp tiene autoridad para hablar del singular personaje. Fue su admirador desde mucho antes de tomar contacto personal con él (“De su prosa me llamaba la atención la originalidad, la cólera -una cólera poética-, la belleza, la iracundia”, ha dicho). Y después, cuando se hicieron amigos, pasó mucho tiempo con él: “Hablábamos de todo -ha recordado-; me contó de su adolescencia, de los años del crecimiento cuando pasó de delincuente juvenil a integrante de la fuerza aérea y de ahí al periodismo: lo conocí tanto que cuando tuve la oportunidad de personificarlo, en el film de Gilliam, pude añadir algunos retoques respecto de la personalidad del protagonista, que aunque llevaba otro nombre era él”.
En Puerto Rico es un trotamundos rodeado de misántropos, escépticos y perdedores que son sus compañeros de aventuras y borracheras. Giovanni Ribisi, Aaron Eckhart, Michael Rispoli, Amber Heard y Richard Jenkins son algunas de las figuras que secundan a Depp en esta versión de la novela que fue una de las primeras escritas por Thompson (la segunda, si se cuenta la nunca publicada Prince Jellyfish ), aunque se conoció bastante después de su consagración nacional en 1966 con la publicación de su celebrado trabajo sobre los Hell’s Angels, producto de su larga convivencia con los famosos motociclistas californianos.
LA NACION