Adiós a un grande del viejo varieté

Adiós a un grande del viejo varieté

Actor, cantante y compositor, Gogó Andreu –fallecido ayer a los 92 años– fue una figura imborrable del cine, el teatro y la televisión argentina, durante casi ocho décadas de carrera artística. Hermano del recordado Tono Andreu, fallecido en 1981, con quien formó una dupla tanto en teatro como en el cine, Ricardo César Andreu –tal su verdadero nombre– había nacido en esta Capital el 27 de julio de 1919, hijo de los actores Antonio Andreu e Isabel Anchart, titulares de una formación teatral itinerante. Conocido por su enorme simpatía y su actitud juvenil que no había desaparecido con los años, debutó como actor en las compañías de Armando Discépolo y Narciso Ibáñez Menta, luego de haber conocido sobre el escenario, a sus 12 años, a Carlos Gardel y dedicarle un tema musical. Fue también cantante, músico y compositor, lo que le permitió actuar en teatros de Nueva York y La Habana en la década de 1950, época en que mezcló el tango con el teatro cómico, que fue finalmente el género con el que mayores aplausos cosechó.
Su “vis cómica” fue aprovechada por el realizador Enrique Carreras, quien lo convocó para El mucamo de la niña (1951), La mano que aprieta y Los tres mosquiteros (1953), El fantasma de la opereta, Escuela de sirenas… y tiburones y Mi marido hoy duerme en casa (1955). En su extensa lista de títulos cinematográficos se cuentan Suegra último modelo (1953), La cueva de Alí Babá (1954), Hotel alojamiento (1966), Disputas en la cama (1972), La guerra de los sostenes (1976), Un toque diferente y La nueva cigarra (1977) y Hotel de señoritas (1979). En las últimas décadas pasó del cine comercial a trabajar con directores de expresión personal, como Edy Calcagno (Te amo, 1986), Sandra Gugliotta (Un día de suerte, 2002) y Albertina Carri (Géminis, 2005). En 2009, secundó a Nicolás Cabré y Luisana Lopilato en la telecomedia Papá por un día y un año después protagonizó Hambre nunca pasé, documental de Miguel Mato que recorre su vida sobre la base de una canción propia que con humor y sentimiento describe su esencia de artista.
La TV aprovechó su carisma en programas como El botón, Dos gotas de agua, Muñeca brava, Ilusiones, Los cuentos de Fontanarrosa y la valiente Vidas robadas. El teatro lo revalorizó tardíamente y, si bien compartió escenarios con Tita Merello, Leonor Rinaldi y Enrique Muiño en sus primeros tiempos, brilló en Historia del varieté, de Roberto “Tito” Cossa, en Teatro del Pueblo, en 2002. También se lo vio haciendo revista en La risa está servida, en el desaparecido teatro Variedades, y su emblemática Alma gemela de mi alma, que paseó durante dos años por diferentes locales porteños. Como cantante y compositor fue el creador de temas como “El departamento”, “Caramelo santo”, “Para encontrar un nuevo amor” y el emblemático “Hambre nunca pasé”, además de haber realizado la banda sonora del film Santos Vega vuelve, rodado en 1947 por Leopoldo Torres Ríos.
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