01 Jan Se disparan los precios en balnearios uruguayos
Cuando llega el verano a los balnearios, algunas cosas se pueden dar por sentado: la gente sale más, consume más alcohol, se saturan las playas y los precios suben.
Año tras año el gobierno procura, a través del diálogo que el Ministerio de Turismo promueve con los empresarios del rubro, contener los tradicionales aumentos que aplican los comerciantes. Esta temporada el plan oficial chocó de lleno con un actor inesperado, que no solo justifica los aumentos sino que además promueve un precio diferenciado para turistas y locatarios.
El alcalde de La Paloma (Rocha) propuso una tarjeta para el residente, con beneficios comerciales disponibles solo para los ciudadanos que votan en la zona.
No pague más el precio de turista es la frase de un aviso que resonó en los oídos de los locales por meses, mucho antes de que llegara el verano. La actitud del alcalde Alcides Perdomo (Frente Amplio) fue criticada por el ministro de Turismo, Héctor Lescano, que pide mesura a los empresarios.
Ojalá que prime la sensatez en los precios, sobre todo en los de consumo masivo, que deben ser para todos iguales, dijo Lescano a El Observador.
Pero no solo en La Paloma justifican el aumento de precios. El presidente de la Cámara Empresarial de Maldonado, Jorge Martínez, aseguró que es natural que los comercios de Punta del Este hayan remarcado sus precios en los últimos días, y estimó que es razonable que los turistas encuentren los productos en el entorno de un 10% más caro en el balneario.
Se debe tener en cuenta que los comerciantes se enfrentan a una inflación del 8%, a un aumento de las tarifas públicas y a un aumento del valor de la mano de obra que es importante no solo por las políticas salariales sino por la demanda que hay en Punta del Este durante la temporada, explicó.
Según los empresarios, en esta época se produce en Punta del Este una demanda excepcional de empleo lo que naturalmente impacta en el mercado con la consecuencia de una competencia por mano de obra que aumenta el valor de la contratación de empleados, dijo Martínez.
Y eso termina afectando los costos de los empresarios, argumentó. La gremial está atenta a los precios que se fijan en la temporada, pero aseguró que simplemente se limita a sugerir que los mismos no se establezcan por encima de lo razonable.
El problema es que por las razones antedichas los comerciantes no tienen mucho poder de maniobra, dijo Martínez.
El Observador hizo un relevamiento en dos supermercados de Maldonado. Visitó uno de la capital del departamento y luego comparó el valor de una lista de 10 productos con los mismos artículos de otro supermercado de Punta del Este. Salvo algunas excepciones, los precios en el balneario son más caros que en la ciudad, que está a pocos kilómetros de distancia.
EL CRONISTA