Tarjetas negras: se multiplica el mercado de los plásticos vip en la Argentina

Tarjetas negras: se multiplica el mercado de los plásticos vip en la Argentina

Por Dolores Ayerra
Los plásticos VIP se convirtieron en el nuevo señuelo de los bancos. Con rezago, en el sector advirtieron el millonario negocio de “ultra-mimar” a las billeteras más gordas de sus carteras de clientes. Hoy conceptos como Gold o Platinum ya pasaron de moda a la hora de hablar de exclusividad en el mercado de tarjetas. En el mundo hace un tiempo que los plásticos negros ganaron este segmento, que arrancó hace dos años en la Argentina y promete ser el producto más codiciado este año por las entidades financieras.
En esta línea, Visa se sumó a la estrategia. Tal como adelantó El Cronista, la emisora acaba de lanzar Signature, el plástico que competirá en el mercado local con Mastercard y American Express, que hicieron punta en el país en seducir a los sectores de más altos ingresos con sus tarjetas Black y Centurión. Fue Citi, entidad que ya emite desde el 2009 la versión de Master, la elegida para la incursión. En diálogo con este medio, Eduardo Savastano, director de Citigold y Alejandro Cid, gerente de tarjetas de crédito de Citi, explicaron que las características de la nueva tarjeta son similares a las de sus competidores. “Los beneficios de Signature son parecidos a los de Master como brindar servicios preferenciales, entre los que se encuentran la posibilidad de acceder a más de 700 salones VIP en los principales aeropuertos de más de 90 países, servicio de concierge, servicio especial de alquiler de autos, disposición de un asistente personal las 24 horas, seguro de asistencia de viajes, de entrega a domicilio de las compras realizadas en cualquier país a través de Internet y descuentos”. Pero en el banco destacaron la necesidad de ofrecer más posibilidades a un nicho con un paladar cada vez más exigente.
Los ejecutivos señalaron que su estrategia pasa además por “enmarcar a la nueva Visa dentro del Programa de atención personalizada Elite, lanzado en noviembre, que incluye todos los beneficios diferenciales de Citigold –productos de inversión, transaccionales, entre otros– pero a su vez, engloba toda la oferta para que el cliente desde cualquier lugar del mundo pueda acceder a los mismos privilegios como el acceso a lo más exclusivo o muy difícil de obtener como eventos especiales o cenas en restaurantes distinguidos, citas con grandes personalidades”. Al mismo tiempo, indicaron que Signature no tendrá límite de compra y que ofrecerá líneas de crédito superiores a $ 100.000.
Pero la estrategia de Visa no muere en el Citi. La compañía ya cerró acuerdos con otros bancos que se sumarán a su emisión en breve. Es el caso de BBVA Banco Francés y Standard Bank, que ya cuentan con MasterBlack, y que anticiparon que se encuentran próximos a ofrecer el nuevo producto. Virginia Billordo, responsable de altas rentas del BBVA, confirmó que “para abril estaremos lanzando la nueva Visa con una redefinición de lo que será nuestro programa para atender a este público”. La ejecutiva hizo hincapié en “el alto crecimiento del mercado que registró MasterBlack”.
Aunque no lo confirmaron oficialmente, Banco Galicia también está entre la lista de futuros emisores del plástico.
En todos los casos, coincidieron que existe hoy en la Argentina una demanda insatisfecha en este público, que a su vez es el que genera mayor flujo de ganancias. En este sentido, Savastano, advirtió que “el segmento ABC1 es un target de inmenso potencial y de gran rango”.
Es decir, que dentro de este target se consideran a clientes con ingresos desde
$ 20.000 hasta más de $ 50.000 por mes y que, por ende, se puede “subsegmentar”. “La demanda de este nicho de una atención preferencial es muy fuerte porque no sólo ven al banco y sus productos como como instrumento de compra o de financiamiento sino también como un poderoso símbolo de status, de pertenencia a una clase social a la que muy pocos pueden acceder”, coincidió Cid.
No obstante, en Citi aseguran que el objetivo es no sobrepasar los 3.500 clientes, porque, de otra forma, pasaría a la categoría de “masivo”.
EL CRONISTA