Crece la demanda de diamantes como refugio de inversión

Crece la demanda de diamantes como refugio de inversión

Los diamantes se convirtieron en un refugio de inversión junto con el tradicional oro y el franco suizo, y la mayor demanda proveniente de compradores asiáticos hizo subir el precio de las piedras preciosas.
Debido al gran consumo en China e India, los valores se elevaron cerca de 50% desde comienzos de 2010 —la mayor parte del incremento se produjo en los últimos seis meses— y alcanzaron niveles récord, según listas de precios del sector y operadores de gemas de Antwerp, la capital mundial de la compraventa de piedras preciosas.
El precio de los diamantes pulidos de máxima calidad de 5 quilates, o 1 gramo, llegó a cerca de u$s 150.000 el quilate, comparado con los u$s 100.000-u$s 120.000 que salían hace un año, según PolishedPrices, que compila datos del mercado mayorista. También se incrementaron las cotizaciones de otras categorías de diamantes pulidos y en bruto.
Los valores de los diamantes en bruto cayeron durante la crisis de crédito pero luego se recuperaron en 2009 después de que los principales productores, incluyendo De Beers de Sudáfrica, retuvieron la oferta para elevar los precios. “Se espera que en futuro inmediato continúe la oferta limitada, en particular para las piedras grandes de gran valor,” comentó John Bergtheil, analista de Citigroup.
La menor producción agotó los inventarios, lo que combinado con el crecimiento de la demanda asiática, ayudó a que trepen los precios, aseguraron los ejecutivos del sector. “En Asia, las clases medias emergentes están comprando sus primeros diamantes”, contó Pooja kotwani, director general en India de Rapaport, una compañía de servicios relacionados con los diamantes. “Esto está teniendo un enorme efecto”.
Varios grupos están armando fondos que brinden a los inversores exposición a los diamantes, imitando a los populares fondos de vinos y obras de arte. Sin embargo, los analistas advierten que los diamantes no fueron buena inversión en las últimas décadas. Ajustados por inflación, los precios de las gemas están muy por debajo del pico de principios de los ochenta.
Los diamantes, junto con el oro y las inversiones como el arte, no pagan intereses anuales y cuesta dinero guardar y asegurar las gemas. Pero en un entorno de tasas de interés bajas, mientras el banco central trata de reactivar la economía global, ese es un costo reducido que se paga sin afectar demasiado la inversión.
EL CRONISTA