13 Nov “Federer podría jugar hasta los 40 años”
Por Sebastian Torok
Paul Dorochenko nació en 1953 en Batna, Argelia. Se nacionalizó francés. Es osteópata y fisioterapeuta; posee un nivel universitario envidiable, es una suerte de gurú de la rehabilitación y la prevención de lesiones (es asesor de futbolistas, boxeadores y basquetbolistas). Fue uno de los primeros preparadores físicos del circuito profesional de tenis en los años 80 y, en cierto modo, generó una revolución en su materia. Exprimió lo mejor de tenistas como Carlos Moya, Sergi Bruguera y Félix Mantilla. Pero, especialmente, tuvo el privilegio de moldear el físico de Roger Federer cuando el suizo aún era un adolescente caprichoso y daba sus primeros pasos en el profesionalismo. Invitado por la Asociación Argentina de Tenis, Dorochenko visitó nuestro país por unos pocos días para capacitar a más de 150 profesores de tenis. En el Club de Amigos, entre exposiciones y videos, y antes de regresar a Valencia, donde dirige un centro médico para deportistas, charló con LA NACION.
-¿Qué diferencias nota entre el tenis de hoy y el de los años 80?
-El cambio mayor ha sido en la fuerza y la velocidad. Hubo algunos cambios técnicos, como la mejoría en el saque, la aparición de la devolución como un golpe ganador; antes eran para poner la pelota en juego. Pero sobre todo en el tema de la composición corporal notamos un cambio fundamental. Ahora, el de 1,80 metros pesa 80 kilos, antes pesaba 70. Por eso las lesiones hoy son diferentes, aumentaron y son más graves. Antes no se perdía un partido por cansancio, hoy se puede perder porque el otro saca a 220, porque te mete piñas y piñas . Hoy la mayoría están muy bien entrenados. Los jugadores que están dentro de los mejores 150 tienen medios para ganarle a un top ten, pero la diferencia es en lo mental y en la visión del juego.
-¿Se puede fabricar un crack?
-Aunque parezca de ciencia ficción, se puede fabricar un jugador con valores físicos, técnicos y mentales. Lo más complicado es la parte mental. La mente de Nadal es difícil de conseguirla.
-¿Cómo llegó a Federer?
-Estaba trabajando con Bruguera, que estaba en depresión porque había roto con su novia. Un día me dijo que no quería que siguiéramos porque no me podía dar el 100% y que me buscara algo. Una semana después me llaman de la Federación suiza y me dicen «Tenemos un chaval de 17 años que se llama Federer que juega muchísimo». Yo trabajaba con gente de elite y dudé, pero me convencieron. Era un chico difícil, hiperactivo desde la mañana hasta el final del día. No paraba de hacerse el tonto, de revolear raquetas, gritaba y cantaba como loco mientras se duchaba. En Suiza eso molesta mucho. Lo castigaba seguido. Un día lo mandé a limpiar las canchas a las 6 de la mañana, con temperaturas bajo cero.
-¿Cómo fue que cambió tanto?
-El cambio ha sido porque entendió que se puede ganar mucho dinero si tiene la imagen que tus patrocinadores quieren. Nike, por ejemplo, fabricó con Nadal un pirata y con Federer un ángel. Cómo se corta el pelo, cómo se viste?, es todo pensado. Es completamente distinto a lo que muestra, incluso hoy. Pero tiene mucho control. A veces tiene ganas de pegar una piña, pero no lo hace.
-Pero su físico es privilegiado…
-Sí, tiene un juego de piernas increíble, trabajamos mucho en el doble paso. Era muy rápido, bien coordinado, tenía todo desde niño y siempre fue exigente. Y eso ha evitado que tuviera lesiones importantes. La técnica de Federer es académica. Federer podría jugar hasta los 40 años a muy buen nivel. En cambio, tengo dudas que Nadal pueda llegar a los 30 años al nivel de Federer. Sus requisitos físicos son al máximo y se expone a lesiones. Todavía mezclará más lesiones y buenos momentos.
-Este año Djokovic sorprendió a todo el mundo. ¿Es un distinto?
-Ya era un crack de adolescente, un número uno. No considero que la utilización de la cámara hiperbárica lo haya ayudado. Pero la cosa es que hubo un cambio drástico en su vida con el apoyo de la psicología deportiva. En los años 80 no le daban importancia. Hoy, de 20 jugadores, 16 ponen primero lo mental. Los niños de hoy tienen conciencia y salen jugadores biónicos, son súper héroes, son todos como Cristiano Ronaldo.
-¿Cuál es la lesión más temida por el tenista en la actualidad?
-La lesión en la cadera, sin dudas es la lesión moderna. Viene del open stance (posición con las piernas abiertas que afecta el mecanismo) y del revés a dos manos. La pelota no nos da tiempo a meternos de perfil para pegar, entonces se pega de frente. Para prevenir hay que tratar de rotar la cadera al pegar.
-Usted aseguró que un jugador operado jamás regresa a ser igual.
-En diez años me han dado dos veces el premio en ATP por el mejor regreso, con Guy Forget y Bruguera. Los dos han tenido lesiones, se han ido muy lejos en la clasificación y volvieron a ser top ten. Pero la reprogramación de un jugador es lo más complicado. Los dolores generan muchas dudas y cuando el cuerpo no obedece, es decepcionante.
–Del Potro tuvo una cirugía, comenzó el año 485° y hoy es casi top ten.
-Lo veo complicado que vuelva a ser el de 2009. Pero es joven, es cierto, aunque muy pocos jugadores en la historia de la ATP que han podido regresar. Él y su entrenador deben estar un poco preocupados. No lo veo con la inconsciencia de antes. Pero lo que ha logrado hasta el momento es sorprendente y estoy seguro de que si arregla los problemas que le aparezcan, será el futuro líder del circuito. El otro que puede dominar es Andy Murray. Pero tendrá que superar trabas mentales y el estrés.
LA NACION