De los creadores de la vaca “Pampa”, llega el primer caballo clonado de la Argentina

De los creadores de la vaca “Pampa”, llega el primer caballo clonado de la Argentina

Hace casi quince años, la ficción que parecía ser la clonación de seres vivos irrumpió en la realidad y la oveja Dolly atrapó la atención de crédulos e incrédulos en todo el mundo.
Detrás de los científicos Ian Wilmut y Keith Campbell, que en 1996 convirtieron en historia al Instituto Roslin, de Escocia, otros países se sumaron a la técnica de crear seres genéticamente idénticos a uno ya existente, a partir de células-madre.
En la Argentina, el laboratorio líder en estas técnicas –que aún despiertan controversias – es BioSidus. Marcelo Argüelles y Marcelo Criscuolo, “padres” de la primera ternera clonada en el país, Pampa (6 de agosto de 2002), presentaron al primer caballo-clon de la Argentina. así, el país se convirtió en el cuarto en lograr un clon equino, detrás de Estados Unidos, Italia y Canadá.
BS Ñandubay Bicentenario, como lo llamaron, es un caballo criollo que nació hace un mes en el hospital equino Kawell, de Solís, Buenos Aires, tras dos años y medio de investigación conjunta entre BioSidus, la Facultad de Agronomía de la UBA y la Cabaña Don Antonio, de TresArg.
Cuando vio la luz, BS Ñandubay tuvo que pasar todas las pruebas de identidad genética, inclusive, las de la Universidad de California, máximo centro de referencia mundial en estudios genéticos equinos, que recibió las muestras de pelo suyas y del animal “donante” para dar su veredicto.
Para “crear” a este clon, los científicos partieron de un cultivo de células madre del ejemplar macho Ñandubay. Las insertaron dentro del óvulo de una yegua donante al que se le extrajo el centro, para que sólo se reprodujera la genética del “padre”. Ese paso, llamado fusión celular, dio como resultado un embrión que luego fue implantado en el vientre de una yegua receptora. Así se logró que BS Ñandubay fuera una réplica exacta de Ñandubay.
A diferencia de las vacas clonadas por BioSidus, que ya suman 40 con el ternero Pampero, BS Ñandubay no tiene como fin lograr productos farmacéuticos, negocio central de BioSidus.
Es que los que los vacunos son, además de clones, transgénicos, y la finalidad de la transformación genética fue hacerles producir leche con propiedades curativas a distintos males. Con las vacas, BioSidus creó un “tambo farmacéutico” como lo llaman. En dos años como máximo, los empresarios esperan que se apruebe la medicación con hormona de crecimiento, contra el enanismo, y en unos años más planean poder lograr medicación con insulina, para diabéticos. BS Ñandubay no es un animal transgénico y no tiene propiedades curativas. Los primeros beneficiarios de la clonación equina serán, entonces, los criadores de caballos, especialmente de polo y de salto, que podrán repetir a sus mejores ejemplares.
Lejos de la ficción, la clonación sigue abriendo caminos. Y controversias.
EL CRONISTA