La tecnología vuelve a clases

La tecnología vuelve a clases

Por Natalia Lesyk
Hace apenas 15 años atrás, la tecnología se limitaba a ser una materia más dentro de la currícula educativa, mientras, hoy, se plantea como un factor de cambio que proveerá mayores y mejores conocimientos para la inserción al mundo laboral. Incluso, tanto desde el ámbito público como privado las Tecnologías de la Información y Comunicación (TICs) se han hecho presentes en diferentes iniciativas que van desde el desarrollo de contenidos multimedia educativos hasta la entrega de netbooks, como así también, la puesta a punto de la infraestructura necesaria para la conectividad de banda ancha.
Según un reciente estudio de DatosClaros, realizado entre jóvenes de entre 14 y 19 años del área metropolitana de Buenos Aires, el 90% considera que Internet es el lugar preferido de acceso a la información para las tareas escolares. De esta manera, las cifras dan cuenta de cómo cambió la perspectiva que se tenía la tecnología dentro y fuera del aula respecto de décadas atrás. Al respecto, Paula Pérez, directora General de Fundación Evolución, opina que la tecnología ya es parte de la vida de los chicos en edad escolar. Pero “aún falta que se use naturalmente en la escuela como se hace en otros ámbitos. Este tipo de estructuras son más lentas pero están viviendo procesos de cambio, que se lograrán alcanzar en el mediano y largo plazo. No sólo en nuestro país sino en otros de la región y del mundo”.
Por su parte, Javier Firpo, director de Programas de Educación para Intel Latinoamérica, detalla que “las nuevas generaciones ya nacen y se forman en un contexto donde la tecnología es parte de su vida diaria. Su inserción en este nuevo mundo hiperconectado requiere que los adultos los acompañen en el proceso, estando atentos a que el uso de estas herramientas no exceda sus necesidades y resulte positivo para ellos”.

Barreras de las TICs
“En términos puramente de infraestructura, la conectividad a Internet de banda ancha en cada rincón de nuestro país es aún una cuenta pendiente”, recuerda Pérez.
Pablo Aristizabal, CEO de Competir, empresa desarrolladora de las plataformas Aula365 y Aula1a1, que impulsan a los chicos a que participen en la generación del conocimiento tecnológico, considera que la materia pendiente es la falta de motivación en el aula. “Falta vitalizar los espacios que les interpelen para producir conocimientos con inteligencia colaborativa. Es decir, no es sólo poner computadoras en las escuelas, hay que motivar a los chicos para que las utilicen, participen de los problemas, para permitirles innovar y crear soluciones. Así es como se podrá acotar la brecha digital que existe en la Argentina”, agrega.
Firpo coincide y amplía: “Las computadoras y sus herramientas facilitan la vida de las personas pero no hacen magia. Quienes hacen magia en las aulas son los docentes, que continúan siendo las piezas claves para lograr una mejor formación de nuestros estudiantes”.
Para el ejecutivo de Intel, tal realidad implica un proceso de transformación de la educación que abarca desde las políticas a largo plazo, la infraestructura, el desarrollo profesional docente, los procesos de evaluación hasta la generación de contenidos acordes al siglo XXI.
No obstante, no todo está pendiente. Los jóvenes encuestados por DatosClaros resaltaron cómo los propios docentes fueron comprendiendo y asimilando la importancia que tiene Internet en su vida diaria, replicandolo en el aula. “Nos recomiendan sitios oficiales (edu.ar) y dicen que evitemos a Wikipedia y Rincón del Vago”, comentó uno de los participantes de la muestra.

El futuro ya llegó
Claro está que todavía hay mucho trabajo por hacer. En este sentido, Pérez indica que “hay que animarse a repensar la escuela en su totalidad. Es importante generar un contexto político e institucional adecuado que promueva las condiciones y orientaciones para que, en las escuelas, se dé una integración de las TIC a la actividad escolar”. Y aconseja prestar atención para que las condiciones de acceso de los chicos sea la adecuada. “Pero también que los docentes promuevan la integración de las TICs, capacitándose, compartiendo visión y actitud frente a las TIC, trabajando en red con colegas y en propuestas de aula concretas”.
“Esto es evolutivo, en tanto aprendamos cómo impactan en la sociedad y en los chicos las nuevas tecnologías, la manera en que entran en los distintos espacios y cómo la humanidad está produciendo contenido o, más bien, conocimientos”, señala Aristizabal.
Al respecto, Firpo concluye cuál es la esencia: “Lograr que los estudiantes incorporen durante sus estudios en los sistemas educativos, con tecnología y sin ella, las habilidades necesarias para ser ciudadanos exitosos en la vida del Siglo XXI con pensamiento crítico, colaboración, creatividad y capacidad de comunicarse oralmente y por escrito”.
EL CRONISTA