Steve Jobs en las antípodas del Estado

Steve Jobs en las antípodas del Estado

El mítico fundador de Apple Computer no sólo persuade sino que ilusiona, fascina. Desde 1976, cuando funda la empresa junto con Steve Wozniak y Ronald Wayne, ha construido tozudamente una compañía a la que la revista Fortune calificó como la más admirada en EE.UU. y el mundo en 2008, 2009 y 2010.
Los resultados del último trimestre superaron las expectativas. Los beneficios alcanzaron, solo en junio, los u$s 7.310 millones, cifra que duplica los 3.025 millones de hace un año. Las acciones de Apple han seguido subiendo hasta pasar los u$s 395. En el pasado trimestre se vendieron 3,9 millones de Mac, 20,3 millones de iPhones, del iPad 2 se vendieron 9,25 millones. Además de las ventas del iPod y de todo el software de Apple como iTunes, iLife, Aperture o Final Cut.
Jobs, que ha transformado las relaciones del universo digital y comunicacional centrándose sobre todo en los aspectos empresariales, es un hombre hecho a sí mismo (un “self made man”). Hijo adoptado que apenas pisó la universidad cuentan que es proverbial tanto su muy exigente perfeccionismo, que no es fácil compartir, como su preocupación por los empleados. Sin embargo, ni el dinero, ni las innovaciones son su mayor logro, sino el haber basado la vida en una vocación creativa, algo de lo que el Estado carece porque supone, precisamente, que todo está asegurado y planificado por los burócratas que pretenden reemplazar (“solucionar”) la imprevisibilidad y la espontaneidad creativa del mercado.
Jobs es un hombre positivo, proclive a confiar más en el denuedo diario, en el desarrollo de la vida en tiempo real que en las ilusiones ideológicas que resultan en “ingenierías sociales” que pre diseñan a la sociedad. Su lema “mantente hambriento, mantente audaz” contrasta con el estatismo que pretende (y nunca logra) tener todo ordenado y pre diseñado para que no haya “hambre”.
Como todo mortal, ha tenido serios reveses: la adopción, el despido de la empresa por él mismo fundada, el cáncer. Pero lejos de desanimarse parece haber fortalecido los valores que dan calidad a las personas, a las sociedades, desarrollando proyectos que han revolucionado los hábitos privados y sociales globales.
En fin para terminar, y hablando de iPhone e iPad, señalemos que Foxconn Technology Group, la empresa taiwanesa que los ensambla y una de los mayores fabricantes de componentes informáticos del mundo, que da empleo a 1,2 millones de personas ensamblando productos para varias empresas como Apple y Sony o HP, sustituirá trabajadores por robots para recortar el aumento de costos laborales. La empresa, que ya tiene unos 10.000 robots y añadirá 290.000 en 2012, pretende alcanzar el millón en 2014.
Planteada así la noticia, pareciera que la tecnología desplaza a la mano de obra creando desocupación, cuando la realidad es inversa. Los desarrollos, como los que realizó Jobs, aumentaron la productividad al punto que hoy la enorme mayoría de las personas trabajan en empresas de alta tecnología como automotrices, informáticas y demás y con mejores salarios que los precedentes.
CRONISTA