16 Nov La copa UTTA, se mira pero…¡no se toca!
Por Sebastian Cutugno
Mendoza, domingo 13 por la noche. La lluvia continúa, pero ya paso la ansiedad y el miedo provocado por este tiempo que nos tuvo a maltraer, que amenazó seriamente la fiesta de la Copa UTTA.
Es hora de reflexión y hay que volver la vista atrás, recordar algunos hechos ya pasados para poder ubicar, con exactitud y sin exageraciones, en su verdadero lugar esta carrera que, a pesar de ser tan joven, ya es parte de la historia grande del turf chacarero pero, además, para defenderla todos los días porque a los “dueños” del turf en la Argentina les pica, y mucho. Recordar por ejemplo, hipódromo destruidos y sin posibilidades de dar pelea; trabajadores del turf con un salario indigno y sobreviendo porque no tenían otra salida; domingos, pocos en el año, con carreras si, pero de una pobreza franciscana. Recordar que el nacimiento de esta carrera que acabamos de disfrutar (a pesar de la lluvia) los mendocinos trajo aparejado un cambio notable, con al menos una fecha anual en cada región que forteleció (y fortalece) nuestra querida hípica de tierra adentro. Mucho se ha hablado de la Copa y de su creador, el Dr. Carlos Daniel Felice pero, si bien las palabras elogiosas y la fuerza de una realidad nunca están de más, es bueno advertir que no todos la ven de esa manera. Son pocos, pero poderosos, los que manejan esta hermosa y productiva actividad en nuestro país que, de federal, no tiene nada. Esa palabra que habla de que la unión hace la fuerza y que esa fuerza puede servir de aliciente para romper viejas cadenas y armar un mapa nuevo, les quita el sueño a esos personajes. Como muestra basta un botón y, para que ese botón puede ponernos en alerta vale, como se dijo al principio, hacer memoria. Recordar cuando, no hace mucho de esto, algunos personajes (en beneficio propio) instalaron en el país el tan famoso simulcasting internacional que, está más que claro, solo sirvió para algunos sectores, nunca para el desarrollo de la hípica. Los “dueños” del turf argentino (los hipódromos centrales, los gremios, propietarios, profesionales, distintos sectores de la hípica argentina) pusieron el grito en el cielo y salieron a combatirlo y lograron lo que en ese momento buscaban (no era otra cosa en realidad): que ese simulcasting internacional no inteririera en los negocios de aquellos que vendían la imagen y el juego de la hípica “federal”. Hoy la cosa ha cambiado y para la ambición de esos señores (los de siempre) la comercialización del turf nacional ya no es negocio y son ellos los que están comenzando a hace lobby para reinstalar las carreras foráneas que, a los laburantes del turf, para nada les sirve. Hoy somos nosotros, los paisanos que recuperaron el orgullo, la dignidad, el futuro a través de la Copa UTTA, los que tenemos que defenderla y salir a decir NO a las falsas recetas de salvación; NO al falso turf federal que ellos pregonan; NO, nunca más, pedir por favor y de rodillas favores a los “grandes” para poder sobrevivir: Llegó la hora de darnos cuenta que somos mayoría y que podemos discutir, desde la fuerza de la producción de una hípica del interior fuerte y jerarquizada, de igual a igual, sin pasar a nadie por encima, pero que tampoco nos pisen.
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