El embajador de Cannes

El embajador de Cannes

Por Diego Batlle
No es exagerado decir que Thierry Frémaux se ubica entre las personas más poderosas del mundo del cine. Desde hace más de una década es el máximo responsable de Cannes, principal festival del mundo, y -por lo tanto- una de las plataformas de lanzamiento más anheladas por cualquier producción, ya sea de Hollywood o de un país pequeño.
“Su” festival ocupa apenas 12 días de mayo, pero la incidencia es a nivel global y continúa durante el resto del año. Frémaux no para de viajar por el mundo, de entrevistarse con decenas de profesionales del sector audiovisual, de cultivar su amistad con grandes autores o de ver películas (“entre diciembre y abril me esperan entre 1300 y 1500”, indica), pero siempre encuentra tiempo para charlar sobre ideas y proyectos.
En un fluido español, este hombre de 51 años que también es director del Instituto Lumière (uno de los “templos” cinéfilos más importantes de Francia) dialogó con LA NACION sobre la selección de películas para la III Semana de Cine Europeo (continúa hasta el martes en el Cine Gaumont) y sobre el presente y el futuro no sólo de Cannes, sino también del resto de los festivales en estos tiempos de crisis económicas y profundos cambios en el consumo de películas a partir de los constantes cambios tecnológicos.
-¿Los cinco films que seleccionó para la Semana de Cine Europeo reflejan la diversidad y las búsquedas de la última edición de Cannes?
-En buena medida, sí. Pero también es cierto que sólo podíamos elegir entre las películas europeas. Lo interesante es que los nuevos films de Aki Kaurismäki, lass=”zem_slink” title=”Lars von Trier” href=”http://www.rottentomatoes.com/celebrity/lars_von_trier” rel=”rottentomatoes”>Lars von Trier, los hermanos Dardenne, Paolo Sorrentino y lass=”zem_slink” title=”Andreas Dresen” href=”http://en.wikipedia.org/wiki/Andreas_Dresen” rel=”wikipedia”>Andreas Dresen que trajimos este año a Buenos Aires no se parecen demasiado a sus trabajos anteriores. Y eso fue lo bueno de este último Cannes: La piel que habito , de lass=”zem_slink” title=”Pedro Almodóvar” href=”http://www.rottentomatoes.com/celebrity/pedro_almodovar” rel=”rottentomatoes”>Pedro Almodóvar, tampoco tiene mucho que ver con sus obras anteriores. Hoy, en la mayoría de los casos, los grandes autores -que en Cannes son definidos de manera un poco despectiva como “abonados”- nos sorprenden, ya no sabemos qué pueden hacer en su próxima película. Me gusta que sean imprevisibles.
-¿Cuáles son las claves para armar una buena selección?
-En principio, elegir buenas películas, pero más que eso encontrar films que tengan nuevas ideas sobre el cine y sobre el mundo. Importa la forma, pero también los temas, las historias.
-¿Qué cambios ha logrado implementar y qué le gustaría incorporar?
-Cuando llegué a Cannes hace unos diez años, mi principal desafío era abrir el juego a todo tipo de cine: de diferentes estilos, orígenes, modos de producción. Hoy un joven creador de películas de género como el danés lass=”zem_slink” title=”Nicolas Winding Refn” href=”http://en.wikipedia.org/wiki/Nicolas_Winding_Refn” rel=”wikipedia”>Nicolas Winding Refn puede ganar el premio a mejor director con Drive , un film noir rodado en Los Angeles. Lo que buscamos -y lo que deberían buscar todos los festivales- es un mayor contacto con el público.
-¿En qué sentido?
-En Francia, casi todas las películas que pasan por Cannes funcionan muy bien de público: Polisse llevó este año dos millones de espectadores, y L’Artist , 1,5 millones. Los Dardenne o Terrence Malick también consiguieron grandes éxitos. Una de las señales que puede y debe dar Cannes y otros festivales es incidir en lo que hay que ver, promover películas valiosas. Esa es una buena razón de ser. No deben ser sólo un ámbito cerrado para cinéfilos.
-Pero también son ámbitos de descubrimiento?
-Exacto. La Cámara de Oro que ganó Las acacias este año es un premio de descubrimiento. El cine argentino está entre los polos más importantes de creación con México, Corea del Sur, Rumania e Israel-Líbano, pero es necesario que se consoliden las carreras de los nuevos directores que aparecen. No tiene sentido ganar la Cámara de Oro si no sirve para que ese director pueda construir luego una carrera, como sí lo hicieron otros que obtuvieron esa distinción: lass=”zem_slink” title=”Jim Jarmusch” href=”http://www.rottentomatoes.com/celebrity/jim_jarmusch” rel=”rottentomatoes”>Jim Jarmusch, Naomi Kawase o Jafar Panahi.
-lass=”zem_slink” title=”Juan J. Campanella” href=”http://en.wikipedia.org/wiki/Juan_J._Campanella” rel=”wikipedia”>Juan José Campanella le reprochó que no elija para Cannes un cine más comercial.
-Campanella me atacó amablemente, pero yo estoy muy interesado en el cine comercial argentino, me encantaría elegir una comedia. ¿Por qué no? Que nos muestren la película y si es buena, si tiene algo novedoso, va a entrar. ¡Pero estamos habituados a las polémicas! Este año, sin ir más lejos, tuvimos el affaire Lars von Trier. Está claro que él no es nazi, tiene una mujer e hijos judíos, pero fue tonto, muy torpe en lo que dijo sobre Hitler. Yo creo que Melancholia podía ganar la Palma de Oro porque al jurado le gustó mucho. Finalmente, le otorgaron el premio de actuación a Kirsten Dunst para no dárselo directamente a él. Von Trier es un poco como Nietzsche, siempre sufriendo y provocando.
-¿Cannes puede verse afectado por la crisis financiera o por la explosión de los festivales online y el consumo masivo de películas en Internet?
-No. Hay festivales, como los españoles de Valencia o Punto de Vista, que están sufriendo mucho o directamente desapareciendo, pero Cannes está muy protegido. La financiación es mitad privada y mitad oficial (de la nación, de la provincia y de la ciudad). No buscamos una privatización, sería fácil para nosotros conseguir más sponsors, pero con Gilles Jacob, viejo compañero de rutas, lo vemos como un patrimonio público. No queremos que la empresa privada tenga demasiado poder para imponernos nada. En cuanto a la explosión digital, el año próximo haremos varios anuncios.
-¿Buscan un mayor alcance global?
-Sí. Cannes va a seguir siendo un evento con presencia física, con las estrellas y los profesionales viendo por primera vez una película en una pantalla gigante, pero también es cierto que el mercado cambió, la circulación de los títulos hoy es más fácil y dinámica. Yo fui el primero en impulsar que las proyecciones en Cannes fueran digitales, pero ahora creo que hay que evitar la desaparición del fílmico. Vamos hacia un Cannes que se abre aún más hacia el mundo tanto en lo geográfico como en lo virtual. Vamos a aumentar nuestra presencia no sólo en Buenos Aires, sino también en otras grandes ciudades como Hong Kong o Moscú. Hay una forma de ver y pensar el cine que queremos expandir y compartir.
LA NACION