25 Jan El mercado rehabilita al dólar y ya apuesta en contra del oro
Mientras se deteriora el ánimo en Europa, el reciente comportamiento de los inversores no es para nada bienvenido por los fanáticos del oro: el precio del metal precioso cayó a su nivel más bajo desde septiembre y, al mismo tiempo, el dólar registra alzas.
De hecho, este año la moneda norteamericana ha superado al metal dorado como activo refugio en momentos en que las perspectivas para la economía global son particularmente alarmantes. El índice dólar, que mide el valor del dólar con relación a una canasta de otras seis monedas importantes, la semana pasada trepó a su nivel más alto desde enero. Y eso se debió a que los inversores expresaron su frustración por el deslucido resultado de la última cumbre de la Unión Europea.
Por el contrario, el oro retrocedió 8,8% a su nivel más bajo en casi tres meses, a u$s 1.560 la onza troy. En el proceso, descendió por debajo del promedio móvil de 200 días (un indicador técnico seguido muy de cerca por algunos operadores) por primera vez en casi tres años.
El movimiento llevó a algunos a preguntarse si la tendencia alcista del oro, que lleva una década, no estará llegando a su fin. De hecho, algunos operadores comenzaron activamente a apostar contra el oro en la última semana, según los banqueros.
La reciente caída del precio del metal dorado habrá decepcionado a muchos, comentó Ross Norman de Sharps Pixley, una casa de corretaje de lingotes. El oro evidentemente no pudo retener su principal función de activo refugio, agregó.
Por el contrario, el Tesoro de Estados Unidos la semana pasada pudo vender su deuda a rendimientos muy bajos. La liquidez del dólar estadounidense se convirtió en el activo preferido, hasta superó al oro, que tan a menudo era considerado la clase de activo elegida para los tiempos de aversión al riesgo, comentaron los analistas de Morgan Stanley. Eso no se debe a que las cosas se ven bien en la economía de Estados Unidos. El crecimiento está estancado, los precios minoristas no subieron en noviembre. Si bien hace unos días se produjo una pequeña caída en los pedidos de subsidios por desempleo, la desocupación todavía está en niveles peligrosos, cerca de 9%.
La razón por la que el dólar se convirtió en la opción favorita en tiempos de agitación en los mercados simplemente tiene que ver con que sigue siendo la moneda de reserva del mundo, lo que le da la ventaja de la liquidez cuando los inversores no quieren comprar activos que luego no podrán vender rápidamente. De hecho, el dólar tiende a caer un poco cuando hay buenas noticias en Estados Unidos, porque los inversores se sienten más optimistas con respecto a la economía global y entonces apuestan a monedas más riesgosas.
El retroceso del oro de los últimos días no representa una revaluación por parte de los inversores, aseguran los analistas. Aún después de una caída de casi 20% desde su pico de septiembre, el metal todavía es el commodity con mejor desempeño en lo que va del año. De hecho, los problemas que tiene el oro, como el éxito del dólar, reflejan las tensiones en el sistema financiero. Los bancos buscan reducir sus balances antes de fin de año mientras que algunos hedge funds necesitan captar dinero en efectivo, lo que eleva la demanda de dólares, para pagar a los inversores que piden que les reintegren el dinero.
Los analistas de divisas predicen que, para los próximos meses al menos, la persistente preocupación por la eurozona garantizará la solidez del dólar frente a otras monedas.
Sin embargo, los inversores sostienen que el argumento a favor de un alza en el precio del oro se mantiene intacto: la crisis financiera que comenzó en 2008 hizo tambalear la confianza en todas las monedas, dejando al metal como uno de los pocos activos cuyo valor no depende de la credibilidad de los gobiernos y bancos centrales.
La Fed no tomó medidas apuntadas a otra ronda de quantitative easing en la reunión de la semana pasada, pero muchos creen que es sólo cuestión de tiempo. Los analistas predicen que los bancos centrales de EE.UU., Reino Unido y Europa se embarcarán en algún tipo de emisión monetaria en 2012 para estimular sus alicaídas economías.
EL CRONISTA