Tucumán, la segunda declaración de Independencia

Tucumán, la segunda declaración de Independencia

Por Pacho O’Donnell
“Ha más de un año que la Banda Oriental enarboló su estandarte tricolor y juró su independencia absoluta y respectiva. Lo hará V.E. presente al Soberano Congreso para su Superior conocimiento” (Carta de José Gervasio Artigas al Director Supremo Juan Martín de Pueyrredón, 24 de julio de 1816, al enterarse de la declaración en Tucumán el 9 de julio de ese año)
El gobierno nacional se prepara para celebrar el bicentenario de la declaración de nuestra Independencia el 9 de julio de 1816 en Tucumán.
Sin embargo, rigurosas investigaciones, que recogí en mi libro 1815. La primera declaración de nuestra independencia, demuestran que antes existió otra convocatoria que cumplió con ese objetivo, el 29 de junio de 1815, en Arroyo de la China, hoy Concepción del Uruguay, provincia de Entre Ríos, por parte de las provincias federales, los Pueblos Libres, bajo el liderazgo de su Protector, el gran caudillo José Gervasio Artigas.
La reivindicación del Congreso de Oriente o de los Pueblos Libres no propone el desmedro del de Tucumán del 9 de julio de 1816, pues es notoria la complementariedad de ambos. Al de Tucumán concurrieron las provincias andinas: Cuyo, el Noroeste, el Alto Perú, además de Buenos Aires quien había fracasado en su intención de organizar la convocatoria en su territorio. Al de Concepción del Uruguay fueron las provincias litorales: la Banda Oriental, las misiones, Entre Ríos, Corrientes y Santa Fe. Córdoba envió delegaciones a ambos Congresos.

Encontramos aquí una de las evidencias más contundentes de la realización del Congreso de Oriente y de la concreción de su propósito independentista: ninguna de las provincias que a él concurrieron participó del que tuvo lugar en Tucumán. Ya habían cumplido con el trámite en Concepción del Uruguay.
No han llegado las actas hasta nuestros días. Quizás no las hubo o fueron hechas desaparecer por los invasores portugueses desde el Brasil. O por los unitarios liberales vencedores de nuestras guerras civiles. Tampoco sobrevivieron las Actas originales del Congreso de Tucumán, aunque pudieron conocerse gracias a una providencial copia guardada por el secretario José Mariano Serrano.
Algunas de las evidencias que proponen el debate sobre la declaración independentista a orillas del río Uruguay en 1815 son:
1) En las Instrucciones artiguistas para la Asamblea del Año XIII, en su encabezamiento, antes del articulado, se leía: “Primeramente pedirá la declaración de la independencia absoluta de estas colonias, que ellas están absueltas de toda obligación de fidelidad a la corona de España y familia de los Borbones, y que toda conexión política entre ellas y el Estado de España deber ser totalmente disuelta”.

2) El rechazo de sus delegados a la citada Asamblea, que no cumplió con su inicial propósito independentista por injerencia de Gran Bretaña a través de los delegados miembros de la Logia Lautaro, no disminuyó la obstinada decisión de Artigas y de otros gobernadores federales en declarar la independencia de las Provincias Unidas, como entonces se llamaba nuestra Argentina, lo que los llevaría a aprovechar la primera oportunidad propicia para hacerlo. Y esa fue el Congreso de Oriente.

3) En la memorable oración inaugural del Congreso de Tres Cruces, convocado en abril de 1813, el caudillo oriental expresó: “La soberanía particular de los pueblos será precisamente declarada y ostentada, como objeto único de nuestra revolución; la unidad federal de todos los pueblos e independencia no sólo de España sino de todo poder extranjero”.

4) Cuando Artigas tomó conocimiento de la Declaración de Independencia en San Miguel de Tucumán el 9 de julio de 1816, escribió al Director Supremo en Buenos Aires, Juan Martín de Pueyrredón el 24 de ese mes: “Ha más de un año que la Banda Oriental enarboló su estandarte tricolor y juró su independencia absoluta y respectiva. Lo hará V.E. presente al Soberano Congreso para su Superior conocimiento”.
Su habitual prudencia lo habría llevado a referirse sólo a la provincia bajo su influencia, entonces parte de nuestro territorio, no haciéndose vocero de las otras provincias participantes, las que vivían tiempos de inestabilidad política, como era el caso de Santa Fe donde el artiguismo había sido desplazado entonces por una fuerza militar porteña al mando de Juan José Viamonte.

5) El hecho de que ninguna de las provincias que asistieron al Congreso de Oriente o de los Pueblos Libres concurriera al de Tucumán es evidencia de que ya consideraban cumplido el propósito independentista. Por otra parte eran las que propugnaban una organización y constitución federalistas, lo que no coincidía, salvo excepciones, con las concurrentes a Tucumán. La presencia de los delegados porteños en ésta tampoco era un aliciente ya que la liga federal de los Pueblos Libres se encontraba en guerra con el puerto y no ignoraba que la invasión portuguesa vía el Brasil era alentada desde allí.

6) El cabildo de Corrientes dejó sentadas las conclusiones de los debates sostenidos en Concepción del Uruguay: “Viéndose penetrado de la utilidad y necesidad de convenir, consultando la beneficencia del pueblo, su representado, con las benéficas y liberales ideas con que el señor General (Artigas) promueve la santa causa de los pueblos (…) se resolvió declarar la independencia bajo el sistema federativo y al General Don José de Artigas por Protector”.

7) Las instrucciones que llevó el delegado santafesino al Congreso de Oriente reproducían casi literalmente las enviadas en 1813 a la Asamblea reunida en Buenos Aires: “1º Pedirán la declaración absoluta de la independencia de la Corona de España y familia de los Borbones”.
Pocas dudas quedan de que las demás provincias habrán propuesto y votado iniciativas similares ya que la declaración de la independencia era un eje clave de la unión federal.

8) Las provincias adheridas al federalismo artiguista se reconocían como Pueblos Libres, y daban al oriental el título de Protector de los Pueblos Libres. Ese fue el nombre que se dio al congreso realizado en Arroyo de la China o Concepción del Uruguay, Congreso de los Pueblos Libres. ¿Libres de qué?
Obviamente libres de la tutela hispánica en primera instancia, luego también del autoritarismo porteño. Se proclamaron pueblos independizados y la convocatoria de 1815 fue el lugar y el tiempo para reafirmarlo.
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