Los videos online producen fama y miles de dólares

Los videos online producen fama y miles de dólares

El inesperado salto a la fama del Tano Pasman causó algo más que millones de carcajadas. El sufrimiento del fanático espectador del partido en el que River comenzaba a despedirse de la categoría tuvo un consuelo, aunque lejano a lo futbolístico: la explosión de visitas en el sitio de YouTube retribuyó al protagonista con un puñado de cientos de dólares y participaciones en una publicidad de la telefónica chilena Entel.
El paso de Internet a la vida real parece ser cada vez más corto. La versión internacional de este fenómeno reciente es Justin Bieber, el cantante canadiense también salido de la vidriera del sitio de videos de Google. Un productor musical se cruzó con uno de los videos que la madre de Justin subía a YouTube. El niño de sonrisa amplia detrás de la guitarra conquistó a quien luego se convirtió en su representante, y pronto a miles y miles de adolescentes alrededor del mundo.
Las experiencias lo prueban: las consecuencias de los videos en Internet son impredecibles y, en varios sentidos, ilimitadas. Sólo en ese sitio se suben en el mundo 48 horas por minuto, o siete años por día, y, en ese mismo tiempo, se reproducen 3000 millones de videos.
Filmaciones caseras o materiales armados para la difusión; cómicos, trágicos, de actualidad o simplemente interesantes. La fórmula del éxito tiene que ver con el objetivo, pero la monetización (retribución económica) es otro cantar.
Un particular, como Pasman, puede hacer rendir su video de dos maneras. Una de ellas surge de la oferta del sitio, que detecta cuando un video escala rápidamente, y propone al usuario monetizarlo . El contacto se hace a través de un correo electrónico, en el que se pide autorización para incluir avisos publicitarios de distintos formatos en el video. A Juan L. le llegó el mail, tras cargar en su cuenta una entrevista a la conductora Viviana Canosa con imágenes originales, una condición excluyente de YouTube. “Simplemente subí el video, lo difundí por redes sociales, y cuando las vistas se acercaron a las 3000 me enviaron el mail”, cuenta Juan. No había cifras en el correo, pero espera ansioso el cheque que le llegaría cumplido el mes del ofrecimiento. Seguramente le venga bien ese dinero que no esperaba, pero tampoco se hará millonario. Según pudo saber LA NACION, la suma podría alcanzar los US$ 300 si llegara al millón de visitas.
Otra forma de monetizar videos en el portal es a través del programa de partners (socios). “Al participar del programa se habilitan los anuncios dentro del video. Por ejemplo, que la publicidad corra al inicio si es un contenido largo, que surja durante el video o que aparezca a un costado”, explica el mexicano Ricardo Blanco, manager de producto de YouTube para América latina. La comunidad de videos suma 20.000 socios en más de 20 países, según las cifras de la empresa.
La diferencia con la monetización de un video que no requiere un rol proactivo del usuario es que aquí la intención surge de su lado y requiere la aprobación por parte de YouTube. Una vez otorgada, el productor del contenido “se lleva más del 50% del ingreso por anuncios”, detalla Blanco. El monto varía en función de la audiencia.
“Los partners -continúa el ejecutivo de Google- son aquellos que suben contenido de manera regular, que tienen una audiencia. Con el programa, queremos ayudar a los usuarios a convertir su pasión en una carrera.”
Para compartir el ingreso hay que seguir algunos pasos y cumplir requisitos como el aumento repentino de visitas, y cómo se esté compartiendo en la Web. Otra de las condiciones es que el usuario tenga todos los derechos sobre el material y que respete los términos de uso de YouTube.
¿Cuánto se puede ganar con este sistema? “Miles de personas hacen más de US$ 1000 al mes y unos cientos superan los 100.000”, precisa Blanco. Los más exitosos, aclara, suben contenido a diario o no menos de dos veces por semana y tienen una audiencia fiel.
El video que hizo pública la pasión del Tano Pasman llegó hasta los US$ 700. Cuando la difusión fue imparable, a pocos días de la carga del video, los Pasman pusieron la cuestión en manos de Brandmas, una agencia de community (comunidad) management. “Buscamos aprovechar la difusión del video y solicitamos al sitio ser partners . Pero la respuesta demoró algo más de una semana, y fue demasiado tiempo. Cuando empezó a dar ganancias, el video fue reportado”, recuerda Marcelo Tapia, presidente de la agencia.
Con más dispositivos aptos para grabar videos, es de esperar que en adelante se multipliquen los Justin Bieber y los Tano Pasman..
LA NACION