12 Apr Riesgo Vaticano: JPMorgan cierra su cuenta por considerarlo un cliente demasiado peligroso
En una carta enviada en febrero pasado, el banco estadounidense JPMorgan ha anunciado que la cuenta del IOR, la banca del Vaticano, se cerraría por fallos en la comunicación de informaciones que son obligatorias de acuerdo con la ley contra el lavado de dinero.
En concreto, JPMorgan ha comunicado que toma nota de que el IOR no puede contestar a las peticiones de más información sobre algunos pagos transferidos desde la cuenta en la filial de Milán, pero al mismo tiempo recuerda que las actividades bancarias de su filial están reguladas tanto por las leyes del Estado italiano como por sus reglamentos internos.
El banco explica que tras confrontar las razones aportadas por el IOR con las normas vigentes, considera que no tiene suficiente información para poder seguir ofreciendo el servicio a la cuenta vaticana.
El banco del Vaticano, que es cliente de JPMorgan desde 2009, lleva tiempo siendo investigado por la Fiscalía de Roma por presuntas violaciones de la ley contra el lavado de dinero. En 2010, como consecuencia de estas investigaciones, la entidad estadounidense califica su cuenta como de alto riesgo y pacta una serie de obligaciones sobre información adicional que el IOR habría tenido que proporcionar.
La cuenta del banco del Papa tiene una característica particular, por la que cada día su saldo se pone a cero y los importes se transfieren a la cuenta que el IOR tiene con JPMorgan en Francfort. En un año y medio se han movido más de 1.500 millones de euros.
En octubre de 2011, tras una petición de la Fiscalía de Roma, el banco central italiano, Bankitalia, solicitó a JPMorgan más información sobre la operativa de la cuenta del IOR. A su vez, el banco estadounidense trasladó la solicitud de información al Vaticano que, por lo visto, se ha negado a contestar. De allí, el cierre de la cuenta.
Según destaca la prensa italiana, la decisión de JPMorgan es un serio obstáculo a la petición del Vaticano para ser incluido en la llamada Lista Blanca.
La imagen pública del banco también se deterioró por el llamado escándalo Vatileaks, en el que medios italianos publicaron documentos altamente sensibles, incluyendo cartas enviadas al Papa Benedicto XVI.
Algunos de los documentos filtrados aparentemente mostraron un conflicto entre altos funcionarios del Vaticano acerca de cuán transparente debía ser el banco en relación a transacciones que ocurrieron antes de la promulgación de sus nuevas leyes. El IOR, fundado en 1942 por el Papa Pío XII, maneja las actividades financieras del Vaticano, las órdenes de curas y monjas y otras instituciones.
EL CRONISTA