18 Jan Nadie está a salvo en Internet
Por Gabriel Di Nicola
El ranking lo encabezan la modelo Paula Chaves, el conductor y productor Marcelo Tinelli y la actriz Emilia Attias. No se trata de un podio de entrega de premios: es una lista de víctimas. A los tres les robaron la identidad y les crearon perfiles falsos en la red social Facebook.
Chaves tiene 563 perfiles “truchos”; Tinelli, 553, y Attias, 545. Los siguen la actriz y cantante Mariana Espósito y el actor Nicolás Cabré.
Si se aprueba un proyecto de ley que fue presentado en el Congreso de la Nación, los usuarios de Facebook, Twitter y otras redes sociales que usurpen la identidad de otra persona podrán ser condenados a una pena de entre seis meses y tres años de prisión.
El objetivo de la iniciativa va más allá. No sólo busca penalizar a los usuarios que se apropian de identidades en las redes sociales. Pretende, además, castigar a los delincuentes que, por medio de falsas identidades, roban las claves bancarias y vacían las cuentas, y a pedófilos que se hacen pasar por menores de edad para comenzar una relación en los chats con niños y adolescentes.
“Será reprimido con prisión de seis meses a tres años el que adoptare, creare, apropiare o utilizare, a través de Internet, cualquier sistema informático, o medio de comunicación, la identidad de una persona física o jurídica que no le pertenezca”, sostiene el artículo primero del proyecto presentado por los diputados nacionales del Frente Peronista Natalia Gambaro, Francisco de Narváez y Gustavo Ferrari.
La iniciativa tiene un agravante cuando están relacionados menores de edad. “La pena será de dos a seis años de prisión cuando el autor asumiera la identidad de un menor de edad o tuviese contacto con una persona menor de dieciséis años, aunque mediare su consentimiento o sea funcionario público en ejercicio de sus funciones.”
El proyecto aún no fue tratado por la Cámara baja, a pesar de que fue presentado en junio de 2010. El diputado Ferrari adelantó a LA NACION que espera que en las sesiones ordinarias que comienzan en marzo próximo se le pueda dar impulso a la iniciativa en la comisión de Legislación Penal.
“Buscamos un efecto disuasivo. Hoy no está penado en la Argentina el robo de identidad. Nuestro objetivo es darle más confiabilidad a Internet”, afirmó Ferrari.
Según explicó el abogado Daniel Monastersky, especialista en derecho de las nuevas tecnologías y protección de datos personales, el robo de identidad es uno de los delitos que más aumentó en el mundo.
“Desde hace años, venimos alertando del peligro que significa no contar con una normativa que tipifique ciertas modalidades delictivas relacionadas con el robo de identidad, el abuso de menores a través de Internet y el hostigamiento de los niños”, afirmó Monastersky, director del sitio www.identidadrobada.com .
En los fundamentos del proyecto de ley presentado en las comisiones de Legislación Penal y Comunicaciones e Informática, se explicó: “En la Argentina, no está considerado un delito hacerse pasar por otra persona en un blog , en una red social ni en cualquier otro medio electrónico. Si bien existen figuras como el fraude o la falsificación de documentos, la figura del robo de identidad a través de un medio tecnológico no está tipificada”.
Si se aprueba el proyecto presentado, se modificaría el artículo 139 del Código Penal de la Nación.
Días atrás, se aprobó en México una ley para castigar el robo de identidad. El año pasado en el país azteca se registraron, en promedio, cada 24 horas, 880 denuncias.
En enero pasado, en el estado de California, en los Estados Unidos, entró en vigor una ley que penaliza a toda persona que suplante la identidad de otra en Internet de manera dolosa. Pueden ser sancionados a pagar una multa de 1000 dólares o ser condenados a un año de prisión.
Monastersky, que colaboró con Gambaro, Ferrari y De Narváez en la elaboración de la iniciativa, está convencido de que muchas de las personas que usan una identidad falsa en Internet tienen la intención de provocar un daño.
Reflejo de la realidad
“El proyecto refleja una realidad que se ve en los tribunales, donde llegan numerosas denuncias por fraudes y delitos cometidos en Internet, donde se roban claves bancarias por medio de identidades falsas”, explicó la diputada Gambaro.
La diputada nacional del Frente Peronista hizo hincapié en luchar para condenar a los pedófilos que usan Internet para engañar a los menores de edad.
“Si se aprueba este proyecto y se comprueba que, si bien el pedófilo no llegó a cometer el abuso sexual, usó una identidad falsa para comenzar una relación con un menor, se lo podría condenar y el delito no quedaría impune”, sostuvo Gambaro.
Monastersky, que fue quien elaboró el ranking de perfiles falsos en Facebook, sostuvo que el proyecto presentado en el Congreso de la Nación busca condenar a las personas que quieren hacer un daño y no a todos los que abren una identidad falsa en Internet.
“Hay casos que se abren perfiles falsos en Facebook y en Twitter, pero se hacen como una parodia, no para provocar un daño. Estos hechos no deberían ser castigados, pero sí se debe quedar bien en claro que se trata de una parodia. Se debe probar que uno quiso provocar el daño al apropiarse de la identidad que no le pertenecía”, agregó el especialista.
Monastersky cada seis meses elabora el ranking de los perfiles falsos en Internet. El 31 de julio de 2009, LA NACION publicó el primer informe hecho por el abogado. En ese entonces, el podio lo encabezaba la actriz Luisana Lopilato, que tenía 142 cuentas truchas en la red social. La seguían Tinelli, con 67; Mariana Fabbiani, con nueve; el conductor y relator de fútbol Alejandro Fantino, siete, y la modelo Ingrid Grudke, seis.
Dos años y cinco meses después, según el informe elaborado por Monastersky, Lopilato tiene 440 perfiles falsos, y Fabbiani, 25.
“A raíz del crecimiento de las redes sociales y de los blogs en Internet, surgió el problema de los falsos perfiles, donde desconocidos se hacen pasar por famosos. El peligro no es sólo el daño y el perjuicio que le pueden hacer a la imagen de la persona en cuestión, sino que existen personas ingenuas y curiosas que creen que realmente tienen un contacto con ese famoso”, explicó Monastersky.
Ahora sólo falta el debate para saber si el robo de identidad en la Red es delito.
LA NACION