18 Feb Sabores y relax en Mar de las Pampas
Por Santiago Igarzábal
A tan sólo 10 kilómetros al sur de Villa Gesell y a unos 385 kilómetros de Capital Federal, Mar de las Pampas vuelve a erigirse como uno de los destinos que aspiran a ser protagonistas de la movida de este verano.
Esta localidad invita a pasar días tranquilos desde un entorno realzado por una excepcional forestación, con especies seleccionadas hace más de 40 años para acompañar y asentar las dunas de arena y sumar un agradable impacto visual.
Entre los árboles que pueden observarse, varios no se encuentran en otras forestaciones de la costa atlántica, como el olivo de Bohemia y el pino mexicano, lo cual ayuda a marcar naturalmente la identidad local. Mar de las Pampas -así llamada porque es uno de los pocos lugares de la costa donde la llanura de la pampa húmeda se encuentra con el mar- tiene otra particularidad: para su zona urbana se diseñó un trazado irregular, que respeta la topografía, entre calles que se abren bordeando las dunas.
Así, entre bosques y playas protegidas por un cordón ininterrumpido de dunas, esta población ha registrado un fuerte crecimiento en los últimos años. Hoy puede hallarse tranquilidad, pero a la vez no falta algo de movimiento y variados servicios, incluyendo interesantes propuestas para disfrutar de la gastronomía.
Cocinas con aires de mar
Entre las propuestas culinarias de esta localidad balnearia bien puede comenzarse por La Casa del Mar, donde el chef y propietario Juan Scuteri despliega una carta que abarca pescados, mariscos, carnes, risottos y la elaboración artesanal de panes, pastas y postres. Imperdibles las brochettes, la chernia con risotto negro de camarones, los ñoquis de salmón rosado y el Coulant de chocolate con helado de crema.
Para los adeptos a la comida sana, una buena opción es acercarse a Samsara. Aquí se ofrecen platos con alimentos naturales, sin aditivos ni conservantes, incluyendo algunas propuestas fusión de sabores japoneses, hindúes y árabes. También es un buen lugar para refrescar el verano con nutritivos jugos naturales de frutas y hortalizas, o para recuperar energías con unos especiales licuados energizantes.
Pensando en las tardecitas, otro punto clave es Puerto Pampa, donde es posible degustar más de cinco estilos de cerveza artesanal -elaborada allí mismo- junto a especialidades en comida casera como pizzas a la piedra, empanadas, paella y unas típicas salchichas con chucrut.
Como lugar distinto aparece Viejos Tiempos, que tiene la particularidad de funcionar como casa de té y también como restaurante con especialidades en cocina mexicana. En cuanto a pescados y frutos de mar, el mejor rumbo puede ser el de Marechiare Ristorante. La lista sigue, incluyendo restaurantes que han ganado identidad propia desde algunos alojamientos, como el restó de Indio Pampa, un complejo con 10 suites exclusivas a 150 metros del mar, y el Aqua Village Restaurante, ubicado en el apart hotel Village de las Pampas.
Confort y tranquilidad
El clima de tranquilidad que se respira en Mar de las Pampas ha dado lugar especialmente a cabañas y aparts. Entre otras opciones, vale mencionar las siguientes:
Con un servicio cuatro estrellas se destaca Barlovento Apart & Spa, un complejo que brinda confort y tranquilidad sumando los servicios de un spa inmerso en el bosque y a 100 metros del mar, justo al pie del médano Centinela, el más alto de Mar de las Pampas.
Otra alternativa similar es Miradores del Bosque, a una cuadra de la playa y a pasos del centro comercial. La construcción principal de este complejo es una de las más llamativas de Mar de las Pampas. Está compuesta por aparts con capacidad para hasta 6 personas y cuenta con completos sectores de servicios y entretenimiento. Aquí también se dispone de piscina al aire libre y spa.
También puede pensarse en Altos Pampas, con cabañas y piscina a 250 metros del mar y a 500 metros del centro comercial de Mar de las Pampas. El lugar está rodeado por bosques en lo alto de un médano desde donde se puede observar el mar.
La diversidad de opciones sigue con sitios como Village de las Pampas, que ofrece apartamentos de distintos tamaños; o Pillmayken, donde entre construcciones de piedra y troncos de ciprés, el relax del entorno se conjuga con un cálido spa.
EL CRONISTA