Un “atelier” de hace 100.000 años

Un “atelier” de hace 100.000 años

Por John Noble Wilford
Excavando a más profundidad en una cueva sudafricana que ya había ofrecido sorpresas de mediados de la Edad de Piedra, un equipo de arqueólogos descubrió un “atelier” de 100.000 años de antigüedad con herramientas e ingredientes con los cuales humanos modernos primitivos aparentemente mezclaban la primera pintura que se conozca.
Estos artesanos tenían piedras para moler y triturar tierras coloridas enriquecidas con un tipo de óxido de hierro para formar un polvo conocido como “ocre”. Se lo mezclaba con grasa de médula ósea de mamíferos y una pizca de carbón. Los científicos encontraron trazas de ocre en las herramientas y recolectaron muestras del compuesto rojizo en grandes caparazones de moluscos llamados “abulones”, donde la pintura era licuada, batida y de las cuales era extraída con una espátula de hueso.
Entre los restos del taller, los arqueólogos dijeron que estaban viendo el más antiguo ejemplo de cómo el emergente Homo sapiens procesaba el ocre, uno de los primeros pigmentos en ser utilizados ampliamente, aparentemente porque su color rojo tenía un rico significado simbólico.
Los primeros humanos pueden haber aplicado este preparado en su piel para protegerse o simplemente como decoración, sugirieron los expertos. Probablemente era su forma de hacer manifestaciones artísticas en su cuerpo o sus herramientas.
Un dato de especial importancia para los científicos que hicieron el descubrimiento es que este taller de ocre muestra que los humanos tempranos, cuya anatomía era moderna, también habían empezado a pensar como nosotros. En un trabajo publicado ayer online en la revista Science, los investigadores calificaron estas evidencias de capacidades conceptuales de “hito en la evolución de la cognición humana compleja”.
El descubrimiento adelanta mucho la fecha en que el moderno Homo sapiens habría comenzado a utilizar pintura. Nunca se había encontrado un taller de más de 60.000 años, y los más primitivos comenzaron a aparecer hace alrededor de 40.000 años. El florecimiento exuberante de los artistas cromagnones en las cuevas de Europa llegaría más tarde. Por ejemplo, las pinturas de animales de las paredes de Lascaux, en Francia, son de hace 17.000 años.

Creatividad y autoconciencia
Los cavernícolas de Sudáfrica ya estaban aprendiendo a encontrar, combinar y almacenar sustancias, habilidades que reflejan tecnología avanzada y prácticas sociales tanto como la creatividad de la autoconciencia. Estos productores de pintura también parecen haber desarrollado un conocimiento elemental de química y tener alguna capacidad de planificación a largo plazo mucho más antes de lo que se pensaba.
El hallazgo se hizo en la Cueva de Blombos Cave, unos 300 km al este de Ciudad del Cabo, en un alto acantilado frente al océano Indico, en la punta de Africa. Christopher Henshilwood, de las universidades de Bergen, en Noruega y de Witwatersrand, en Johanesburgo, lideró el equipo de investigadores de Australia, Francia, Noruega y Sudáfrica.
Alison Brooks, arqueóloga de la Universidad George Washington que estudia la Edad de Piedra en Africa, pero no participó en esta investigación, opinó que “este es otro descubrimiento espectacular de Blombos.”
A lo largo de la última década, el equipo de Henshilwood revolucionó las creencias convencionales con evidencias convincentes de que personas que vivían en cuevas estaban dando pasos importantes hacia el comportamiento moderno.
En 2002, los científicos encontraron herramientas hechas de huesos de animales y puntas de flechas trabajadas meticulosamente. Reunieron cientos de trozos de piedra ocre, incluyendo dos con inscripciones de triángulos cruzados y líneas horizontales. Eso estaba ocurriendo hace 75.000 años, unos 40.000 años antes de la explosión creativa de los adornos y las pinturas en cuevas que se consideraban el súbito origen de la expresión humana.
“Estamos llevando hacia atrás la fecha del pensamiento simbólico de los humanos modernos, mucho, mucho más atrás”, dijo Henshilwood.
Brooks, que publicó un estudio sobre varios sitios africanos que mostraron “el ensamblaje de un paquete de comportamientos humanos modernos”, subrayó que “el descubrimiento de Blombos respalda fuertemente la función simbólica del elaborado procesamiento del ocre y su mezcla con grasa para producir pintura”.
LA NACION