22 May Tributo a un gran dirigente sindical
Por Carlos Felice
El imaginario social que tras años de empobrecimiento de lo político (proceso que hoy parece revertirse por fortuna) lleva a despreciar desde la comunicación masiva el rol del dirigente sindical, soslaya trayectorias truncas como la del recientemente fallecido Juan Manuel Palacios.
A este hombre inteligente, tranquilo, de equilibrios, no es justo, no es correcto, dejar de rendirle tributo. Palacios desde la creación del Movimiento de Trabajadores Argentinos luchó apasionadamente por un modelo social de igualdad de oportunidades y de inclusión. Tuve la suerte de conocerlo siendo yo Secretario de Prensa del MTA en mi querida Santa Fe cuando realizábamos actos de reivindicación gremial, y su imagen de hombre bueno y entregado a la causa me impresionó fuertemente. Hoy su muerte, casi inadvertida, deja el legado de su lucha que algunos enarbolarán y otros harán bandera.
Cabe preguntarnos a quienes abrazamos este oficio, a quienes nos hace sentir orgullosos ser dirigentes sindicales, si esta pasión que lleva a veces tanta angustia a nuestros corazones y familias, es justo que sea tratada con el olvido ¿Cómo omitir la historia argentina en la que el movimiento obrero entregó la vida por los derechos de los trabajadores? No es sólo un juego menospreciar luchas de tanto tiempo, transformadoras y trascendentes para este país. La pérdida de la memoria es la pérdida de la identidad.
Pero acá estamos, en el presente. La Argentina es esta. El dirigente sindical hoy crea, trabaja, olvida el olvido, se confirma como tal en la vocación de que la justicia social se alcance. Al menos, ahí me planto yo, en esta vocación sindical.
Mi recuerdo, compañero Juan Manuel Palacios, y mi tributo a los grandes dirigentes gremiales que han hecho posible una legislación laboral y una seguridad social modelo para el mundo.