25 Jul La historia del predador y la fabuladora
¿Entonces cuál es la moraleja de este cuento de inmoralidad de Manhattan? ¿Que los franceses siempre tienen razón, aunque su altivez sea irritante?
Tuvieron razón acerca de Irak y el apuro de Estados Unidos para ir a la guerra. Y quizá también terminen teniendo razón acerca de Dominique Strauss-Kahn y el apuro de Estados Unidos para juzgar a la gente.
En ambos casos, la credibilidad francesa estaba cuestionada, y por lo tanto nos resistimos a ver las cosas desde su punto de vista.
Francia intentó bloquear el sobreexcitado ataque de George W. Bush a Irak, pero nosotros sabíamos que el gobierno francés tenía una larga historia de acuerdos petrolíferos con Saddam Hussein y una preferencia por los resultados en vez de los principios.
Francia se negó a creer que DSK pudiera forzar a una mucama del Sofitel, pero nosotros sabemos que la sociedad francesa tiene una larga historia de proteger a los hombres poderosos y talentosos acusados de conducta escandalosa con mujeres jóvenes. W. inventó un plazo ficticio y fraguó una causal de guerra contra Irak, pero la fiscalía de Nueva York tenía un plazo real para evitar que Strauss-Kahn huyera a Francia, país que no tiene tratado de extradición con Estados Unidos.
Siete semanas después de las dramáticas escenas que tuvieron como protagonista al por entonces jefe del Fondo Monetario Internacional, -cuando la policía lo bajó esposado de un avión de Air France y lo acusó de haber violado a una mucama de 32 años-, hoy DSK se regodea con la escena de su liberación bajo palabra.
Al salir de los tribunales, sonrió por primera vez al público y rodeó con su brazo a su atractiva esposa, Anne Sinclair, que financió desde el principio el equipo de abogados de alto vuelo y el costosísimo domicilio de detención del barrio de Tribeca.
El fiscal de distrito de Manhattan, Cyrus Vance hijo, debió pasar un momento exquisitamente incómodo cuando los fiscales se vieron forzados a admitir, desencajados, que la víctima los había victimizado, al mentirle repetidamente al gobierno.
Para obtener asilo político en Estados Unidos, la mujer, una inmigrante africana, mintió al afirmar que su marido había muerto torturado en Guinea. La mujer les mintió a los funcionarios de migraciones al afirmar que había sido violada en masa en aquel país. Para obtener mayores beneficios en sus impuestos, declaró como propio al hijo de una amiga. Para impresionar al gran jurado, dijo que después del ataque de DSK había esperado en el hall a que el hombre se subiera al ascensor para luego reportar el hecho a su supervisor.
Pero, como reveló la sonrojada disculpa de la oficina del fiscal de distrito, “la demandante después admitió que su relato era falso y que después del incidente en la habitación 2806 procedió a limpiar un cuarto cercano, para recién luego retornar a la 2806 y comenzar a limpiarla, antes de denunciar el incidente a su supervisor”.
La mujer estaba involucrada con un traficante de drogas encarcelado por posesión de 200 gramos de marihuana; habló con él sobre cómo sacar provecho al presentar cargos contra DSK y mencionó que era un hombre de mucho dinero. Los fiscales ahora creen que la mujer hasta podría tener conexiones con el lavado de dinero. En privado, los fiscales dicen estar convencidos de que DSK atacó sexualmente a la mucama. Pero el caso dependía por completo de la credibilidad de la víctima, que ahora se esfumó.
Salirse con la suya
Dicen que es un caso muy parecido -no por el historial sexual de la mujer sino por su historial de veracidad- al que se presenta cuando es violada una prostituta. Son casos muy difíciles de defender en la corte, y el perpetrador suele salirse con la suya.
En Francia, sus colegas socialistas -y rivales en la carrera presidencial- lo defendieron. Ségolène Royal despotricó contra la justicia norteamericana por haber arrojado a los lobos a la estrella en ascenso del socialismo francés.
En Nueva York, el abogado de la mucama, Kenneth Thompson, despotricó a su vez contra el sistema de justicia por arrojar a los lobos a su clienta. Thompson declaró que la joven musulmana está “traumatizada” y que ya hablaría del caso.
La evidencia con la que cuenta la mujer, señaló su abogado, incluye las medias rasgadas, la rotura de un ligamento del hombro, una foto tomada en el hospital donde se ven moretones en su vagina y el ADN de DSK en la habitación, todo resultante del ataque que sufrió, según ella.
“Hasta hoy, era algo así como blancos contra negros, ricos contra pobres, hombres contra mujeres, judíos contra musulmanes -dijo Elaine Sciolino, corresponsal de The New York Times en Francia-. Y ahora la historia va a ser este hombre que iba a ser presidente hundido por esta malnacida que tiene un novio drogadicto en la cárcel y que no paró de mentir desde que puso un pie en Estados Unidos.”
Cuando un predador avezado se encuentra cara a cara con un mentiroso avezado, lo más probable es que el mentiroso salga perdiendo, aun en el supuesto caso de que estuviera diciendo la verdad.
LA NACION