28 Dec Operarán a Cristina de un cáncer de tiroides el próximo miércoles
Por Leonardo Mindez
Cristina Fernández de Kirchner padece un carcinoma papilar en el lóbulo derecho de su glándula tiroides, un tumor canceroso del que deberá operarse el próximo 4 de enero, por lo que solicitará una licencia médica de 20 días como Presidenta. Durante ese lapso, el Poder Ejecutivo quedará a cargo del vicepresidente, Amado Boudou.
La noticia conmovió otro fin de año en la Argentina. Eran las 20.40 de ayer cuando el vocero presidencial, Alfredo Scoccimarro, ingresó en la sala de conferencias de la Casa Rosada para leer el comunicado firmado por los médicos Luis Buonomo y Marcelo Ballesteros de la Unidad Médica Presidencial.
Según pudo saber Clarín, el tumor fue detectado el jueves pasado durante estudios de rutina que se realizó en el Instituto de Diagnóstico Maipú, en Olivos. La primera alerta la dio una ecografía de tiroides, por lo que se decidió someterle a una punción para extraerle tejido de la zona, que terminó confirmando el diagnóstico esa misma tarde . “El impacto emocional inicial, cuando (la Presidenta) escuchó la palabra cáncer, fue fuerte. Pero se fue tranquilizando a medida que le explicaron que se trataba de una de las formas más benignas y curables”, confió una fuente de su círculo de mayor confianza.
Esa misma tarde, Cristina viajó a Río Gallegos para pasar la Navidad junto a su familia.
Había tenido una semana complicada.
El martes, lo comenzó con la alegre noticia del nacimiento de su primer sobrino nieto, Néstor Ricardo, pero luego quedó shockeada por la muerte del subsecretario de comercio exterior, Iván Heyn, que la acompañaba en la cumbre del Mercosur en Montevideo. Sobre esas emociones diversas había conversado en el brindis que compartió con los periodistas en la Casa Rosada en la noche del miércoles.
Ayer, ya de regreso en Buenos Aires, la Presidenta fue sometida a estudios complementarios donde “se constató la ausencia de compromiso de los ganglios linfáticos y la inexistencia de metástasis”, según informó Scoccimarro. Con el tumor circunscripto a la glándula tiroides, los especialistas pronostican una recuperación favorable.
Sin necesidad de una operación de urgencia, Cristina volverá a Gallegos este fin de semana para recibir el año nuevo junto a su familia. La intervención quirúrgica fue programada para el 4 de enero en el Hospital Austral y estará a cargo de Pedro Saco, jefe de cirugía de esa institución y también titular del servicio de cabeza y cuello del Instituto de Oncología Angel Roffo de la UBA. Ayer, Saco conversó con la Presidenta durante la realización de los estudios prequirúrgicos en el Instituto Maipú.
Según lo informado, la Presidenta estaría internada 72 horas y atravesaría una convalecencia posquirúrgica de 20 días.
Para fin de enero, tenía programado un viaje a Chile que, en principio, trataría de mantener en pie. El que deberá suspender las recorridas políticas por el interior que programaba para enero será Boudou.
La Presidenta padece con regularidad episodios de baja de presión, que la han obligado en los últimos años a cancelar actividades y reprogramar su agenda. A eso se le suma el estrés lógico por la sobrecarga de presiones de su actividad, agudizado el duelo que atraviesa tras el fallecimiento de su esposo. Cristina ha vivido el último año en un sube y baja emocional del que ha dado cuenta en público y privado. Ayer, los especialista divergían sobre la influencia que estos antecedentes podrían o no tener en la enfermedad que se le detectó a la Presidenta.
Durante la tarde de ayer, la Presidenta no se movió de la Quinta de Olivos, donde recibió a por separado a Boudou, Juan Manuel Abal Medina, Carlos Zannini y Oscar Parrilli. Allí, el vice se enteró que deberá asumir la Presidencia en enero. El resto del gabinete, gobernadores y demás funcionarios se anoticiaron de la enfermedad presidencial junto al resto de los argentinos, cuando Scoccimarro hizo el anuncio en la Casa Rosada y la noticia estalló en radio y televisión.
Para llevar calma, el vocero confirmó que hoy por la mañana la Presidenta mantendrá su agenda prevista: encabezará en la Casa Rosada una importante reunión con los gobernadores, a los que les anunciaría una nueva refinanciación de sus deudas, y luego entregará sables a los oficiales de las Fuerzas Armadas que fueron ascendidos.
La noticia sorprendió e impactó por igual a toda la clase dirigente. Los gobernadores peronistas llegarán hoy a Balcarce 50 con la doble misión de llevar su apoyo y recabar mayor información sobre lo que viene. Infinidad de políticos kirchneristas y opositores se apuraron a expresar su solidaridad en las redes sociales de Internet.
Los empresarios cruzaban llamados entre ellos y con funcionarios amigos para obtener mayor información. “Es un balde de agua fría, sin dudas a partir del 4 de enero habrá que andar con pie de plomo”, razonaron en una empresa privatizada. “Cuando en una empresa los niveles de decisión quedan en una sola persona, ésta queda expuesta a una carga de estrés considerable. Imaginate esa carga en el caso de Cristina, que ejerce el poder rodeada de muy pocas personas, que tiene el desgaste de los cuatro años previos y que acaba de enviudar”, comparaban en un importante firma textil.
Algunos jóvenes de La Cámpora ya comenzaban a evaluar la posibilidad de realizar una vigilia con velas en la Plaza de Mayo desde la noche del 3 de enero.
CLARIN