27 Apr Seattle Slew: el eslabón de oro (nota I)
Por Claudio Brandoni
Lo que costó ese zaino oscuro de expresión dominante en las ventas de Fasig-Tipton del 19 de julio de 1975 debe constituir los U$S17.500 mejor invertidos en la historia de la economía moderna. Robert & Beverly Lewis, convertidos ya en íconos del turf norteamericano junto a su afortunada elección, jugaron sus ahorros a las patas de aquel pingo hijo de un padrillo y una madre aún no probados; esta última, con el tiempo, se instalaría entre las grandes “Blue Hens” del elevage del norte de nuestro continente. Es imposible, Natura manda, escindir las proezas del único ejemplar en adjudicarse la Triple Corona estadounidense en calidad de invicto, de los distinguidos genes que le aportaron sus progenitores. Una somera vista de los antecedentes de cada uno viene al caso. Bold Reasoning, su padre, debe constituir una de las pérdidas más grandes del elevage americano del siglo XX. Caballo dueño de una velocidad supersónica, ganó las primarás siete que corrió cerrando su campaña de pistas con 8 triunfos (Whithers Stakes, Jersey Derby) y dos segundos (Metropolitan Handicap) en 12 contiendas ganándose una chance en Clairborne Farm a pesar de sus recurrentes problemas de garganta y algunos crónicos dolores en las manos. Lamentablemente solo alcanzó a servir durante dos temporadas fruto de las cuales dejó 64 crías registradas; de ellas, corrieron 51, ganaron 48 y nada menos que 10 se adjudicaron pruebas de black type.
El porcentaje de ganadores de black type sobre crías registradas suele ser uno de los indicadores de la calidad de un semental. Los “grandes”, los próceres de la cría, suelen superar el 10%; en su caso araña el 16% aunque es preciso señalar que lo reducido de la muestra (cantidad de hijos) seguramente sesga el resultado hacia arriba. De todos modos sus números siguen siendo excepcionales. En opinión de varios reputados especialistas Bold Reasoning, teniendo en cuenta sus primeros resultados, parecía tener todo el potencial para transformarse en uno de los más importantes sementales del siglo XX en los Estados Unidos.
El abuelo paterno de Seattle SIew, Boldnesian, fue una de las promesas de la generación nacida en 1963 en los Estados Unidos; ganó cuatro de cinco, incluyendo el Santa Anita Derby (G1) pero debió dejar las pistas tempranamente tras una operación de rodilla. Con el advenimiento de Seattle SIew y su posterior afirmación como padre de padrillos, la línea de Bold Ruler encontró el eslabón de oro que le permitió persistir y encadenarse, en línea descendente, a AP Indy que, también él padre de padrillos por derecho propio, parece tener varios vástagos capaces de persistir en los pedigrees por venir.
My Charmer, su madre, tiene mucho en común con su legendario hijo: ambos fueron criados por Ben Castleman y ambos fueron primeras crías. En total la hija de Poker produjo once vástagos de los cuales cuatro ganaron competencias de black type y, además de Seattle SIew, sus hijos Lomond y Seattle Dancer (por años ostentó el precio récord mundial en subasta pública: 13 millones de dólares) también se destacaron en la reproducción. El pedigree de My Charmer es realmente impactante. Propongo adentrarnos en el intrincado mundo de la genética en la próxima nota; hasta entonces, los fieles amigos del análisis de pedigree pueden ir “mirando” y analizando a mano alzada” los secretos de la excelencia genética que se deriva de esta familia.
PUROS DE CARRERA