08 Jun Toda la gran fiesta
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Por Osvaldo Martinez
Nada mejor que mostrar lo sucedido en imágenes. Llegamos a Rosario aproximadamente a las 18.00 y rápidamente partimos hacia el Casino, una espectacular construcción de tamaño de y de buen gusto. Allí nos estaban esperando Ricardo Benedicto, el dueño de casa, Carlos Felice y Fernando Marín, para contarnos los que iba a suceder esa noche y al día siguiente, programa sensacional, muy bien armado por parte de la gente de la Utta.
Verdaderamente hay que felicitar la idea de la Copa Utta Nacional, porque el salón donde se estaba organizando la elección de las doce finalistas para el domingo, parecía la oficial de Palermo o de San Isidro. Y eso vale mucho para abrazarnos al turf del interior.
Estuvimos con Enrique Sauro, el DT de la caballeriza líder Rubio B., Marcelo Durán de ESPN, que sonreía como siempre a todo momento, sin saber lo que le esperaba en materia de trabajo. Juan Carlos Etchechoury (h), Ezequiel Valle, Enrique Delger, “Joe” Nelson, Nicolás Martín Ferro. Daniel Cima, gran anfitrión, Julio Menditeguy, Antonio Bullrich, contentísimo por lo que está haciendo este año el Haras El Mallín, de su propiedad, Juan Carlos Maldotti y Walter Tombolini, entre tantasa otras personalidades de la Capital Federal.
El jurado para elegir a las doce finalistas estuvo integrado por Carlos Felice, Ricardo Benedicto, Fernando Marín, Julio Menditeguy, Enrique Delger, Alejandro Camogli y el Presidente de la Comisión de Carreras del Hipódromo Independencia de Rosario, el Sr. Carlos Juan Vignatti.
Las disertaciones estuvieron a cargo de Carlos Felice, de Fernando Marín y luego de Ricardo Benedicto. Cada uno versó su discurso sobre le marcha de las copas, de las organizaciones, estando en el camino correcto con la Copa Utta Tradicional y con la Copa Utta Nacional. Tras ellos subió al escenario Marcelo Durán que sorteó el orden de ventas de los ejemplares a rematarse el domingo dentro del hipódromo. Luego algunos siguieron la jornada en uno de los salones del lujoso casino City Center. Pero no hasta muy tarde, porque al otro día, el trabajo los iba a llamar a grito pelado.
Domingo, once de la mañana el remate. Ardua fue la tarea de el rematador, se había olvidado el martillo, pero no lo veo mal, porque siempre cuando golpean en el tradicional a la una, a las dos y a las…asustan a los caballos con sus golpes sobre la madera y Marcelo Durán, que con el permiso de Fallow y de la Asociación de Rematadores, puso su oficio arriba de la mesa, para encaminar el remate lo mejor posible. Nada fácil por cierto, cuando para ello hay organizaciones de primer nivel, como por ejemplo, la misma Fallow y Bullrich, entre otras.
Mientras se vendían los productos de los haras que integran el conjunto, de LNTA, Liga Nacional del Turf Argentino, nos dimos una vuelta por el hipódromo, estaba lindo, parecía algo dejado en cuando a obras nuevas, pero se lo sentía a través del viento que rugía y cortaba la cara a esa hora de la mañana su presencia señorial. El de aquel por el cual pasaron grandes profesionales, extraordinarios jinetes y caballos de peso en la historia viva de nuestro turf. Uno lo sentía a la mano.
Y bien temprano estaban al pie del cañón el Gerente y el Jefe de Carreras, Oscar Barattucci, por supuesto familiar del gran látigo rosarino, dueño del record mundial de carreras ganadas en una sola jornada y el joven Juan Ignacio Genzano, hijo de nuestro conocido entrenador y hermano del jockey, que nos solucionaron todos los problemas, aunque muchos no tuvimos, porque la atención en el interior, es otra cosa. Todo se hace con afecto, con cariño, con respeto.
Nos cruzamos con los palafreneros, y ellos también llevan una mochila llena de recuerdos y anécdotas. “Machito” Torres; el “Nene” Alvarez y el “Chueco” Martínez. Tuvimos una larga charla con el periodista Fernando Leyes de La Rioja. Saludamos a un ex jockey, ahora exitoso entrenador, Juan Ublich, que saludó afectuosamente a Alfredo Gaitá Dassié, que nos contó un recuerdo imborrable de su paso por el Hipódromo Independencia. Corrió una sola vez, con el caballo Sencorf en la distancia de 1300 metros. Y la ganó, siendo segundo Ublic y tercero, nada menos que el gran Baratucci. Y se marchó invicto, venciendo a dos gigantes rosarinos.
Volvimos al remate, donde el “Gringo” Grimaldi con su familia llamaba a Luis, a La Francia, Córdoba, para comunicarle que había pecado otra vez. Levantando la mano y adjudicándose uno de los productos. También estuvimos con Alejandro Camogli, con su señora esposa y su hermoso hijo y cientos de paisanos que se acercaban a saludarme por tantos años en la difusión de las carreras de caballos. Incluso hubo una persona que tras el saludo de rigor me puso a prueba con un caballo que había ganado el Consagración de Potrillos (G. I) hace tiempo y con la monta de Oscar Domínguez. Lo miré fijo y le dije en cinco segundos, sin respirar y con voz firme y serena. “Oro, Mangas Negras, Gorra Colorada”. ¡Case se cae desmayado!
Y después de las carreras nos fuimos a presenciar la elección de la Reina del Turf, que van a participar en la gran fiesta a desarrollarse en el Hipódromo Argentino de Palermo a fin de año. La elección recayó en la bonita Brenda González. Primera princesa fue Celina Bessone y la tercera Princesa Delfina Ribot Conde, que fue la elegida por el público, por su constante buen humor, estar sonriendo en todo el certamen y realizar el mejor baile de la tarde.
Ya extenuados, arrancaron Los Pericos. Y la verdad que los flacos cantan y tocan bien. Con decirles que nos hicieron olvidar el cansancio, el frío y los mosquitos que parecían aviones.
Ya en el ómnibus Carlitos Felice se apersonó para felicitar a todo el plantel de la UTTA que desde hace un tiempo viene organizando estos eventos. No cosa sencilla por cierto.
Alcancé a tirar las últimas dos fotos de las 800 sacadas en 24 horas justas. El uno con las chicas y de final con Gisel Pica, amiga mía.
Otro si digo: Vicente Ulisse, un “Titán”.
Una sola queja de quien escribe esta nota, una sola, porque todo estuvo extraordinariamente organizado, inclusive el hotel el Holyday Inn, espectacular es poco decir.
El parrillero no se comportó a la altura de los antecedentes en el almuerzo del domingo. Si bien la carne no lo ayudó, las achuras dejaron mucho que desear. Por suerte el postre fue del agrado de todos.
Hasta nuestro próximo encuentro…
CAMPANA DE LARGADA