23 Jan La apacible seducción de Mar de las Pampas
Por Santiago Igarzábal
Mar de las Pampas vuelve a mostrarse este verano como uno de los destinos que centralizan gran parte de los atractivos de la costa atlántica. A unos 357 kilómetros de Capital Federal, esta localidad invita a pasar días tranquilos desde un entorno realzado por una excepcional forestación, con especies seleccionadas hace más de 40 años para acompañar y asentar las dunas de arena y sumar un agradable impacto visual.
Entre los árboles que pueden observarse, varios no se encuentran en otras forestaciones de la costa atlántica, como el olivo de Bohemia y el pino mexicano, lo cual ayuda a marcar naturalmente la identidad local. Otra particularidad interesante es el trazado irregular de la zona urbana, que respeta la topografía entre calles que se abren bordeando las dunas.
De la mano del crecimiento que ha registrado en los últimos años, esta población ofrece movimiento con actividades náuticas, sandboard, cabalgatas, travesías en cuatriciclo y las clásicas excursiones al faro Querandí. Pero entre altos bosques y playas protegidas por un cordón i-ninterrumpido de dunas, lo cierto es que el clima predominante es el de descanso y tranquilidad. A ello contribuyen, además del entorno, un buen abanico de cabañas y aparts con renovadoras propuestas de spa.
Así, entre otras opciones, puede pensarse en los servicios de Agapanto, un complejo de cabañas ubicado en el corazón del bosque, cerca del centro comercial y a tres cuadras del mar. Otro clásico es Barlovento Apart & Spa, que brinda confort y tranquilidad sumando los servicios de un spa inmerso entre arboledas y a 100 metros de la playa, justo al pie del médano Centinela, el más alto de Mar de las Pampas.
También a una cuadra del mar está Miradores del Bosque, que cuenta con una llamativa construcción principal, aparts con capacidad para hasta seis personas y servicios entre los que no faltan piscina al aire libre y spa. Los alojamientos con infraestructura para el relax siguen abarcando más de una decena de opciones, entre las cuales vale mencionar también a Pillmayken, Village de las Pampas y La Mansión del Bosque Hotel Spa Resort, entre otras.
Variantes de la cocina local
Entre las propuestas culinarias de esta localidad balnearia, bien puede comenzarse por el Acqua Village Restaurante, ubicado en el complejo Village de las Pampas, donde se sirven sabores gourmet, a partir de una cocina fusión que juega con los sabores regionales.
Otro destacado es La Casa del Mar, donde el chef y propietario, Juan Scuteri, despliega una carta que abarca pescados, mariscos, carnes, risottos y la elaboración artesanal de panes, pastas y postres. Imperdibles las brochettes, la chernia con risotto negro de camarones, los ñoquis de salmón rosado y el Coulant de chocolate con helado de crema.
Pensando en las tardecitas, otro punto clave es Puerto Pampa, donde es posible degustar más de cinco estilos de cerveza artesanal -elaborada allí mismo- junto a especialidades en comida casera como pizzas a la piedra, empanadas, paella y unas típicas salchichas con chucrut.
Como lugar distinto aparece Viejos Tiempos, un restaurante fundado en 1989 que tiene la particularidad de funcionar como casa de té por las tardes y, para la noche, como un lugar con especialidades de cocina mexicana. También ofrece buenas tablas de fiambres y pastas artesanales.
Otro sitio que muestra la variedad gastronómica de Mar de las Pampas es Aike Malem, que junto a recetas clásicas y variedad en platos con carne, invita a probar pastas polacas y judías. Varenikes, kreplaj y pieroghi con diferentes rellenos, knishes de papa y cebolla, arenque marinado y fiambres polacos son algunas de las especialidades de la casa.
EL CRONISTA