17 Mar Masdar, un modelo de ciudad sostenible en el desierto
Emiratos Árabes Unidos está construyendo en Abu Dabi lo que califica como la primera ciudad sostenible del mundo, diseñada por el arquitecto británico Norman Foster.
La ecociudad que se llamará Masdar (fuente, en árabe), está situada a 17 kilómetros al este-sudeste de la ciudad de Abu Dabi, y su coste estimado es de más de veinte mil millones de dólares. Masdar será una ciudad amurallada y está previsto que tenga capacidad para 50.000 personas y 1.500 negocios. Está estratégicamente situada cerca de las principales infraestructuras de transporte de Abu Dabi y de comunidades circundantes, conectado todo por una red de carreteras ya existente y nuevas líneas ferroviarias y de transporte público. En la ciudad no habrá coches y aspira a ser autosuficiente con energías renovables, principalmente con la energía procedente de una gran central solar fotovoltaica. La primera fase de la construcción consiste en instalar una central fotovoltaica de 60 megavatios que suministre la electricidad necesaria para construir el resto de la ciudad.
Para generar la energía que necesita la ciudad, las paredes de los edificios de Masdar estarán recubiertas con paneles fotovoltaicos capaces de generar 130 megavatios. La muralla de la zona septentrional de Masdar estará construida de forma que entre la brisa y proteja del sol en verano. Los arquitectos se han inspirado en la arquitectura tradicional al estilo del Golfo para construir edificios de bajo consumo energético y aire acondicionado natural procedente de torres eólicas. También se obtendrá la electricidad de paneles fotovoltaicos colocados en los tejados y de un parque eólico de 20 megavatios. Una planta de desalinización que funcionará con energía solar abastecerá de agua a la ciudad. Se calcula que Masdar necesitará una cuarta parte de la energía que consume una comunidad con un tamaño similar, y consumirá un 60% menos de agua.
Los sistemas de transporte interno de Masdar están diseñados para mantener el microclima de la ciudad. La mayoría de las calles solo tendrán 3 metros de ancho y 70 metros de largo, y desembocarán en plazas con columnatas y fuentes. Los desplazamientos dentro de la ciudad se efectuarán por uno de los tres niveles de que consta. En un primer nivel habrá un tren ligero que conectará con corredores de transporte externos; un segundo nivel estará reservado para los peatones; y un tercero para cabinas de transporte rápido personalizado, parecidas al sistema ULTra de Heatrow que mostramos en ecointelincia.
La naturaleza compacta de las pasarelas sombreadas y las calles estrechas aminará a ir a pie a los lugares y el sistema de transporte rápido personalizado servirá para efectuar los trayectos más largos. Con una distancia máxima de 200 metros hasta el servicio de transporte más cercano, Masdar pretende satisfacer las necesidades de sus 50.000 habitantes y sus negocios.
Según Foster, el plan es que Masdar tenga la naturaleza de las ciudades amuralladas del pasado, aunque también está totalmente conectada con corredores de transporte externos. En el desierto circundante se instalarán parques eólicos, centrales fotovoltaicas, centros de investigación y plantaciones, de forma que la ciudad sea autosuficiente pese a la excepcional dureza del entorno. Además, las plantaciones externas abastecerán a las fábricas de biocombustibles de la ciudad, mientras al mismo tiempo ayudan a reducir los residuos actuando como sumideros de carbono para contrarrestar los gases emitidos por las fábricas.
Masdar aglutina los recursos creativos, innovadores y financieros necesarios para construir la nueva ciudad del siglo XXI que refleje nuestras preocupaciones medioambientales y energéticas actuales y futuras.
ECOINTELIGENCIA