Un sindicato petrolero negocia participación en las ganancias

Un sindicato petrolero negocia participación en las ganancias

Por Oliver Galak
Mientras el Congreso debe debatir todavía el proyecto del diputado kirchnerista Héctor Recalde para distribuir ganancias entre los trabajadores, el sector petrolero ya sumó esa posibilidad a sus negociaciones salariales para este año.
El Sindicato de Petróleo y Gas Privado de Río Negro, Neuquén y La Pampa, que ya firmó un acuerdo similar con una pequeña empresa hace un año, quiere ahora extender esa modalidad a todas las empresas en las que trabajan sus afiliados. A cambio, la organización que encabeza Guillermo Pereyra no se sumaría al pedido hecho por la Federación Sindical del Petróleo y Gas Privados -con afiliados en varias provincias-, cuyo secretario general, Alberto Roberti, ya puso como piso un 36% de aumento para este año.
“No es más que repetir lo acordado a mediados del año pasado cuando firmamos con la empresa Fox Petrol un acuerdo en ese sentido”, dijo Pereyra, en declaraciones a medios locales. Se trata de una pequeña empresa neuquina que produce combustibles y solventes y que, en marzo de 2010, acordó el reparto del 30% de sus ganancias. El sindicalista dijo que ya está en negociaciones individuales con YPF y Petrolera Argentina, entre otras empresas, para lograr condiciones similares.
Al respecto, fuentes de YPF señalaron: “No estamos en ninguna negociación con Pereyra en torno de este tema. Y sobre sus declaraciones no vamos a emitir opinión”.
En cambio, en Petrolera Argentina -una empresa mediana dedicada a la refinación de petróleo- confirmaron las negociaciones. “Estamos trabajando con el sindicato en un borrador que incluye el reparto de ganancias. Creo que llegaremos a un punto de entendimiento”, dijo Miguel Schvartzbaum, presidente de esa firma, aunque consideró “excesivo” el porcentaje (30%) mencionado como porción de las ganancias destinadas a los trabajadores. “La empresa está proclive a firmar un acuerdo sobre ganancias dentro de los términos de razonabilidad y sustentabilidad del negocio. Se debe considerar un porcentaje que permita a la empresa seguir invirtiendo”, añadió el empresario.
De todos modos, negó que ese posible beneficio se otorgue a cambio de una reducción en el ajuste salarial previsto para ese año. “No podemos subsanar una pauta de corto plazo con un acuerdo de rentabilidad que se mantendrá a lo largo del tiempo. Eso es mucho más importante que algún punto más o menos de la negociación salarial”, dijo.

Interna petrolera
Pereyra se ha mostrado en el último tiempo muy cercano al líder de la CGT, Hugo Moyano, por lo que de prosperar este tipo de acuerdos podría ser una especie de primer ensayo del proyecto de Recalde, uno de los asesores más cercanos que tiene el dirigente camionero.
Pero, a su vez, es una forma de diferenciarse de Roberti, más cercano a la corriente sindical que responde a Luis Barrionuevo. Según el jefe de la federación de petroleros, la distribución de ganancias como parte de la negociación salarial “es más bien una utopía”, por lo que prefirió privilegiar la vía parlamentaria para obtener ese beneficio.
“Nosotros estamos diciendo que hay un piso salarial del 36 por ciento producto de la emisión monetaria que ha tenido el país y el aumento de los valores de la canasta básica familiar”, dijo Roberti, y reconoció que las negociaciones que llevan adelante con la Cámara de la Industria del Petróleo están “difíciles” y que todavía existen “grandes diferencias”.
LA NACION