06 Apr ¿Qué estudian los abogados?
L.Jean Anthelme Brillat-Savarin, jurista francés de fines del siglo XVIII, fue el autor del primer gran tratado de gastronomía, Fisiología del Gusto. Si hubiera ejercido su profesión en la Argentina 2012, probablemente la máxima que lo catapultó a la fama hubiera sido “dime en qué te capacitas y te diré qué problemas tienes”.
Acostumbrados a definir sus necesidades educativas en función de las prioridades de los clientes, los abogados de la City van creando una oferta de posgrados que suele derramar sobre el resto de la matrícula profesional. Hoy, hacer carrera en un estudio corporate o en el área legal de una empresa implica contar, al menos, con un título de pos graduación.
La oferta, variada, encuentra en la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires la mayor cantidad de opciones (con doctorado, posdoctorado, 13 maestrías, 22 especializaciones, 42 programas de actualización), entre las cuales los programas intensivos hacen furor entre colegas del interior y países de la región.
Entre las escuelas de derecho más jóvenes, la de la Universidad de San Andrés ofrece un programa de posgrado en derecho empresario (maestría y especialización). “Este programa profundiza en los distintos aspectos del derecho empresario: transaccionales, societarios, financieros y tributarios; y se enriquece con el aporte de disciplinas afines necesarias para los abogados que aspiran a actuar en la práctica profesional en organizaciones y estudios de primera línea, tanto en cuestiones de negocios como de litigio”, cuenta Lucas Grosman, director del Departamento de Derecho de la Universidad.
En esa línea multidisciplinaria cada vez hay más oferta, en tanto los propios abogados salen a la caza de programas específicos de finanzas, economía, comunicación y recursos humanos.
Más opciones
La Universidad Austral, una de las preferidas entre los estudios de la City por su nivel de formación, tiene una variada gama de programas. “Las carreras más solicitadas son el LLM (o Maestría en Derecho), la MDE (Maestría en Derecho Empresario), el MDP (Maestría en Derecho Penal) y el MDT (Maestría en Derecho Tributario), en ese orden”, revela Nora Di Pasquale, directora de admisiones.
Fiel a su estilo en el uso de siglas, la MPI, Maestría en Propiedad Intelectual, apuesta a la reconversión de la mano de la gestión y el management en la que será su quinta edición. Gustavo Schötz, su director académico, resalta este nuevo enfoque que hace énfasis en los aspectos financieros, contables y de comercialización de los activos intangibles.
A pocas cuadras de allí, la Universidad Católica Argentina también despliega su abanico. “Los posgrados más requeridos son la Maestría en Derecho Empresario Económico, la Maestría en Derecho Tributario y la Maestría en Derecho Civil Patrimonial”, informan en la UCA. En materia de especializaciones (ver Qué es qué), encabezan las de Derecho Administrativo Económico y Ambiental.
Entre los bosques de Palermo y el estadio de River, la Universidad Torcuato Di Tella cuenta con tres maestrías (en derecho y economía, tributario y penal -también en formato especialización-), mientras que en materia de finanzas -disciplina que muchos abogados buscan como complemento a su formación- la Universidad del CEMA aparece en el top of mind. La tradicional Universidad del Salvador, por su parte, ofrece dos doctorados, dos maestrías y tres carreras de especialización, entre las cuales la de Derecho Económico Privado es la preferida de los letrados que lidian con problemática empresaria.
En línea con las anteriores, la UCES cuenta en su cartera con los títulos máximos que ofrece la Academia, pero pone énfasis también en sus ocho diplomaturas, entre las cuales la de Derecho del Consumidor se presenta como una de las opciones más interesantes del mercado, donde interactúan profesionales provenientes del sector privado y público en sus distintos niveles.
En la UADE, el caballito de batalla para el sector corporativo pasa por la Maestría en Derecho Empresarial, mientras que en la Universidad de Palermo las orientaciones en Derecho Laboral y Ambiental son las que convocan a este nicho de mercado. Por último, entre las casas de estudios más jóvenes en lo que hace a oferta de posgrados, la Maimónides, caracterizada por su afinidad con el sector salud, lanzó en 2011 una diplomatura en esa rama del derecho.
En general, los programas cortos están pensados para quienes no tienen demasiado tiempo para cursar, leer o hacer trabajos fuera del horario de clase y precisan aplicar los conocimientos a la mayor brevedad posible, coinciden en varias de las unidades académicas consultadas. Los programas de maestría quedan para quienes están pensando en un salto laboral a mediano plazo, en tanto que los de doctorado son potestad de académicos o profesionales con mucha experiencia, que se vuelcan a las aulas para sistematizar el conocimiento que la práctica profesional les dio. Ariel Alberto Neuman.
EL CRONISTA