El Gobierno prepara cambios al sistema de ART para reducir costos empresarios

El Gobierno prepara cambios al sistema de ART para reducir costos empresarios

Por Elizabeth Peger
Mientras sigue estancada la discusión por una reforma integral de la legislación vigente, el Gobierno prepara un nuevo cambio en el régimen de riesgos de trabajo que contemplaría la reglamentación del sistema de mutuas o autoseguro, que funcionaría como alternativa a las actuales aseguradoras y podrían conformarse conjuntamente entre empresas y gremios por rama de actividad, en el marco del respectivo convenio colectivo.
La medida, que cuenta con el consenso de la cúpula de la Unión Industrial y la conducción de la CGT, que lidera Hugo Moyano, iba a ser anunciada el jueves pasado por la presidenta Cristina Fernández en el marco del acto por el Día de la Industria. Pero según indicaron fuentes empresarias, la mandataria habría decidido postergar la iniciativa para después de las elecciones del 23 de octubre. “Se quiere evitar una polémica, o que el tema sea tomado como una medida electoralista”, explicaron los voceros.
La medida que prepara el Ejecutivo, que se instrumentaría a través de un decreto, apunta a reglamentar el funcionamiento de las mutuas como autoseguro colectivo alternativo a las ARTs, un mecanismo que fue habilitado en la propia ley de riesgos del trabajo pero cuya reglamentación quedó inconclusa en medio de la polémica por los fallos de la Corte Suprema que tacharon de inconstitucional varios artículos de la norma y la creciente industria del juicio que se generó en torno al sistema. Según los argumentos oficiales, la intención de avanzar con el sistema de mutuas busca en reducir los costos empresarios por la cobertura ante accidentes de trabajo y a la vez comprometer a empresas y gremios en la tarea de prevención de siniestros, tal como –destacan– ocurre en países como España o Colombia, donde funcionan sistemas de autoseguro.
Esos argumentos son compartidos en el sector empresario, donde estiman que la conformación de mutuas podría reducir sus costos tanto a partir de la eliminación de los gastos de comisión que cobran las aseguradoras como por algunos beneficios impositivos. “Las mutuas deben tener el mismo tratamiento impositivo de una mutual porque son asociaciones sin fines de lucro”, destacó un referente de la UIA, que lidera José de Mendiguren. Ello implicaría que, a diferencia de las ARTs, las mutuas quedarían exentas del impuesto a las Ganancias, a la Ganancia mínimo presunta y el impuesto al cheque, y podrían ser exceptuadas de tributar por IVA, como ocurre con el caso de las mutuales vinculadas al área de salud.
La idea de un sistema de mutuas también entusiasma a referentes de la CGT, que desde hace tiempo proyectan asociarse con sectores empresarios para avanzar en mecanismos de autoaseguro. Es el caso de la de la UOM que desde principios de año viene negociando con Adimra la constitución de una mutua conjunta, una alternativa que también analizan en privado directivos de la Cámara de la Construcción con el gremio del sector.
Pero más allá de las expectativas de empresas y gremios, entre los especialistas del mercado de riesgos del trabajo advierten sobre las dificultades que implica la puesta en marcha de un sistema de autoseguro. Sostienen que su aplicación resultará más beneficiosa para el caso de las grandes empresas, pero que podría generar problemas para las pymes. Además, plantean sus dudas respecto de la posibilidad concreta de que se constituyan mutuas mixtas en aquellas actividades donde no existe un diálogo aceitado entre el sector empleador y la representación gremial o en los rubros donde las negociaciones colectivas se realizan por empresa y no por rama de actividad.
De cualquier modo, el cambio que proyecta el Ejecutivo no resuelve el problema de fondo que atraviesa el sistema, vinculado con la ola de juicios y la doble vía que habilita al trabajador accidentado a cobrar la indemnización del sistema y a la par iniciar un juicio civil.
EL CRONISTA