Últimas tendencias para disfrutar del agua

Últimas tendencias para disfrutar del agua


De rectángulo o riñón a tipo laguna o con borde infinito. ¿La evolución de las especies? Sí, pero de las piletas. “Hoy las piscinas son mucho más que un reservorio de agua para nadar o refrescarse. Este espacio se fue transformando en un generador de bienestar psicológico y físico”, afirma Juan Manuel Selvas, al frente de Selvas Natatorios.
En cuanto al diseño, además de las clásicas, de ángulos rectos, hoy, se incorporaron las de tipo laguna, las de desborde finlandés y las de borde infinito. Pero, también, nuevos accesorios se suman para hacer del agua un despliegue sensorial. Así, las playas húmedas, hidromasajes, duchas escocesas, caminos de sensaciones y poltronas térmicas conviven con cuellos de cisnes, cascadas, cortinas de agua, todos objetos con efectos auditivos, además de visuales. Estas opciones dan cuenta de una nueva forma de entender a las piscinas: como un espacio de relax.
Con respecto a los materiales de revestimiento, las venecitas, en color natural, tienen la particularidad de reflejar el cielo y engamar el agua con reflejos turquesas. El hormigón es protagonista en los nuevos decks que se construyen y las luces de LEDs ganan la escena en el campo de la iluminación.
Y si de tecnología se trata, para cuidar la piscina, existen nuevos productos biotecnológicos y robots limpiadores que ayudan al mantenimiento.

Sustentables y climatizadas
La mayoría de las veces, energía solar es casi sinónimo de generación de electricidad a partir de células fotovoltaicas. Pero, también, la sustentabilidad comprende la energía solar térmica, que aprovecha el calor del sol para aumentar la temperatura del agua de las piletas. Es así que la climatización de piscinas es el uso más difundido en el mundo de este tipo de energía. “Para mantenerla abierta todo el año, el sistema de climatización solar se adopta como principal medio de calefacción del agua y suele complementarse en invierno con el sistema de calderas convencional”, explica Jonatan Judcovski, presidente de Grupo Solar. Con este mix, el consumo de gas natural puede reducirse entre 50 y 70%.
En este sistema, los paneles colectores se montan en el techo de los edificios, que (aún con agua circulando) pesan 5 kilos por metro cuadrado y se conectan al sistema de filtrado de la pileta por medio de un tubo de alimentación y otro de retorno. Una vez instalado, el sistema no tiene costo operativo y dura 25 años aproximadamente. “El sistema solar está en condiciones de realizar el 71% de la climatización a 30ºC que requieren estas piscinas y las calderas completan el 29% restante”, señala Judcovski. “Para una piscina olímpica, produce unos 230 millones de Kcal o 270.000 Kw./h por año. Esto equivale al consumo eléctrico anual promedio de 55 hogares. Y los insumos en el año de gas se reducen al 29%”, agrega.
La palabra invierno ya no asusta a los amantes del agua. Sobre todo porque estos sistemas permiten prolongar el uso de la pileta más allá de la temporada estival.
EL CRONISTA