Los sueños se hacen realidad en Kentucky

Los sueños se hacen realidad en Kentucky

Por Gustavo S. González
LOUISVILLE, Kentucky.- El colorido de la fiesta brilla más con el sol que salió en Churchill Downs. La Breeders’ Cup convoca con gran parte de los mejores caballos del mundo y ayer llevó a 80.000 personas al hipódromo del Derby de Kentucky, allí donde dicen que siempre la serie de los 26 millones de dólares va a ser un éxito.
Hay un puñado de argentinos. Antonio Bullrich y Raúl Nelson, máximas autoridades de Palermo y San Isidro, tienden puentes; más Joe Nelson, presidente del Stud Book. El hipódromo porteño ya tiene uno sólido, desde que su clásico General Belgrano se volvió una puerta para el Marathon de la Breeders’ Cup. El escenario del Jockey Club está haciendo camino. Hernán Ceriani Cernadas, titular de La Quebrada, quedó un poco desilusionado con Miss Match en la Ladies’ Classic de anteayer.
Y estuvieron las historias, como siempre. Aidan y Joseph O’Brien, entrenador y jinete, padre e hijo, los hombres detrás de St. Nicholas Abbey, el caballo que ganó la Turf (G 1-2400 m). Los tres, irlandeses. Bien corrido el hijo de Montjeu, por un jockey de 18 años.
Y la Mile, donde Ricardo y Nicolás Benedicto (y nosotros) hicieron fuerza por Sidney’s Candy, el hijo del argentino Candy Ride y futuro padrillo del haras La Pasión. Con Goldikova y Gio Ponti también en la gatera. La mejor carrera del día. Pero al final, ganó un caballo que pagó 131 a ganador, Court Vision. Goldikova, tercera; Gio Ponti, cuarto. A Sidney’s Candy se lo vio bárbaro hasta entrada la recta, pero no tiene el golpe de velocidad que se necesitaba. El debe venir en la punta y sacar lo máximo posible de ventaja.
Y también en el Classic hubo una sorpresa, aunque Drosselmeyer, el ganador, es el héroe del Belmont Stakes de 2010. La historia aquí es sencilla: su jockey fue Mike Smith. El hombre que hace un año tenía la decepción más grande de su vida en el Classic, donde quedó segundo al hocico con Zenyatta, esta vez atropelló a tiempo. La gente también se acordó y se oyeron silbidos. Para ellos no hubo desquite.

QUEEN SALE PEGÓ JUSTO
Queen Sale quebró una seguidilla de arrimes en clásicos y ayer ganó el Carlos P. Rodríguez (G2-1600 m), donde compitieron sólo cuatro yeguas. Corrió inicialmente tercera, detrás de Queen of Time y Our Donna, y en la recta pasó a la punta, sin darle chances a Queen of Time para volver a la vanguardia. Queen Sale es hija de Not for Sale y la entrena Jorge Mayansky Neer para el stud Haras San Juan.
LA NACION