07 Jun UTTA y el turf de Santa Fe
Por Andrés Rodolfo Egea
En los últimos meses se viene presentando una negociación entre la UTTA y autoridades del Jockey Club de Santa Fe. El fin es alcanzar un arreglo que convenga a ambos para que el gremio se haga cargo de la conducción del turf en su totalidad (foránea y local) y el Jockey Club, al cederla, perciba una remuneración mensual.
Hasta el momento no se concretó acuerdo alguno, sino que, por el contrario, aparecen declaraciones en los medios que aparentemente ayudan poco a lograr rápidamente el objetivo común.
En toda negociación ambas partes deben ser claras y en especial en cada una de sus agendas además de contener lo que se quiere, conviene tener presente cómo poder introducir (o qué efecto producen) las variables que presenta la otra parte. Todo parece indicar que esto no sucede o existen otras variables de posicionamiento más extremo.
La situación del Hipódromo de Las Flores es muy critica. Es más: tiende a desaparecer en el corto plazo.
Actualmente se realizan 10 reuniones al año, predominando las cuadreras, donde la mayor parte de los premios son aportados por los propietarios a través de valores de “inscripción”, “remate obligatorio”,” boletos”, “ratificación a premio”, etc. etc. Por ello es que las pérdidas de las reuniones no son tan elevadas pero tampoco, de continuar esta situación, permitirán mantener y acrecentar la actividad.
El Sindicato de Cuidadores y Jockeys en un comunicado dice “…sería muy importante (el arreglo) para poder recuperar la actividad, que por estos tiempos atraviesa una crisis terminal la que de la mano de las actuales dirigentes la situación se ha desmejorado notoriamente…”.
Por otra parte la CGT local apoya a los trabajadores del turf”… instando a la patronal a encontrar soluciones concretas y a que se garantice el pago de la deuda salarial que
mantiene”.
Asimismo la autoridades del Jockey Club manifiestan que en la contrapropuesta la UTTA lo hace “….guardando silencio respecto a nuestra pretensión de un porcentaje de participación en la explotación de la actividad”… quedando abierto al dialogo para continuar las negociaciones…”.
¿Qué implica para cada sector llegar a un acuerdo?
PARA EL JOCKEY CLUB:
Saldar toda la deuda salarial con su personal que es de aproximadamente tres meses, desentenderse del pago salarial de los próximos años, no tener más gastos operativos para el mantenimiento de las instalaciones hípicas, ni el personal que atiende las foráneas, ni los gastos administrativos, cargas sociales e impuestos provinciales, entre otros. Solucionar el problema de los paros, como los actuales que generan enormes mermas en los ingresos. Desentenderse de una actividad donde quedan pocos socios que entiendan de turf (y mucho menos del negocio que implica) que estén dispuestos a asumir un rol directo. Obtendría un ingreso financiero que le permitiría resolver algunas urgencias y ayudar, como hasta ahora lo hace, aquellas actividades que más le interesa a la mayoría de los socios y dirigentes, en especial golf y tenis. Ganar en tranquilidad al no tener que controlar los movimientos de las carreras foráneas y el hipódromo destinándole más tiempo a esas actividades preferidas, etc.
PARA LA UTTA:
Esta cumple con su misión de defender toda fuente de trabajo de sus afiliados y en esta oportunidad está dispuesta a asumir un rol de conducción y responsabilidad económico-financiera. Demostrar capacidad de gestión en el manejo directo de la actividad que realizan sus afiliados. Enfrentar y resolver (algo curioso ya que los empleados tendrán una situación algo rara que es ser parte del sindicato que defiende sus intereses y a su vez es su “patronal”).
El prestigio de la UTTA depende no sólo si logra reactivar la actividad y programar más reuniones mensuales, ya que se verá casi obligada a bregar por la reactivación del turf provincial, con un Venado Tuerto que está casi desaparecido, Rafaela cerrado hace años y el Independencia de Rosario no cubriendo las expectativas creadas con su actual conducción municipal.
Su principal dirigente y gestor de la exitosa Copa UTTA-Dr. Carlos Felice-, si bien fue representante gremial del Hipódromo de Las Flores, hoy se lo considera como representativo del turf provincial y esta oportunidad de conducción hípica-directa afianzaría su posicionamiento gremial y empresarial.
EN GENERAL:
Si se desaprovecha esta oportunidad tal vez no exista otra entidad dispuesta a este desafío y entonces el Hipódromo de Las Flores desaparecerá y consecuentemente serán 500 personas las que directamente se encontraran sin trabajo en momentos donde la escasez de oferta laboral es la principal característica nacional.
Es muy común escuchar en el Hipódromo de Las Flores la frase: “Es necesario que se haga cargo de esto alguien que sepa” y curiosamente algunos de los miembros de la Comisión de Carreras dicen públicamente que “de turf, en realidad, no sé nada”.
Es ditícil en nuestros días encontrar individuos o empresas dispuestos a invertir en actividades “caídas”, en este caso se debe resaltar la actitud de la UTTA ya que invertir significa inmovilizar capital y por lo tanto su recuperación es lenta o largo plazo. Cabe agregar que pagar el atraso salarial también puede considerarse una inversión. No llegar a un acuerdo se agrava más por la decisión actual de un paro total de todo el personal del Jockey Club, desalentando a los aficionados que pueden abandonar la actividad o cambiar el hábito de donde apostar y pasar a formas de apuestas no legales.
Debe agregarse que la UTTA, se verá obligada a algo más importante que lo estrictamente económico-financiero; que es revisar y realizar una reingeniería de su estructura organizativa, revertir la actual crisis que se presenta en el personal donde los roles no son claros, suceden interferencias, órdenes contrapuestas, etc y casi todo ello porque no existen objetivos claros y consecuentemente medios adecuados para lograrlos.
Así están las cosas, sólo falta recordar aquello de que el tren sólo pasa una vez y además se agrega que el año pasado fue presentado en la Legislatura un proyecto de ley de turf provincial que de concretarse solucionaría la mayor parte del funcionamiento financiero de los hipódromos oficiales provinciales.
La últimas versiones no confirmadas, dicen que el Jockey Club de Santa Fe vendería el hipódromo con fines urbanísticos y tampoco seguiría con la explotación de las carreras foráneas (La Plata, San Isidro y Palermo), idea que ya transitó por mediocres gestiones anteriores que encontraron limitantes legales para realizarlo.
PUROS DE CARRERA